9 feb 2017

El GM Averbakh, o la referencia del estado histórico del conocimiento en la enseñanza y entrenamiento del ajedrez.





95 años cumple el decano del ajedrez ruso el GM Yuri Lvovich Averbakh, quien junto al que fuera su yerno, el GM Mark Taimanov, recientemente fallecido,  eran los nonagenarios sobrevivientes de los primeros programas de formación de grandes maestros de la Unión Soviética, escuela modelo del ajedrez mundial de la segunda mitad del siglo XX. En lo personal lo he admirado desde mis años juveniles, pues era el director de mi revista favorita, Znanie – sila, (Conocimiento es Poder) que publicaba artículos científicos y relatos de ciencia ficción en los años sesenta del siglo XX, además de dirigir muchos años también las revistas Ajedrez en la URSS (Shajmaty v SSSR(  y Boletín de Ajedrez (Shajmantny Bulletin) que llegaban mes a mes por correo a México. De estas dos últimas presumo tener la colección completa en Dejavu y PDF, además de decenas de ejemplares en su versión original impresa.
Como autor es conocida su colección sobre Finales que ha sido traducida a más de seis idiomas.
Nacido en 1922, desde los diez años fue parte de los programas de entrenamiento y enseñanza diseñados por Modell, Romanovsky y principalmente Rabinovich, quien fuera el principal autor inicial sobre finales de partida, así como Maizelis. Ya a los 31 años, en la posguerra, Averbakh, se convirtió en uno de los candidatos al Campeonato Mundial y compitió en el memorable Torneo de Candidatos de Zurich 1953, que junto al de Curazao 1962 se consideran los más fuertes torneos de candidatos de la historia.
Su estilo de ajedrez era muy académico y sólido, y con varios campeones mundiales tuvo excelentes resultados, superando en sus encuentros personales a Machielis Euwe y a Tigran Vartanovich Petrosian. Con jugadores de ataque como Nezhmetdinov tenía resultados de 8.5 a .5, y decía que era porque jugaba sin crear debilidades en su posición y considerando desde la apertura y el medio juego las posiciones a jugar en el final.
Un entrenador, Antonov, de Kaluga, la ciudad natal del GM Yuri Lvovich, comentaba que el juego que desplegó Averbakh cuando ganó el Campeonato de la URSS en 1954, era el antecedente del estilo de Carlsen 60 años después.
Curiosamente el significado de su apellido Averbakh, es arroyo de la pradera, una especie de oasis, como la famosa tierra de Castilla. Hay un relato de un ajedrecista español del siglo XIX, que al apoyar a los cubanos en su lucha de la independencia, ya que había casado con una criolla y tenía hijos cubanos, fue deportado a Fernando Poo, hoy isla Bioko, y escribía un cuaderno de ajedrez con posiciones de finales de peones, con cuyo análisis pasaba el tiempo en Santa Isabel en su presidio. Finalmente regresó a Cuba en 1902 y su cuaderno con sus estudios en Fernando Poo, quedaron en una bodega donde ya para 1980 lo adquirí, haciéndome con su lectura conocedor de la vida de la última década del siglo XIX de Fernando Poo y de los escenarios de la Ribera del Tajo y la ruta de pozos, y especialmente de Arroyo de la Pradera. Algunos finales analizados por el autor de los trabajos, Rodrigo de Valderverdeja, están muy bien, uno de ellos es similar a uno publicado en 1983 por Averbakh.
Averbakh ha sido muy condecorado en su país, incluso se le otorgó la medalla del centenario de Lenin en 1970, y la del Valor en el Trabajo en 1957, y durante más de tres décadas es el referente en muchas cosas.
Tras el deceso más o menos reciente de Smyslov y Lilienthal, es el único que queda vivo de los primeros que recibieron el título de Gran Maestro Internacional de la FIDE.
Su libro de los años sesentas, con el título de “Lo que debe saberse de finales” es para muchos entrenadores, incluyendo el ´”poeta”, o sea él que esto escribe, un indispensable libro de texto para enseñar principiantes, lo mismo que sus libros Viaje por el Reino del Ajedrez y  para los más aventajados, su Táctica de Ajedrez para Avanzados y la sección de finales de “Escuela de Ajedrez”, (Shajmatnaya Shkola) que fue un libro básico en los centros de Pioneros de toda la URSS.
Otro libro notable de Averbakh es su Pequeño Diccionario de Ajedrez, con los términos más usuales en ajedrez en los cinco idiomas oficiales de la FIDE:
Decenas de entrevistas hechas al GM Averbakh son muy instructivas para cualquier ajedrecista y destacan algunas que se le hicieron en México, pero si la lista de los libros de su autoría es muy larga, el hacer una recopilación de las mejores respuestas de sus entrevistas constituiría un libro en sí, por derecho propio.
Sus memorias, plasmadas en una amplia autobiografía publicada en ruso y en inglés, ha suscitado no pocas controversias, sobre todo de la época en que fue juez del match entre Kasparov y Short, en 1993, hasta que de nuevo fue arbitro en el match Kasparov-Kramnik de 2000, esos años en que el título de campeón mundial dejó de controlarlo la FIDE ante la “emancipación” de Kasparov, que además fue el período de la desaparición de la URSS y las prohibiciones al Partido Comunista que se hicieron en Rusia.  Pero al Averbakh nonagenario, ya nadie quería refutarle sus observaciones y los desacuerdos de opinión de sus más o menos contemporáneos, poco se leen en la prensa ajedrecística de la Rusia de hoy.
Incluso en un discurso en que Averbakh modificó algunos hechos y nombres en una inauguración de un torneo, nadie le reclamó o rectificó, y solo en algunos foros de las redes sociales se hicieron las correcciones. Los recuerdos a veces juegan sus trampas a los viejos y 95 años de memorias son muchos años.
De sus primeros entrenadores y de sus fórmulas, poco transmite Averbakh. Hace 5 años, en 2012 publique en mi blog unas frases que me encantaron del Gran Maestro: “La enseñanza en el ajedrez es también un arte,” sugiere Averbach, “porque es necesario tener un enfoque individual.
Digamos que usted tiene a unas treinta personas, y, por supuesto,  no todos ellos pueden tener potencial de campeón mundial.
Tal vez uno entre miles. Pero para muchas personas el ajedrez es cuestión de diversión, prácticamente, y una buena manera de emplear positivamente el tiempo libre.
Para que un niño pueda tener éxito en ajedrez debe estar muy interesado en ello. Si él no está interesado, no será realmente bueno”.
El ajedrez tiene la ventaja de que es un juego muy rico,  tiene una variedad de estilos y enfoques. A diferencia de los naipes u otros juegos, el ajedrez puede ayudar a cualquiera con el enfoque correcto.”

