Por supuesto me referiré a como alcanzo la calidad de juego
de Gran Maestro, no a la tramitología por la que dan los títulos, pues lo
importante es ver el modelo exitoso de jugador y como tomar enseñanza de ese
modelo.
Al emigrar en la infancia a la Ciudad de Nueva Orleans en
los Estados Unidos, es normal que los primeros libros que estudiase Torre fueran
los de moda en esa época y que le fueron proporcionados por los jugadores
locales que reconocían en el niño de origen yucateco un talento especial para
el ajedrez.
A muchos refirió que sus libros favoritos eran los de James
Mason, gran jugador que falleció un mes después de que naciera Torre. Mason,
nacido en Irlanda y emigrado a los Estados Unidos a los 12 años, fue un gran
jugador del que mucho se desconoce, incluyendo su verdadero nombre, pues se
nombró James Mason a su llegada a América y no se conoce el nombre de sus
padres. A los 27 años ganó el torneo más fuerte de América en esos años, el
Cuarto Congreso Americano en Filadelfia en 1876 y ese mismo año venció en un
match al GM Henry Bird. Un año después
regresa a Europa y se establece en Inglaterra. Según Torre, el libro de Mason, The Principles of Chess in Theory and Practice, publicado en 1894, diez años del nacimiento
de Torre, fue el texto que primero leyó.
Tiene
varios capítulos notables, unos, el de la página 28 Obstruction, (Obstrucción), y
el .de la página 29 Restraint-Knights
Move (Restringiendo el movimiento del caballo y el de la página 36, sobre los
cambios, .son los que, de acuerdo a los
apuntes de Rokhlin, amigo y colaborador de Torre durante la estancia del
maestro yucateco en Rusia en los años 1925 y 1926, fueron los que más
impresionaron a Torre. En el libro que planeaban publicar, con el título Como
Jugar como Gran Maestro, que finalmente llegó en español con el título de El Desarrollo de
la Habilidad en Ajedrez, Torre insistía en tratar esos temas. Originalmente el
plan era presentar 22 partidas de Torre y tocar en cada una un tema básico,
pero luego, por problemas del abasto del papel, se decidió reducir el libro a
la mitad, quedando prácticamente un pequeño cuaderno, aunque publicado en gran
tiraje. Algunas de las partidas que no cupieron en el libro, fueron publicadas
con Torre y Rokhlin como coautores en revistas soviéticas y un par de ellas,
con solo las notas de Torre, en el Boletín de Ajedrez de Zacatecas de 1926.
Pero la idea de publicar una partida por tema fue desechada, pero si las
seleccionadas ilustraron los temas de obstrucción, restricción del movimiento
del caballo y dos sobre el tema de los cambios. Sobre este último tema y sobre
como pasar de un medio juego a un final a base de cambios selectos, Torre
escribió varios artículos en la mencionada Revista de Zacatecas, pero
fueron diferentes las partidas
seleccionadas a las que estaban en las listas que conservó Rokhlin en la URSS
para ser publicadas después del regreso de Torre a América.
En tres puntos basaba Torre su método básico de jugar
ajedrez, siendo el primero el de no conformarse con lo suficientemente bueno,
sino exigirse al máximo.
Rokhlin apunta que un escritor francés contemporáneo de
Torre y que este leía con avidez, Celestin Freinet, (1896-1966) que en su
primer libro publicado en 1923 daba algunas pautas para ser creativos con los
que Torre se identificó inmediatamente. Torre había desarrollado la mayoría de
sus ideas antes de leer a Freinet, pero en él, dice Rokhlin, encontró al vocero
de sus ideas, a la expresión verbal y concreta de varias cosas que Torre
sentía. Deseaba Torre usar algunas frases y dichos de Freinet, pero Rokhlin lo
desanimó y sugirió aplicar algunas frases de ideólogos marxistas, idea con la
que Torre no simpatizó, aunque estuvo a punto de emplear algunas de Bulganin,
joven solo 10 años mayor que Torre y teórico marxista con el que el yucateco hizo
amistad pronto, como introducción a los
comentarios de sus partidas. El caso es que ni las de Freinet, ni las de
Bulganin se utilizaron, pero es interesante ver las que Rokhlin tenía
apuntadas. En particular Torre gustaba
de la siguiente: “Todos los caminos son buenos cuando conducen a las alturas”. Otra
favorita: “Todo método que pretenda hacer beber al caballo que no tiene sed es
lamentable. Todo método que abra el apetito de saber y estimule la poderosa
necesidad de trabajo es bueno”. “¡ No solteís nunca las manos… antes de tocar
con los pies!”, era frase anotada con Freinet y Capablanca como autores. La
explicación es que la mencionaba mucho Capablanca, pero Freinet tenía una
parecida… La idea era la de no abandonar un plan o un método de trabajo más que
cuando se halle otro mejor al que agarrarse.
Rokhlin apunta que Torre no se decidía por dejar los métodos
de Mason y Pillsbury por seguir los de Lasker, que lo había impresionado tanto
al verlo jugar y ganar en Nueva York a sus más de 55 años de edad, que a Torre
en esa época le parecía edad avanzada, según los parámetros de esos años,
superando a los jóvenes Capablanca y Alekhine, como lo hiciera 10 años antes en
San Petersburgo.