Existe una gran experiencia en el uso de la televisión para enseñar ajedrez. Recuerdo en México la serie de más de 20 programas cortos de Televisión de la República Mexicana a través del Canal 11 sobre e match Kenneth Frey contra Marcel Sisniega que conducíamos el MF Alberto Campos Ruíz y yo, con la producción del insigne escritor Eduardo Lizalde, así como los más de 30 programas de Fundación Televisa con la UNAM con el título de Ajedrez y Educación que se transmitía por los diversos canales de Televisa.
En los Estados Unidos se transmiten varias series de Ajedrez en los canales de Televisión Cultural, como en Canal 22 y en la Red Edusat de México se transmitió la Serie “El Juego es Pensar” con la coautoría técnica mía con el Mtro. Manuel Vega López de Llergo, la Producción de Jorge Pellicer y Direccion de Alfredo Roberts y Guiones de Patricio Rufo. Consta de 10 programas de 45 minutos, con una transmisión via satélite y una edición en videocasetes con fascículos impresos redactados por el que esto escribe.
En la Televisión Soviética se realizaron mas de 150 programas de media hora que durante década y media se transmitieron en horarios estelares. Incluso varios Grandes Maestros eran asiduos telespectadores de la serie creada por un amplio grupo de teóricos, periodistas y escritores de la URSS como Damsky, Linder, Averbach, Kotov, Yudovich y con intervenciones de decenas de Grandes Maestros.
En los años recientes, dentro de las series televisivas “Universidad Para Todos”, se producen en Cuba programas de ajedrez en la Televisión Estatal. Cientos de horas se han videograbado tocando prácticamente todos los temas técnicos del ajedrez.
Los principales conductores son los MF Armando López y Danilo Buela, así como el MI José Luis Vilela y el Maestro Miguel Angel Pineda, con intervención destacadas de la GM Vivian Ramón y el Maestro Oscar Cuesta, así como muchos Grandes Maestros cubanos.
Sin embargo la calidad de su producción no es del nivel de la época actual y cuentan con escasos recursos técnico televisivos, además de que son densos y no se ha encontrado una atractiva forma de transmitir sus complejos contenidos. En compensación, se ha acompañado a la elaboración de esta ambiciosa serie con una producción impresa muy importante, que realmente supera a la realizada por su antecedente soviético. No obstante todo ello, si se quisiera utilizar la emisión cubana para ser transmitida en la televisión de otros países requeriría una posproducción radical o replantear la serie completa, como es el caso de la serie “El Juego es Pensar” si se quisiera retransmitir 10 años después del año en que fue grabada. Los cambios técnicos televisivos y de enseñanza han evolucionado tanto y tan rápido, que ha caído en franca obsolescencia.