Si un niño se decide por estudiar el ajedrez más seriamente, en primer lugar es necesario entender lo que él quiere, si desea hacerse un campeón mundial, o simplemente usar el ajedrez como un medio de autodesarrollo. Y después de que usted descubre eso,  es necesario trabajar para desarrollar sus mejores cualidades en esta dirección.”
En los años 50 del siglo XX, Averbakh tenía el mote de “Estudiante Estrella” de la Escuela Soviética de Ajedrez, como lo apunta el GM Soltis en su libro “Ajedrez Soviético, 1917-1991”.
Averbakh estudio con Kotov y con Tolush, bajo la dirección inicial de Fiodor Lvovich Fogelevich, quien falleciera en la guerra en 1941. Pero en la sección de Ajedrez del Palacio de Pioneros en Moscú de la calle Stopany, al noreste del centro de la ciudad, Kotov en 1939, cuando Averbakh tenía 17 años, ponía a sus discípulos a jugar partidas de entrenamiento a partir de un final parejo, algo que recomiendo hacer a quien gusta de jugar con computadoras, no jugar desde la apertura, sino a partir de finales complicados que saquen de un libro y que estén muy analizados por un gran maestro, para luego comparar las jugadas con los análisis.
Seguramente Averbach de ahí le vino su afición por los finales. Averbakh dedicó mucho de su tiempo de 1945 a 1950 a sus estudios profesionales de ingeniería en el Instituto Bauman y por su gran estatura lo pusieron en la selección de voleibol, así que su dedicación al ajedrez en esos años solo era en tiempo de vacaciones. Graduado de Ingeniero, su familia no quería que se dedicara al ajedrez, pues hasta antes de 1953 el sueldo de ingeniero era mejor que el de gran maestro, pero luego de su participación en el de Candidatos de Zurich, era más rentable trabajar como ajedrecista en la URSS. Por eso ya a los 31 años de edad, comenzó a dedicarse exclusivamente al ajedrez, primero como jugador y luego pasando los 40 años de edad, por 1962, solo a entrenador y dirigente, y esporádicamente participó en torneos.
Como editor de revistas y como autor, fue muy importante para el ajedrez de la URSS, y como entrenador tuvo a muchos alumnos, aunque no se dedicó en exclusividad con alguno determinado.
Sin duda es una leyenda viva del ajedrez.
Бесспорно, Юрий Львович – наш шахматный академик!!!