Tras de dos rondas de la Olimpíada se observaron más de 170 partidas que terminaron tras errores gruesos. La cantidad de piezas colgadas es impresionante para encuentros de este nivel. El error común entre aficionados se ha dado con excesiva frecuencia en un evento que se esperaría que por ser integrado en un 95% con jugadores con título tuviese mayor nivel de calidad. Tal vez la razón sea que abundan los encuentros en que hay una gran diferencia de rating, en ocasiones de más de 400 puntos, lo que añade una presión adicional sobre el de rating inferior y una relajación en el juego de los que tienen mayor rating. ¿De que otra manera se explica que un Gran Maestro como José Gonzalez de México haga tablas con un jugador de Nepal que no llega a los 2000 de rating, existiendo un abismo de más de 400 puntos entre ellos? ¿O cómo un MI de 2400 dejase una pieza boba contra un GM de 2700?
Para variar muchos extienden lo de fiesta del ajedrez a fiesta nocturna en los bares, aprovechando que tienen toda la mañana para dormir y a muchos no les parece que haya mucho que pasear en una ciudad de Siberia a la que en su vida hubieran escogido para viajar de turistas. Tal vez por eso tantos errores con sospecha etílica.
Ya cerca las elecciones, los que se consideraban casi seguros de ganar, por tener apalabrados una cantidad enorme de votos, se comienzan a poner nerviosos dado que siempre hay la posibilidad de que por ser el voto secreto haya quienes de última hora cambien de bando. “Nuestra gente es gente de negocios y su lealtad va con ellos” Expresaba el que se considera aportará la mayor cantidad de votos a su bando. También aseguraba un maestro, quien siempre a estado bajo sueldo de los federativos, que la democracia en la FIDE es digna de las enseñanzas de Platón. No puede uno si no estar de acuerdo con ello, pues ya Bertrand Russell caracterizó a Platón como lo más antidemocrático de la historia, y que prácticamente socavo a la sociedad ateniense y que la familia de Platón fue muy beneficiada económicamente cuando Esparta venció a Atenas.
Ambos bandos contendientes son muy similares. Lo que puede variar entre ellos son sus métodos finos para obtener dinero a través del ajedrez. Pero en ambos grupos hay presidentes de federación que han estado controlando el ajedrez de sus países por más de dos décadas o sirven a grupos que así lo han hecho. También sus seguidores son muy parecidos, aunque en los que van por una reelección más están más pegados a la arbitrocracia, pues en el arbitraje donde su nicho de poder ha encontrado una manera más fácil de repartir favores, ya que los que saben jugar ajedrez son un poco menos disciplinados al poder que los que se saben un reglamento de ajedrez. En un restaurante hay generalmente un cocinero caprichoso y voluntarioso, pero el cuerpo de meseros es más disciplinado y se saben fácilmente sustituibles por el dueño del lugar, por lo que no pueden dárselas de prima donna. Ahora que hay buenos meseros que en propinas a veces pueden sacar tanto como el cocinero o más. Más o menos pasa así en los torneos. Un organizador puede seleccionar casi a su entero capricho quienes van a arbitrar el torneo, pero no quien lo va a ganar.
En muchos países hay asociaciones de árbitros que fijan tabuladores mínimos a respetar por organizadores y tienen hasta un sistema de turnos para repartirse las ofertas de trabajo, entre jugadores no existe nada de eso.
