En 1969 el GM Vladimir Sergeievich Antoshin, fue observador del Campeonato Nacional de Cuba, realizado en ese año en Matanzas. Tras 10 años de trabajo de la Federación de Ajedrez de Cuba bajo el nuevo régimen político, se habían realizado varios torneos internacionales importantes y la magna Olimpíada Mundial de Ajedrez de 1966, pero pocas figuras nuevas habían surgido. El campeón nacional hasta 1967 era prácticamente el mismo de la época de la era del Presidente Fulgencio Batista, y sólo dos jugadores, Silvino Garcia (campeón 1968) y Jesús Rodríguez se podía decir que eran producto de las amplias promociones de ajedrez del gobierno revolucionario. No obstante, había muchos jóvenes que tenían disposición y talento para llegar a ser la nueva generación del ajedrez cubano y pie veterano del gran auge que se observaría una década después. Por lo pronto se pidió a la URSS que proporcionase los servicios de un especialista en planificación de enseñanza de alto rendimiento de ajedrez, y el encomendado fue el GM Antoshin, (aunque no está claro quien lo designo o si fueron gestiones personales de él, como cuentan algunos, ya que estaba encantado de La Habana, en todo caso, fue una “elección” afortunada para todos).
En la semifinal nacional del año 1969, quedó claro que una nueva generación se estaba imponiendo, pues varios jugadores de la vieja guardia, como los maestros nacionales Planas (que 30 años antes estuviera con Capablanca en el equipo nacional de Cuba) y Hugo Santacruz, varias veces representantes de Cuba en eventos internacionales, incluidos varios Capablanca. Muchos jóvenes con el título de experto nacional habían logrado buen nivel. Muy lejos del que tenían cuando en 1964 recibían simultáneas por jugadores extranjeros, como recordaba el Maestro mexicano Alejandr Baez Graybelt, quien los venció con facilidad.. Participaron en ese evento eliminatorio los mejores 96 ajedrecistas clasificados en todo el país, y prácticamente 11 de los 12 clasificados fueron muy jóvenes , que obtenían así la promoción de su título de Experto Nacional al título de Candidato a Maestro: Juan Fernandez (17 años, futuro Maestro Internacional en 1975 y Campeón de Cuba), vencedor por S.B, Gerardo Lebredo (17, futuro Maestro Internacional), Danilo Buela (16, después MF), Omar Trujilo (17), Miguel Andrés (16, futuro MI, residente ahora en Argentina), Alberto Barreras (17, futuro MI residente ahora en Venezuela), Guillermo García (15, futuro Gran Maestro y fallecido veinte años después prematuramente), Román Hernández (19, futuro Gran Maestro), unidos a los más experimentados: Guillermo Estévez (21, futuro MI y residente ahora en los Estados Unidos), Francisco García (22), Luís P. Barrero (21), Antonio Cifuentes (28) y Rolando Oliva, el único "veterano", con 39 años. En resumen, el 61% de los clasificados contaba con menos de 20 años.
En resumen 2 de estas nuevas figuras se convertirían en Grandes Maestros y 5 en Maestros Internacionales.
Para la Final nacional que se realizó en Matanzas, junto con los clasificados mencionados, participaron, en vista de ya tener un título de MI o Maestro Nacional, los Maestros Internacionales Eleazar Jiménez, Eldis Cobo y Francisco J. Pérez; (actualmente todos fallecidos ya en La Habana) y los Maestros Nacionales Silvino García (actual Gran Maestro), Jesús Rodríguez (futuro MI y fallecido en La Habana), Rogelio Ortega (fallecido en La Habana), Jorge Chiong, Joaquín C. Diaz (futuro Maestro Internacional) y Julio Boudy (futuro Maestro Internacional, reside ahora en España).
O sea los participantes reunirían 3 títulos de gran maestro internacional y 11títulos de maestros internacionales.
Jesús Rodríguez fue el ganador del evento, y sería ganador de varios campeonatos nacionales más, incluyendo el de 1972 , cuando visitó México.
