Modelamos nuestras herramientas y
luego éstas nos modelan a nosotros.
M. McLuhan, Comprender los medios
El ajedrez es una actividad compleja en que para
desempeñarla con cierta calidad requiere emplear muchos recursos, no solo
nuestra capacidad en pensar, nuestra habilidad en emplear nuestros
conocimientos para una toma de decisiones, sino utilizar una serie de
instrumentos antes, durante y después de una partida.
Conforme progresamos en la práctica competitiva del ajedrez,
se nos va haciendo obvio que el principal trabajo debe realizarse antes de la
partida y que, mientras mas trabajo previo acumulemos, a la hora de la partida
viva más sencilla y efectiva será la labor durante la partida.
Para ese trabajo previo recurrimos a una serie de
instrumentos como son las agendas de trabajo, las bitácoras de torneos, las
bases de datos de partidas y el desarrollo y práctica de una metodología de
estudio y una metodología de actuación durante
la partida.
Preparación Técnica, Preparación Sicológica y Preparación Física
son tres vertientes básicas pero que a su vez tienen innumerables facetas.
Mientras más facetas tengamos en cuenta y más las desarrollemos, mejor será la
suma de ellas y en consecuencia aumentan las posibilidades de desempeñarnos con
excelencia y lograr triunfar en la partida viva.
La Preparación Sicológica es tal vez la parte más
importante. Muchos maestros y entrenadores coinciden en que la actitud ante una
partida desempeña más del 50% de peso total en el resultado. La actitud depende
de mucho de la seguridad en nosotros mismos y esta se crea en base a la
conciencia de que merecemos desempeñarnos bien porque realizamos un trabajo
concienzudo y concreto, porque nos esforzamos al máximo de nuestras
posibilidades y por ello nos ganamos el punto antes de la partida.
Nuestra seguridad en nosotros mismos se debilita cuando
sabemos que no nos esforzamos lo que pudimos, fuimos débiles en exigirnos un
trabajo más cabal a nosotros mismos, faltamos a la disciplina, no cuidamos
nuestro estado físico, no limpiamos bien nuestro “jardín” mental y permitimos
se nos ensuciara.
¿Cómo creer en que jugaremos mejor que antes si sabemos que
no hemos luchado por superarnos, si sabemos que no somos mejores que en el
orneo anterior que jugamos?
Podemos engañar a los amigos, a los entrenadores, a los
padres, a quien sea, pero no a nosotros mismos y del concepto que tenemos de
nosotros mismos dependerá la actitud ante la partida.
Saber cuánto, cómo y en donde vamos mejorando es crucial para
mejorar nuestra actitud y para ello tenemos muchos recursos, básicamente las
agendas, bitácoras y los registros diarios de todo lo que hacemos. Además de
medirnos constantemente, esos instrumentos sirven de acicate y recordatorio de que
debemos esforzarnos constantemente, no dejar pasar un dia sin ser mejores.
Así como una posición de ajedrez no puede ser valorada
correctamente sin seguir un sistema y al no poder valorarla con precisión no
podemos tomar las decisiones correctas para mejorarla, así nuestro ajedrez no
puede superarse sin sistemas concretos y detallados. Se requiere información
precisa para hallar el rumbo correcto e identificar los pasos precisos para
llegar a nuestras metas de la mejor y más rápida manera posible.
Sin mapas no se llega a ninguna parte, porque entonces
dependemos del azar y no de tener el control de nuestro camino.
Muchos dicen querer superarse, pero buscan recetas mágicas;
tal vez una pastilla o un talismán milagroso, pero con pena y alegría a la vez
les comunico que no hay atajos, hay caminos sistemáticos y efectivos,
laboriosos pero de éxito seguro y que solo requiere el fortalecer nuestra
voluntad paso a paso pues cada vez la cuesta es más empinada. ¡Que bueno,! ¿No?
Si fuera para cualquiera, todos serían campeones. Tenemos la oportunidad todos.
Depende de decidirnos.
Antes de las computadoras, dependía mucho del nacimiento y
la fortuna de una persona el llegar a ser gran jugador, pues el conocimiento y
metodología estaba al alcance de los menos, pero vivimos una era de
democratización de la información y a pesar de los poderes fácticos no se puede
prohibir el acceso al conocimiento y todos, aunque hay sus detalles, podemos
acceder al conocimiento.
Pero la cosa no es tan fácil. Los medios que usemos nos
marcaran. Si caemos en un mal uso de la computadora podemos hundirnos. Solo la
sabiduría y el consejo de los clásicos, aquellos que filosofaron mucho antes de
la existencia de las computadoras, nos pueden guiar. En los tiempos modernos
solo podrá salvarnos la sabiduría antigua, los consejos de los viejos, los
muertos que nos guían en los caminos, la humildad de aquel que se sabe que solo
al estar libre de ser esclavo de un máquina puede controlarlas. ( CONTINUARA)