Ahora que “Jugada
Maestra” (Pawn sacrifice) es el filme que todos los ajedrecistas quieren ver,
ya sea en cines, o comprado en tianguis o en Amazons (muchos me preguntan si en
las memorias de tablets pensé que debiera ser incluida), yo quisiera motivar a
todos los padres de niños ajedrecistas y a entrenadores a que conozcan un film:
Álbum 61, que trata sobre la biografía del GM Boris Gelfand, y que creo que si
es imprescindible en una colección para poner en tablets y computadoras.
El GM Boris
Gelfand fue uno de los niños más prometedores de la URSS, nacido en Bielorrusia
y hoy de nacionalidad israelí, llegó a empatar el match por el campeonato
mundial con el GM Anand, pero no obtuvo el título al perder los desempates en
partidas rápidas.
En el film se
habla del importante papel de Abraham Gelfand, padre de Boris, y como apoyó a
su hijo en su ascenso por el ajedrez. El padre de Gelfand llevaba registro de
cada momento de la vida de su hijo, reuniendo álbumes muy detallados, donde se
conservan incluso los boletos usados en los viajes de su hijo. De ahí viene el
título del film, dirigido magistralmente por Halil Efrat, terminado en julio de
2013, con una hora y diez minutos de duración.
Este se sitúa en
el match por el campeonato mundial de 2012 que tuvo por escenario el
impresionante Museo Tretyakov de Moscú. 20 dias de mayo, en una lucha que tenía
en premios dos y medio millones de dólares. 6 a 6 en partidas serias y en las
rápidas 2.5 a 1.5. O sea Gelfand realmente perdió por la más mínima diferencia.
16 partidas, 13 tablas, y solo tres partidas decididas, en que el jugador con
blancas ganó en esas tres ocasiones. Gelfand abrió el marcador en la séptima partida
de las 12 pactadas a ritmo de torneo serio, y en la octava Anand emparejo, para
luego entablar otras cuatro partidas y terminar esa fase. En la segunda partida
de la serie de rápidas, Anand con blancas vence y eso, y otras dos tablas, le
permiten retener el título.
En el filme se
observa la alegría del grupo que apoyaba a Gelfand, incluyendo sus primeros
profesores de ajedrez desde que tenía 5 años, hasta su actual entrenador, con
casi 20 años de trabajar con él, Alex Huzman.
Existen
interesantes escenas del grupo de entrenadores de Gelfand y sus reuniones
durante el match. Todo lo dicho y visto allí es de valor no solo para
entrenadores y padres, sino para todos los que gustan de jugar ajedrez en
torneos.
La manera en que
los entrenadores trabajaban con los niños en la URSS, como Gelfand lo hizo de
los 5 a los 11 años, en que llegaban a trabajar 5 sesiones de tres horas a la
semana; y que el director del filme ilustra muy bien y gráficamente con escenas
de cómo los niños soviéticos se empeñaban al estudiar y competir en ajedrez, es
altamente dramático. Uno puede observar como los niños se involucran totalmente
en sus tareas y lo duro que era avanzar en ese medio de tan alto nivel de ajedrez.
Por eso del ajedrez escolar pasaban al ajedrez de máximo nivel mundial y
ganaban todos los títulos.
El filme muestra
claramente el secreto de la escuela soviética de ajedrez y el papel que
desempeñaban padres y entrenadores.
En un reciente artículo,
el GM Gregory Serper describe esas durezas y relata casos de jóvenes ajedrecistas
soviéticos ante el fracaso llegaron al suicidio, como el hijastro de Vasily
Smyslov, que quedó cuarto lugar en el mundial juvenil y posteriormente acabó
con su vida.
En el medio
occidental pasó otro tanto, como son los casos de Raymond Weinstein, el segundo
Fischer, un maestro internacional muy joven que derivó en sicópata y asesino,
pasando su vida en un penal. Había logrado grandes éxitos en los Estados Unidos
pero a pesar de que descollaba internacionalmente antes de cumplir 20 años, no resistió
la presión y se desquició.
El filme
demuestra la meta de vida de Abraham Gelfand por apoyar a su hijo.
Desgraciadamente no vivió lo bastante para ver a su hijo en la cima en ese
evento en el Museo Trytiakov de 2012. El filme es un verdadero tributo a su
esfuerzo y a los logros del GM Boris Gelfand.