Severas críticas sobre lo que se califican como las extrañas
reglas que rigen los torneos en México hizo el GM Alejandro Ramírez en http://en.chessbase.com/post/chess-beach-and-controversy
Es interesante leer los comentarios a pesar de que siendo
Ramírez de origen centroamericano, aunque ahora juegue y viva como
norteamericano, seguramente no le eran extrañas las peculiares prácticas de
organizadores y jueces en torneos abiertos iberoamericanos. Muchas cosas
parecen incomprensibles y seguramente para la mayoría lo son. Y es que en la
búsqueda de hallar la mejor manera de atraer aficionados a que paguen una cuota
y se inscriban a un torneo, se han intentado todo tipo de maneras de repartir
premios, eludiendo los modelos que durante décadas funcionaron en la Unión
Americana, pero que no permiten lo que llamamos “discrecionalidad”. Aquí la
idea es atraer al jugador fuerte y a la vez al jugador común, para que el
evento salga en la foto, pero que también muchos participen para que haya
ganancias tras la repartición de premios o al menos se salga a mano tras pagar
los elevados costos de arbitraje.
Pero el equilibrio es difícil. En Estados Unidos lo logran contratando
pocos árbitros, y pagando bajos salarios, e incluso utilizando muchos
voluntarios, ya que ven el hacer torneos algo así como una acción social,
aunque muchos en Estados Unidos lo ven como actividad empresarial, normalmente
hay una mezcla de ambos tipos en cada torneo.
La observación de cómo se venden tantos libros y tan caros,
adjudicando a que no hay facilidades para comprarlos via internet, es un poco
absurda. Hay las mismas facilidades, pero hay menos confianza, pues muchas
veces el correo juega malas pasadas. Cada vez que uno manda material de ajedrez
por correo sabe que el 40% no llegará. Por eso muchos desconfían, pero si se
pagan envíos rápidos y garantizados, no por correo, si llegan, pero a veces el
gasto de envió supera el costo del material. Por eso software y bases de datos
es mejor hacerlo con enlaces en una “nube” de internet y mandar las claves por
email.
Pero a la mayoría de los jugadores en México las
computadoras y el inglés les parecen obstáculos insalvables y terminan pagando tres
o cuatro veces el precio que les costaría adquirir su material de estudio si no
tuvieran miedo a meterse en esos terrenos. Por eso la fuerza de un jugador se
ve tan influida por sus conocimientos de idiomas y de computación.
Hubo una época en México que todos los jugadores con título
internacional hablaban al menos dos idiomas extranjeros. Pero conforme las
editioriales en español publicaron más libros de ajedrez en castellano y se
crearon más sitios internet de ajedrez en español, se hizo posible que los que
solo hablaban y leían el castellano pudieran alcanzar buen nivel de excelencia
en ajedrez, si bien siempre irán a la zaga de los que saben otros idiomas.
El caso es que pareció demasiado severa la crítica que
apareció en ese artículo, aunque se ve que lo que lo motivo fue la controversia
sobre si un premio femenil fue mal otorgado, aunque da la impresión que otras
cosas más graves sucedieron.