Bitácora de un ajedrecista Riflexiones. Comentarios a vuela pluma. Fomentando el estudio del ajedrez con apoyo de las computadoras y via Internet email: chesscom@hotmail.com
4 jun 2009
Algo increíble.
Si bien la capacidad de asombro cuesta mantenerla ante tantas sorpresas que da la vida, lo que crea cierta familiaridad acrítica difícil de rebasar ante tanta novedad, siempre hay algo que me sorprende cada día.
Leí en un blog una larga historia y argumentación sobre una injusticia hacia una niña ajedrecística. Pareciera que el problema tiene que ver con que si una niña nacida fuera del país, aunque mexicana de nacimiento según la Constitución, nuestra ley fundamental, podía o no jugar en las mentadas “•Olimpíadas Nacionales”, aquellos eventos que es difícil evaluar como positivos o sumamente dañinos para el ajedrez nacional.
El caso es que el medio ajedrecístico mexicano debiera siempre tener en mente lo internacional de los jugadores que practican el ajedrez en México.
Muchos de los ajedrecistas de que más se enorgullece el medio mexicano no nacieron en el país y han representado a México en centenas de eventos. Podría yo citar al GM Marcel Sisniega que nació en Chicago, Illinois; al MI Kenneth Frey Beckman, nacido en París, Francia; a Fernando Alonso Puente, nacido en España; al GM Juan Carlos Gonzalez nacido en La Habana, Cuba; Isidoro “Willy” De Winter Gallegos, nacido en Holanda, entre varios Campeones Nacionales de México nacidos en el extranjero, sin olvidar a los pioneros Andrés Clemente Vazquez, nacido en Güines, Cuba, en la misma ciudad del famoso GM Lernier Dominguez; así como a Manuel Marquez Sterling Loret de Mola, que nació en Lima, Perú, y que además es la única persona que ha ganado un campeonato nacional de México que ha sido presidente de otro país. Marquez Sterling y Carlos Torre Repetto, son los únicos campeones nacionales que tienen en México una calle con su nombre.
Otros jugadores que forman parte de la comunidad ajedrecística mexicana nacidos en otro país, son el MI Gil Russek; nacido en Tiberíades, Israel; el MI Alvaro Blanco, nacido en Guisa, Cuba; el MF Silvio Pla, nacido en la Argentina; etc.
Son decenas, sino centenas de jugadores los nacidos en diversos países, pero participantes en nuestro medio y muchos ya naturalizados mexicanos. Históricamente siempre han participado emigrantes en los torneos nacionales, además de los citados Vazquez y Marquez Sterling, surgen a la mente el Ing. Ventosa, catalán orgulloso que paso la mayor parte de su vida en este país, tan recordado, Moises Glicowsky, Lázaro Pérez, Manuel Rivas, el afamado escritor León Felipe, el Comandante Alberto Bayo y varios personajes ilustres de la historia de otros países y de la América Nuestra, como José Martí Pérez.
Haciendo una lista de los titulados internacionales que aparecen representando a México ante la FIDE cuento fácilmente 18 nacidos fuera del territorio nacional de México.
¿A que caso viene alegar si una niña, mexicana de nacimiento según la ley, nacida en el extranjero, puede jugar o no en un evento como la “Olimpíada Nacional”? Me parece sumamente penoso que suceda, como se afirma en el relato del extrañado padre, que algún entrenador, con al menos mediano conocimiento de nuestro medio, pueda apoyar alguna protesta para que esta niña no pudiese jugar.
Seguramente esto fue causado por razones de la peor mezquindad, que se argumentan ante autoridades deportivas que, por lo general, son totalmente ignorantes del medio ajedrecístico mexicano.
Creo que todos tendríamos el deber de señalar a esos personajillos con un índice clasificatorio por su canallezca intervención.
Me preocupa mucho que un evento que debiera representar el portal de bienvenida a niños para que se beneficien de la práctica organizada del ajedrez, pueda ser usado para dañar, aunque fuese lo más mínimo, psicológicamente a un ser que debiera tener el apoyo de su sociedad, que debiera buscar como atraer más niños al ajedrez, no alejándolos mostrando la cara absurda de la envidia y el chauvinismo.
¿Acaso las llamadas “Olimpíadas Nacionales” se han vuelto el terreno donde algunos medran lucro a través de que sus supuestos pupilos obtengan medallas? ¿Se han convertido en un mercadeo de talentos, donde niños residentes en una entidad federativa se alquilan como mercenarios para representar a otras?
Obviamente que las entidades federativas solo podrían estar orgullosas de ser compradoras de talento, no formadoras de ciudadanos. Triste sería tal situación y llena de oprobio y de vergüenza para aquellos que compran los frutos de la labor de otros para colgarse una medalla adquirida de tan deleznable manera.
Leí también recientemente que el GM Sergey Karjakin de Ucrania, se pasaba a ser de Rusia, por razones totalmente económicas. Lo mismo hizo Kasparov en su momento, se aduce, pero la gran diferencia es que Kasparov pasó a Rusia por ser un perseguido étnico en su propia tierra natal.
Muchos emigran por razones diversas y muchos lo han hecho por encontrarse en situaciones como las que ahora toco sufrir a una niña inocente que no tiene más culpa que esforzarse en superarse.
“Los perros ladran, Sancho, señal de que cabalgamos”