Hay que recordar que las federaciones son agrupaciones de asociaciones, no de jugadores. Las asociaciones están conformadas, según dice la Ley, por ligas y las ligas por clubes. Los clubes están integrados por una mesa directiva, no necesariamente democrática, pues hay clubes propiedad de una persona. Aun suponiendo que en un club una vez al año los jugadores votasen por quien dirige el club, esa sería la única ocasión que un jugador tiene voto y eso se disolvería a lo largo de una escalera. En un país de aquellos que solo tienen unos 1000 ajedrecistas registrados, que hay muchos en FIDE, puede haber unos 10 clubes de 100 miembros, agrupados en 4 asociaciones, estas cuatro asociaciones estarán nombrados por dos directivos de clubes cada uno, seguramente ellos mismos votan por si mismos en una elección que normalmente se hace cada cuatro años. Luego estas cuatro personas, deciden quien es el presidente y su delegado ante FIDE, y ese votará cada cuatro años por quien dirige la FIDE. O sea los 1000 miembros votaron una vez, si acaso, pues seguro que en los 10 clubes no más de 60% fueron a juntas de votación, máxime en países donde para votar por presidente de la República no votan más de 55%. Lo que significa que esa federación elegida por no mas de cuatro personas, a su vez nombradas por no más de 10 personas, elegidas en una ocasión por un total de 600 personas van a tener un peso en la votación similar a la de Rusia que tal vez fueron elegidos en un proceso de representación electoral similar por una base de 6 millones de personas.
Tremenda aberración anti democrática fue tratada de solucionar en 1776 por los padres de los Estados Unidos, con el plan de dos cámaras, una de representación por estado, que tenían igual peso electoral independientemente de tener 100 mil habitantes o 30 millones de habitantes, y otra cámara en que la representación se basa en la cantidad de habitantes. Así un estado tiene dos representantes en una cámara y 6 en otra, mientras otro más populoso tiene los mismos dos en una cámara y 150 en otra. Así se balancearon algunas cosas. Pero esto no ha funcionado mucho por algunas transas a la hora de hacer los registros de población. En FIDE un país con un buen mecenas puede comprar miles de “registros” y decir que tiene miles de miembros. Supongamos que usted tiene un club de 10 miembros y cada uno paga su SIRED de 100 pesos, y acredita $1000.00 , pero si un millonario quiere mostrar un club de mil miembros, puede pagar 100 mil pesos de SIRED, pagando registros de miembros hasta de sus empleados domésticos que jamás irían a su club de ajedrez, pero puede fingir que si, y registrar mil miembros, y en un sistema de votación proporcional tendría mas peso electoral que un verdadero club de 200 miembros. Es fácil probar que esto ha pasado en más de una ocasión, y no hay razón para no pensar que siga pasando.
Por eso las proposiciones de un país, un voto, seguramente seguirá pesando y ganando, mientras esos mismos países tengan su voto para impedir que cambie. Claro que cuando hay comisión reorganizadora entonces dependerá de la discrecionalidad, opinión personal o política de alguien, como repartir los votos. Pero la costumbre es que la gente vota por si misma. Sería diferente si a los representantes de Asociación se les impidiera votar por si mismos, pero seguramente encontrarían la forma de poner a sus títeres para cuidar sus intereses, como se hizo en la época en que existía esa regla.
Mientras que cada miembro de una federación no vote por sus dirigentes no habrá democracia real en el ajedrez y se mantendrá una separación notoria entre jugadores y dirigentes que solo no ven los que siempre han cobrado sueldos pegados a los dirigentes. Una opinión de un empleado para favorecer a su jefe, no es muy de confiar. Una separación obvia que es creada por ese sistema electoral de representación diluida. Durante más de 20 años fui como cuña en ese sistema al ser jugador y presidente de diversas Asociaciones y realmente no pude encontrar en ese sistema electoral un camino para la democracia. Incluso en las asociaciones que representé no logre que fuera por votación de jugadores, sino recibí designaciones de parte de un dirigente deportivo ajeno al ajedrez, por ejemplo era nombrado como presidente de la Asociación de ajedrez de la UNAM por voluntad del Director General de Actividades Deportivas de la UNAM que era un gran experto en futbol americano. Por mas que propuse el cambio a un sistema democrático, no obtuve resonancia en ningún otro presidente de Asociación, pues no tenían el menor interés en un cambio. Hubo asambleas nacionales en que era evidente que no había ningún tema de interés para los jugadores, solo se discutían asuntos que tenían que ver con arbitrajes y manejos de fondos, nada para ver como mejorar la calidad.
Opte por trabajar en la política nacional fuera del ajedrez, en la de las instituciones gubernamentales y el ambiente, aunque tiene reputación de ser corrupto, lo es enormemente menos que en el otro. Y en la política de partidos políticos la cosa está grave, así que imagínense en el de deportes.
