El obtener la estructura
de peones que uno desea jugar es el primer paso de un proceso de dos paso. El segundo paso, tan
importante como el primero es saber aprovechar tal estructura de peones. Los rusos en la primera mitad del
siglo XX denominaron a esa parte del proceso con una palabra: priyome, que se
aplica con un nombre mnemotécnico para describir la técnica que es la
forma apropiada para sacarle jugo a una estructura particular de peones, pero más tarde se usa
para todo tipo de procedimiento estratégico que responde a un patrón particular
de interacción entre piezas y peones.
En los manuales rusos se
habla de poco más de 50, pero en un libro traducido al inglés, Techniques of
Positional Play de Valeri Broznik y Anatoli Terekhin, se habla de 45 maneras de
tomar ventaja en ajedrez.
Otro libro en inglés que
menciona los Pryomes es el de What It Takes to Become a Chess Master del GM
Andrew Soltis, que luego retoma el tema en 100 Master Trade Secrets, en donde
en un capítulo habla de los 25 pryomes más importantes.
Soltis escribe:
“Seguramente el lector ya conoce algunos pryomes aun cuando nunca ha oído
hablar del palabra priyome. Suponga que usted está jugando un final de torres
en que cada bando tiene una con siete peones.
Hay una columna abierta. El priyome simplemente es asir el control de la
columna con su torre. Esto es virtualmente en automático, la mayoría de los
jugadores sin pensar hace la jugada y obtiene una ventaja de manera, digamos,
típica”.
La mayoría de los
priyomes son mucho más sofisticados. Hay pryomes tácticos y estratégicos.
Pueden proporcionarle a uno una guía de cual debe ser la próxima jugada. . Son
el ABC de la cultura en lo que toca a jugar ajedrez “a la soviética”…
Se aprenden por práctica
y estudio, sobre todo analizando que hace cada gran maestro en una posición con
ciertas características.
Es más difícil adquirir un dominio de los
priyomes que dominar las maneras de manejar las estructuras de peones. En
primer lugar hay mucho más priyomes (50 básicos) que estructuras (28).
A menudo una sola estructura puede tener dos
o tres priyomes.
Un aficionado puede jugar bien algunas
posiciones porque aprendieron, a menudo inconscientemente, el priyome
apropiado. Los maestros pueden jugar bien muchas posiciones porque saben más de
ellos.
"Yo pienso que mi ventaja sobre otros
grandes maestros, es que como jugador práctico, dijo Hikaru Nakamura en una 2011
entrevista, "es que yo juego un número grande de posiciones. Incluso la
mejor preparación de aperturas en algún momento se acaba y entonces usted
necesita luchar."
Las 300 posiciones a que muchos se refieren
como el compendio del ajedrez magistral, no son otras que una colección de
posiciones hasta cierto punto típicas que se manejan de una cierta manera,
contienen unos 50 pryomes que se aplican, uno o varios, en cada una de esas 300
posiciones.