Manuel Marquez Sterlin Loret de Mola, esta considerado uno de los veinte cubanos más insignes de la historia, pero su vida se desarrolló desde su nacimiento de la Cuba en el exilio en Lima, Perú; hasta una activa vida periodística en México y en España, además de una larga temporada, como era usual con los cubanos que luchaban por su independencia, en los Estados Unidos. En los países citados tuvo amplios contactos con José Martí, con Andrés Clemente Vazquez, que fue viceministro de Relaciones Exteriores de México, pero que nació en Cuba y luego fue nombrado representante de México en La Habana ante el gobierno español primero y luego ante las fuerzas de ocupación de los Estados Unidos y era considerado el decano del cuerpo diplomático en La Habana, y tenía ya el nombramiento para ser el primer embajador de México ante la República de Cuba, cuando iniciase su primer régimen independiente, pero Don Andrés falleció antes de que la bandera de la Cuba independiente ondeará en La Habana, después de arriar la bandera de la barra y las estrellas. Por eso no fue embajador de México ante Cuba independiente, pero en cambio Manuel Marquez Sterling fue embajador de Cuba en México y tuvo un papel muy importante en 1913 tratando de salvar a Madero y a José María Pino Suárez, quien fuera amigo personal de Marquez Sterling y fundase el Club de Ajedrez en Yucatán en 1908 en honor de Don Andrés Clemente Vazquez. El futuro Presidente de Cuba intentó salvar al Presidente y al Vicepresidente de México del asesinato fraguado por el chacal Huerta y con el apoyo del fatídico embajador de Estados Unidos en México, en lo que se llamó la Decena Trágica, causada por el Pacto de la Ciudadela, que pretendió y logró asestar un golpe terrible a la Revolución Mexicana y que costó que durase una década más la lucha interna que causó la muerte de un cuarto de millón de mexicanos por lo menos.
Si para el ajedrez el nombre de Manuel Marquez Sterling Loret de Mola es enorme, lo es también para la historia de las libertades iberoamericanas.