Toda proporción guardada, creo
que los ajedrecistas debemos expresar nuestras ideas y aunque no tengamos una
Iglesia de Todos los Santos para clavar nuestras tesis, mucho menos de 95, gracias al internet y a la facilidad de sacar
copias a impresos, podemos externar nuestros puntos de vista y pedir a los
compañeros ajedrecistas a que se manifiesten.
Después de varios años de algunos
desatinos en la federación de ajedrez que controla las actividades en México, y
antes de que me canten el Green Green Grass Home o Cuando los Santos Marchen al
Cielo, quisiera compartir algunas ideas ahora que ya cumplí más de 50 años de
jugar torneos en México.
El peor daño que se le hizo al
ajedrez en México es la proliferación de torneos en sistema Suizo realizándolos
con ajustes malos que los hicieron diferentes
a los del resto del mundo.
Primero: No se reparten
igualmente los premios entre jugadores que tienen los mismos puntos, sino su
distribución depende de resultados de contrincantes y pueden crearse grandes
diferencias entre lo que cobran jugadores de misma puntuación, causadas
mayormente por “arreglos” en otras partidas en los resultados de jugadores que
no están peleando los mismos premios.
Consecuencia: Que jugadores en
equipos, digamos de un mismo club, una misma ciudad o una misma nacionalidad,
pueden jugar en grupos, sobre todo si son de más de cinco personas y de buena
fuerza, para arreglar que uno de ellos cobre un premio mucho mayor que otro
jugador fuera del equipo que haga la misma puntuación.
Solución sencilla. Que en los
torneos en México se repartan equitativamente los premios entre los que hagan
la misma puntuación, como se hace en la gran mayoría de los países del mundo.
Ademàs no se den facilidades,
como son cartas de invitación, cortesías de hospedaje, descuentos, a màs de
cinco jugadores de un mismo club, una misma ciudad o un mismo país extranjero.
Llevar un record de la actividad
de ciertos jugadores que continuamente caen en las prácticas de arreglar
partidas y lo mismo de jueces que manipulan pareos.
Segundo: La actividad de los árbitros
y su contratación ha sido moneda política de los dirigentes de Asociaciones y
Federación. Hay que establecer una comisión de vigilancia al respecto, pues los
contratos civiles si deben tener entera libertad, pero si interviene de alguna
forma el dinero gubernamental, debe haber transparencia en porque se contrata
un árbitro. Hay incluso el caso de presidentes de asociación que son
contratados por los directivos de la federación para arbitrar torneos, lo que
se puede interpretar como pago por su voto en elecciones o decisiones de la
FENAMAC. Un presidente de asociación no debe contratarse como arbitro ni como algún
tipo de empleado de la FENAMAC si hay dinero gubernamental envuelto, para que
haya la seguridad de que no haya conflicto de intereses. Se requiere un comité de
vigilancia integrado por 5 árbitros que
no sean presidentes de asociación, por un grupo de 5 jugadores con titulo
internacional y con 5 entrenadores con titulo internacional, todos deberán ser
de diferentes asociaciones, para verificar pareos de torneos haya queja o no y
en especial situaciones donde haya queja. Además deberá verificar se roten las oportunidades
de arbitrar y vigile sobre todo que haya el mismo numero de mujeres árbitros contratadas
que de árbitros hombres contratados. Es
importante que al menos se mantenga la proporción de ley que por cada
extranjero contratado se contraten 10 mexicanos y que se haga público la
cantidad de dinero que cobra cada árbitro.
Verificar que los árbitros internacionales
mexicanos, que haya sido como haya sido obtuvieron su título, pasen un examen
de Toffel o Cambridge certificado, para demostrar que saben inglés, pues aunque
se supone que era obligado saber al menos dos idiomas aparte del nativo, me
queda claro que ni el 10% de los árbitros internacionales mexicanos, nativos o
naturalizados, saben otro idioma que el castellano.
Tanto los torneos sistemas suizo,
los pareos de los árbitros y los “equipos” de jugadores han hecho del circuito
mexicano de torneos nacional e internacional un ambiente de corrupción total
que es una total vergüenza para el ajedrez mexicano y que hacen que muchos jóvenes
prometedores se desanimen al ver que si no entra a las mafias se verá
obstaculizado en su desarrollo.
