Cuando uno anda hurgando en los archivos históricos del
ajedrez es muy difícil diferenciar lo auténtico de lo falso. Pero a veces hay
hallazgos que uno desearía que fueran verdaderos.
Andando por La Habana, algunos amigos que saben de mi gusto
de andar fotocopiando o escaneando manuscritos raros y sobre todo relacionados
con el admirado José Raúl Capablanca, me “prestaron” las transcripciones de 14
lecciones que dio el genial cubano a su única discipula presencial, Maria
Teresa Mora Iturralde. Según eso eran del archivo del Sr. De Pazos, quien fuese
Presidente del Club de La Habana y también distinguido mentor de Doña Maria
Teresa.
Por supuesto que algunas cosas parecían dudosas. Primero,
varias fuentes fidedignas decían que sólo 12 lecciones le dio Capablanca a su
pupila. Y aquí eran 14 muy bien estructuradas. Segundo, eran copias fotostáticas
de copias y se suponía que fueron propiedad del Arbitro Internacional José Luis
Barreras, quien nunca mencionó ese especial tesoro. Y miren que pase horas
conversando con él sobre Capablanca, y recuerdo muy bien esas pláticas. Me
parece increíble que no mencionase tales copias. Intercambiamos muchos
documentos sobre Capablanca y se me hace muy extraño que teniendo esas copias
nunca me las mostrase.
Como resultaba muy económica la posibilidad de hacerme de
copias de las copias, pues por curiosidad las adquirí y como no tenía bases
para afirmar que debieron ser 12 en lugar de las 14 que me presentaban, me hice
un poco la ilusión de que quizás estaba yo en el error.
Luego vi un artículo en enero de 2014 escrito por Petronio
Pérez en que se mencionaban las 12 clases y también el hecho que el Sr. Rafael
De Pazos fue mentor de Doña Teresa. De ahí me quedó claro que debieron ser 12
solamente.
El caso es que tenía archivadas las copias junto con notas
que el hijo de otra insigne jugadora cubana, Doña Sara Castellón, me había
mandado sobre su ilustre progenitora y preparaba para el 8 de marzo un artículo
sobre la historia del Ajedrez Femenil en Cuba y empecé hace unos días a
examinar las notas sobre ambas jugadoras.
Comencé entonces a leer las copias de la supuesta
transcripción de las lecciones de Capablanca. Por algunos detalles me dieron
más seguridad que no eran de Capablanca, sobre todo por algunos comentarios muy
elogiosos del juego de Alekhine en una partida. El caso es que las dichosas
lecciones resultaron ser muy instructivas y valiosas, y Si non e vero… Estaban
muy bien diseñadas las lecciones. Si estaban escritas por De Pazos, el supuesto
transcriptor, o incluso por algún maestro que se firmaba como Capablanca, ya
eso pasó a segundo plano. Las lecciones eran buenas, bastante buenas,
excelentes diría yo.
Una vez el Maestro Internacional Francisco J. Pérez me
comentaba que algunos libros firmados por Alekhine y redactados por el campeón
mundial y mencionando a sus coautores como auxiliares, eran prácticamente
escritos por Maestros españoles y Alekhine solo dio el visto bueno y un 10%,
cuando mucho de aportaciones. Algo así sucede actualmente con algunos libros en
que aparecen como autores jugadores famosos y taquilleros. Se dice mucho que
gran parte del famoso libro de Bronstein sobre Zurich 1953 tenía mucho del
amigo del gran maestro, el excelente redactor Weinstein, padrino político de
Don David y jerarca del ajedrez soviético, alto funcionario de la KGB.
No sería la primera vez que una supuesta falsificación
estuviera hecha con más calidad que el original, como hay muchas leyendas de
pinturas falsificadas a los grandes maestros.
El chiste está que esas 14 lecciones, basadas en partidas de
Capablanca de sus primeros años, entre 1905 y 1914 me han servido bastante para
hacer unas lecciones para mis alumnos, con lo que ya no se si es plagio al
plagiario y he estado obligado a ampliar mucho las notas, tal vez terminando
por arruinarlas en su armonía, agregándole comentarios y notas de partidas
modernas. Así que si en Internet aparecen las “14 lecciones” de Capablanca,
algo así como para competir con el libro “Legado” de Alekhine de sus clases con
Pomar, pueden asegurar que son apócrifas, además de que ya son 16, para
acabarlas de transfigurar. Es como un Curso de Ajedrez de la Escuela Soviética en
español muy solicitado y escrito por un Maestro que no figura en ningún listado
de maestros de la federación de ajedrez de Rusia en los últimos 70 años.
Ahora voy a revisar algo que me vendieron como la
transcripción de unas clases que Rubinstein le dio al GM Belga Alberik O`Kelly,
que a ojo de pájaro, parecen magníficas. ¡Si non e vero…!
Parece que llevan discutiendo siglos si el evangelio de
Santo Tomás o el de Judas, son apócrifos o no…