“Así, no debería retenerse
en la mente ni nombres, ni números, ni incidentes aislados, sino solamente métodos.
El método es plástico, y aplicable a cada situación; por el contrario, el
resultado, el incidente aislado, es rígido por su ligazón a unas condiciones
totalmente individuales.
El método produce numerosos
resultados, de los que unos pocos permanecerán en nuestra memoria, y siempre
que sigan siendo pocos serán de utilidad para ilustrar y mantener vivas las
reglas que ordenan mil resultados. Tales resultados útiles deben ser renovados
de vez en cuando, al igual que para mantener fuerte y sano a un organismo vivo
hay que darle de comer alimentos frescos. Pero los resultados útiles revisten,
de esta forma, una conexión viviente con las reglas, y éstas de nuevo se
descubren aplicando un método vivo : la totalidad de esta organización debe
tener vida; es más, una vida armoniosa.”
Así recomienda el GM
Emanuel Lasker, en su libro “Manual de Ajedrez”.
Lasker. que por más de 20
años fuera campeón mundial, además de ser destacado académico, apuntaba que en
el ajedrez no debieran memorizarse datos, sino desarrollar costumbres, hábitos
de seguir un procedimiento para razonar en ajedrez.
El afirmaba que con un buen
programa de estudio cualquier persona de capacidad normal podría llegar a ser
un maestro de ajedrez.
Agregó:
“El camino a recorrer hacia
esta enseñanza requiere buenos profesores, unos maestros de ajedrez que sean al
mismo tiempo unos genios de la docencia. Pero compensa atravesarlo, pues
conduce a un país de hombres capaces de juzgar con independencia, actuar con
valentía y aspirar a nobles ideales.
¿ Cómo deberían estos
profesores seguir su vocación? Iniciando a los jóvenes en el juego de la forma
apropiada mediante conferencias, buenos libros, y el juego directo con los
alumnos; la asistencia a los encuentros de estos, tomando notas y haciendo
comentarios sobre los puntos fuertes y débiles de las partidas jugadas; en
definitiva, facilitando así el pensamiento del alumno, sin ejercer violencia
sobre él. Las formas en que un buen profesor puede desempeñar un trabajo
eficiente son multiformes y variados”