El caso es que el GM Antoshin observó la competencia y realizó una serie de recomendaciones, así como un esquema de planificación para que el ajedrez de Cuba se desarrollara al máximo nivel. Ya que el evento tenía la particularidad de jugarse en diferentes sedes dentro de la provincia de Matanzas, a fin de llevar el espectáculo a varias pequeñas ciudades, con objetivo de promoción, Vladimir Sergeievich comentaba en sus apuntes que circularon más tarde en formas mimeografiadas entre el cuerpo de entrenadores de la URSS, que los entrenadores soviéticos empleados en labores internacionalistas tenían que ser cuidadosos con las comidas, el clima tropical y los cambios de horarios y condiciones de hospedaje, además de mantener una serie de cuidados antes de probar algunas bebidas tropicales, como los de averiguar composición y grados Gay Lussac de los cocteles que les fueran ofrecidos y medirse la presión todos los días, así como mantener un régimen constante de ejercicio físico y un horario fijo de comidas y sueño.
Claro que lo importante de las notas del GM Antoshin destaca en como se debe escalonar la preparación de los ajedrecistas jóvenes, como unificar la curricula de estudios, pues observaba que los jugadores provenían de diferentes escuelas de ciudades de Cuba y habían sido preparados de manera distinta, por lo que había que unificar los programas de estudio y preparación, con contenidos similares. Claro que proponía la adaptación de los manuales de preparación que para jugadores de segunda, primera y candidatos a maestro eran oficiales en la URSS, especialmente los elaborados primero por Romanovsky y luego actualizados por Goloshnisev. A partir de 1971 dichos manuales fueron adaptados, y , al menos en sus esquemas básicos y tablas de contenidos, publicados en Cuba; los conocidos cuadernos “rosas”. Pero dado que la bibliografía soviética estaba solo en ruso y a pesar de los esfuerzos bibliográficos cubanos con la publicación de las principales obras recomendadas por los soviéticos, las colecciones de Alekhine, de Nimzovich, las de Capablanca y los finales de torre de Smyslov y Levenfish, era importante que los jugadores, o al menos uno de cada diez de un grupo, estudiara ruso lo suficiente para traducirles a sus compañeros los comentarios de los libros. Además se haría la suscripción a las revistas rusas “Ajedrez en la URSS” y “Boletín de Ajedrez en la URSS”, este último con artículos teóricos de aperturas y fáciles de traducir, se hizo el más popular y el más numerosamente enviado desde la URSS. Se impulsaría la revista Jaque Mate, que fundada en 1964 por el Dr. Juan Vela Monet, destacado Académico cubano, (su hijo el Dr. Juan Vela Valdez es el actual Ministro de Educación Superior de Cuba), fue fundamental para la promoción del ajedrez de 1964 a 1977, aumentando su tiraje sensiblemente a partir de 1969, con mayor número de páginas y con contenidos traducidos del ruso. El GM Antoshin resumió sus recomendaciones en sus “Apuntes”, que luego fue mimeografiado en ruso con más de 100 páginas de notas, que se entrego a los coordinadores de los asesores soviéticos deportivos en Cuba para que se pusieran en práctica. El caso es que a partir de 1969 fue un continuo ascenso. Claro que no se puede atribuir a Antoshin toda la hazaña, el MI Eleazar Jimenez a partir de 1970 se dedicó a entrenar jóvenes de manera más amplia, pues anteriormente sus participaciones como jugador lo limitaban mucho. También el cambio de política de hacer en lugar de mega torneos como los Capablanca in Memoriam de 22 jugadores, siendo el 70% extranjeros, con grandes costos a hacer varios torneos internacionales al año de 14 jugadores, con no más de un 33% de extranjeros, fue muy importante, además de la unificación de los planes y contenidos de estudios y una administración mas incluyente de las provincias, dejando de concentrar en la capital, La Habana, recursos y programas, estimulando a que los maestros más fuertes de Cuba, residentes en La Habana, viajasen continuamente a las provincias a dar cursos y exhibiciones, además de reforzar y estimular las escuelas de ajedrez en cada ciudad. En las normas establecidas para que una población cubana se pudiera considerar ciudad se incluyo el que tuvieran su academia de ajedrez, con lo que se abrió una en cada municipalidad. Esa labor administrativa le toco encabezarla al Maestro Oscar Cuesta inicialmente y luego, durante más de una década al AI Jorge Vega Fernández, actual Presidente de la Confederación de Ajedrez de América.
En La Habana en 1999 al ver un artículo y escuchar varias conferencias sobre como estaba organizado el sistema de enseñanza de ajedrez en Cuba, pude constatar como se habían realizado algunas recomendaciones fundamentales del GM Vladimir Sergeievich Antoshin…