Un punto importante para promover
el fogueo es que para torneos de menos de 300 jugadores se juegue en un solo
grupo, dando premios por niveles de rating, exactamente igual que se hace en
los torneos en los Estados Unidos, país de mas amplia experiencia en
realizar torneos abiertos en todo el
mundo. Si ha sido su manera de hacer torneos de muchas formas exitosa, ¿Por qué
los hacemos de otra manera? Para fomentar la corrupción.
Tercero: Promover torneos round
robin, de todos contra todos. Si nos tomamos la molestia, con la facilidad de
las computadoras, de calcular cuantos jugadores mexicanos cobran un premio en
2011 torneos suizos computados, les
puedo decir que de 1974 a 2015,
trescientos doce jugadores diferentes cobraron dinero en un torneo
mexicano y participaron en ellos seis mil veintitrés jugadores, es decir que uno de cada veinte, o lo peor,
màs de cinco mil jugadores participaron en decenas de torneos sin jamás cobrar
un premio. ¿Entonces porque se da tanta importancia a los premios en efectivo
si casi nadie cobra? Aparte de unos 120 jugadores, casi nadie ha cobrado más de
un promedio de un premio en efectivo por año. Entonces los premios en efectivo
no son básicos para promover el ajedrez. Para subir de juego nada mejor que
torneos FIDE de grupos de 6, 8 o 10 jugadores, de al menos 9 rondas.
Para ello la FENAMAC debe romper “la
arbitrocracia” y bajar los cobros de inscripción y participación para registro
de esos torneos. Actualmente hay clubes que cobran más de 500 pesos por jugar
un torneo de esos, y aun asi hay decenas de jugadores que son asiduos
participantes de esos eventos, sabedores que mejoran en su calidad de ajedrez.
Cuatro: Hay que promover la capacitación de cuadros,
lo que algunos llaman erróneamente “profesionalización”. Hay que establecer un sistema de calidad para
los que participan en actividades de ajedrez, pues actualmente a todo el que se
acerca por primera vez al ajedrez le dan gato por liebre. Hice un estudio de
200 puestos laborales ocupados por personal que se supone da servicios en
ajedrez y 180 estaban ocupados por personas con un promedio escolar inferior a
la educación media superior, 110 por personas con claro problema de
alcoholismo, 95 por jugadores que no habían participado en su vida en más de 40
torneos y 78 que tenían
una experiencia previa superior a
dos años. Atendían 176 de ellos a 1400 niños que en dos años de tomar clases
con ellos solo un 8% continuaban en el tercer año con el mismo profesor y solo
un 6% había logrado algún éxito relativo en ajedrez. En resumen, eran una
estafa la gran mayoría.
Se requiere un estudio serio, con
actuarios, que establezcan por estadísticas y mediciones el estado real de
nuestro ajedrez. Baste decir que en 1972
la edad promedio de los 100 mejores jugadores del país era de 32 años, en 2016
es de 43 años. Vamos para atrás.
En dinero vamos peor. En 1976 se
recibió del gobierno para el ajedrez de manera directa o indirecta unos diez
millones de pesos para 5000 jugadores afiliados que además aportaron 2 millones
mas en inscripciones, cuotas, etc. En 2012 se recibió 140 millones para 2800
afiliados, que además aportaron un millón doscientos mil pesos. Aunque es difícil
establecer el valor adquisitivo, las cuentas huelen mal.
El caso es que en resumen,
solicito de mis compañeros ajedrecistas firmemos una carta en que se pida:
Cambios en la estructura de
Torneos Suizos.
Un comité de vigilancia de
arbitraje.
Una política decidida para acabar
con practicas por equipos en torneos individuales para combatir la corrupción.
Promoción de torneos round robin,
de preferencia valederos para la FIDE.
Cursos continuos de capacitación.
Evitar que los puestos directivos
de asociaciones sean ocupados por profesionales o semiprofesionales de ajedrez
que puedan sospecharse que usen su puesto directivo para conseguir empleo.
Respetar las leyes migratorias de
México respecto a la contratación de extranjeros y pago de impuestos por premios
o trabajo temporal en México cobrados por extranjeros.
Después de 50 años de sufrir por
la corrupción causada por la mala estructuración de los torneos sistemas
suizos, lo que me quede de vida quiero hacer la lucha para que las próximas generaciones
no pasen lo que sufrimos tantos en México y que alejó del ajedrez a muchas
centenas de personas que hubiesen sido mas valiosas para el ajedrez que otras
que se enquistaron para sacar provecho de “minucias” técnicas que abrieron las
puertas a tanta trampa y pillaje que ha dañado no solo a México, sino a algunos
países vecinos por nuestra causa.