En los años en que los equipos de ajedrez de México en los Campeonatos Centroamericanos y del Caribe ni por equivocación se veían superados por equipos de Jamaica, Honduras, Costa Rica o Guatemala; nos causaba sorpresa a los ajedrecistas como los futbolistas mexicanos no se imponían a sus colegas de dichos países.
Dado que nuestro país contaba con unas veinte o treinta veces más población, con mayor ingreso per capita y mucho mas dinero por cabeza para el futbol, nos parecía inconcebible y hasta objeto de burla.
Pero en la Olimpíada de Dresden, a pesar de que desde la Olimpíada de Turín en 2006, se ha vertido una cantidad millonaria en el ajedrez mexicano, con un Mundial en 2007, los torneos Morelia – Linares, los Nacionales Abiertos convertidos en Internacionales Abiertos, los Torre in Memoriam y varios eventos internacionales en nada inferiores; no se explica que equipos de países como Jamaica, con todo tipo de carencias en apoyos y con una población ajedrecística mínima, hayan superado a México.
Por supuesto que los resultados en la olimpíada solo son uno de tantos indicadores de la situación del ajedrez mexicano, pero es un indicador muy notorio. Hay otros menos visibles pero más preocupantes. Mientras más dinero hay para el ajedrez, parece que las cosas se ponen peor.
Donde más se gastó en ajedrez en México en 2007, se ve el ajedrez peor. En las localidades donde escasea el apoyo hay mas progreso. Parece que donde hay botín se dedicarán más a instrumentar y organizarse en como repartírselo que en usar el apoyo en algo más que hacer rayas en el agua.
Ya en ocasión de las dos últimas Olimpiadas se habían escuchado críticas severas sobre las causas de resultados tan negativamente inesperados, pero como no se hace nada, pues cada vez va peor la cosa. Creo que ahora ya se está por tocar fondo y no queda sino ir para arriba de nuevo. Total, creo que más ridículo fue el resultado de Rusia y de países de enorme tradición ajedrecística que cayeron abajo del lugar 50. Claro que allá dicen lo mismo, que la corrupción, que sumado a la corrupción, agravado por la corrupción, los hicieron caer a un lugar debajo del 50, cuando varias olimpiadas habían estado en los tres primeros lugares del mundo consecutivamente. En fin, un tango, como aquel de “que el mundo esta hecho una porquería…”
Pero como farol en la calle y oscuridad en la casa, ya estaremos gastando los miles en invitar a grandes maestros a jugar entre ellos, mientras les servimos las mesas y los “mecenas” se felicitan de que las estrellas del ajedrez mundial acepten tomarse una foto con ellos, aunque se vean más grotescos por el contraste. Se van a ver los GMs como niños tomándose fotos con Santa Claus, pero esta vez Santa es el que paga.