El de la FIDE lo conozco muy bien, gracias a la cercana relación con el personaje más experimentado del grupo de Kirzán, y a mi parecer el más talentoso, el A.I. Jorge Vega Fernández que conozco desde 1972. Por ello puedo asegurar que el cambio radical en ese organismo es algo impensable y que, salvo una gran sorpresa, tal vez influida por la perdida de simpatías del presidente actual por parte del gobierno ruso, la reelección es segura. El númeroso comité mexicano de apoyo a Karpov no tiene la menor influencia en el voto de México por muy secreto que sea el voto, como no lo tienen en la federación. Moralmente tampoco tienen mucha base, pues Karpov en realidad nunca ha tenido alguna acción de beneficio a México, aparte de visitar el país cuando hay una buena cantidad de razones en dólares para hacerlo. Vino en 1972 por muy poco dinero, es cierto, pero no tenía tanta fama y a mi me consta que ni lo tomaban en cuenta los organizadores mexicanos, pues lo dejaron abandonado en medio de la ciudad y yo como estudiante tuve que subirlo a un transporte público de 5 centavos de dólar y hacerlo viajar en un estribo de camión unos cuatro kilómetros. En 1972 como Karpov no hablaba sino ruso, prácticamente solo platicaba conmigo. Después vino ya cobrando un enorme sueldo, como lo volverá a hacer. Espero que firme recibos estrictamente por los montos que reciba y no permita que alguien cobre enormes comisiones por contratarlo.
Del grupo de reelección, puedo afirmar que a pesar de lo que se diga, de alguna manera se debe a Jorge Vega mucho del arranque inicial del ajedrez mexicano entre 1975 y 1976, años decisivos, y ya por eso habría que tenerle consideración y gratitud. Entre 1972 y 1982, que fue su período de dirigir el ajedrez cubano, fue fundamental para México y para que nuestro país obtuviese jugadores con títulos internacionales y ahí había que incluir a los GM Carlos Torre Repetto y Marcel Sisniega. Torre recibió su título de GM más por acciones y gestiones de Jorge Vega y Gligoric que por las de otros dirigentes, que más bien cosecharon la labor.
A pesar de tener puntos de vista opuestos y de la enorme diferencia entre conocimientos y modos de ser de ambos dirigentes, no es tan sorprendente que los dirigentes del ajedrez mexicano por primera vez apoyasen la gestión de Vega, pues era obvio que era la única que les daba alguna vía, pues el comité mexicano pro Karpov si ha calificado la actual gestión dirigente mexicana como muy nociva, lo que es significativo por el prestigio de algunos de sus más reconocidos descalificadores. Por supuesto FENAMAC no contestó las recriminaciones públicas del Dr. Lopez Michelone, pues nunca contesta a nada, pero aunque lance a Kirzán como candidato a reelegirse, nadie puede poner la mano al fuego cual será el voto “secreto” de México en la FIDE, sólo sabemos el público, pues era necesario para la postulación y a la vista no se puede hacer otra cosa que lo acordado. Pero puede pasar cualquier cosa, pues como no existe comunicación, López Michelone no puede saber por quien se votará. Se supone por él que con Karpov nos iría mejor. Pero sus argumentos no son contundentes, pues Karpov ha tenido años de oportunidades para ayudar en algo a México y nunca hemos visto nada. En cambio de lo que ha hecho Vega en México hay documentación probatoria, hay muchos datos publicados de todos y cada uno de los pasos de Vega en el ajedrez desde 1972, muchos conocemos la detallada historia de su trayectoria, con fotos, publicaciones, documentos de todo tipo, máxime en esta época del Internet en que todo se sabe y se consigue prueba de todo, hasta de con que cheque o tarjeta de crédito se paga un hotel o un pasaje de avión.
Mas vale algo conocido dicen algunos, aunque claro, la promesa de una brillante aurora, el soñar en que cambie el ambiente del ajedrez es muy atractivo, pero la FIDE tendrá el presidente que merezca, ni mas ni menos.