21 mar 2016

Exhorto en Oaxtepec para lograr cambios en el ajedrez en México.




Toda proporción guardada, creo que los ajedrecistas debemos expresar nuestras ideas y aunque no tengamos una Iglesia de Todos los Santos para clavar nuestras tesis, mucho menos de 95,  gracias al internet y a la facilidad de sacar copias a impresos, podemos externar nuestros puntos de vista y pedir a los compañeros ajedrecistas a que se manifiesten.
Después de varios años de algunos desatinos en la federación de ajedrez que controla las actividades en México, y antes de que me canten el Green Green Grass Home o Cuando los Santos Marchen al Cielo, quisiera compartir algunas ideas ahora que ya cumplí más de 50 años de jugar torneos en México.
El peor daño que se le hizo al ajedrez en México es la proliferación de torneos en sistema Suizo realizándolos con ajustes malos que los hicieron  diferentes a los del resto del mundo.
Primero: No se reparten igualmente los premios entre jugadores que tienen los mismos puntos, sino su distribución depende de resultados de contrincantes y pueden crearse grandes diferencias entre lo que cobran jugadores de misma puntuación, causadas mayormente por “arreglos” en otras partidas en los resultados de jugadores que no están peleando los mismos premios.
Consecuencia: Que jugadores en equipos, digamos de un mismo club, una misma ciudad o una misma nacionalidad, pueden jugar en grupos, sobre todo si son de más de cinco personas y de buena fuerza, para arreglar que uno de ellos cobre un premio mucho mayor que otro jugador fuera del equipo que haga la misma puntuación.
Solución sencilla. Que en los torneos en México se repartan equitativamente los premios entre los que hagan la misma puntuación, como se hace en la gran mayoría de los países del mundo.
Ademàs no se den facilidades, como son cartas de invitación, cortesías de hospedaje, descuentos, a màs de cinco jugadores de un mismo club, una misma ciudad o un mismo país extranjero.
Llevar un record de la actividad de ciertos jugadores que continuamente caen en las prácticas de arreglar partidas y lo mismo de jueces que manipulan pareos.
Segundo: La actividad de los árbitros y su contratación ha sido moneda política de los dirigentes de Asociaciones y Federación. Hay que establecer una comisión de vigilancia al respecto, pues los contratos civiles si deben tener entera libertad, pero si interviene de alguna forma el dinero gubernamental, debe haber transparencia en porque se contrata un árbitro. Hay incluso el caso de presidentes de asociación que son contratados por los directivos de la federación para arbitrar torneos, lo que se puede interpretar como pago por su voto en elecciones o decisiones de la FENAMAC. Un presidente de asociación no debe contratarse como arbitro ni como algún tipo de empleado de la FENAMAC si hay dinero gubernamental envuelto, para que haya la seguridad de que no haya conflicto de intereses. Se requiere un comité de vigilancia integrado por 5  árbitros que no sean presidentes de asociación, por un grupo de 5 jugadores con titulo internacional y con 5 entrenadores con titulo internacional, todos deberán ser de diferentes asociaciones, para verificar pareos de torneos haya queja o no y en especial situaciones donde haya queja. Además deberá verificar se roten las oportunidades de arbitrar y vigile sobre todo que haya el mismo numero de mujeres árbitros contratadas que de árbitros hombres contratados.  Es importante que al menos se mantenga la proporción de ley que por cada extranjero contratado se contraten 10 mexicanos y que se haga público la cantidad de dinero que cobra cada árbitro.
Verificar que los árbitros internacionales mexicanos, que haya sido como haya sido obtuvieron su título, pasen un examen de Toffel o Cambridge certificado, para demostrar que saben inglés, pues aunque se supone que era obligado saber al menos dos idiomas aparte del nativo, me queda claro que ni el 10% de los árbitros internacionales mexicanos, nativos o naturalizados, saben otro idioma que el castellano.
Tanto los torneos sistemas suizo, los pareos de los árbitros y los “equipos” de jugadores han hecho del circuito mexicano de torneos nacional e internacional un ambiente de corrupción total que es una total vergüenza para el ajedrez mexicano y que hacen que muchos jóvenes prometedores se desanimen al ver que si no entra a las mafias se verá obstaculizado en su desarrollo.
Un punto importante para promover el fogueo es que para torneos de menos de 300 jugadores se juegue en un solo grupo, dando premios por niveles de rating, exactamente igual que se hace en los torneos en los Estados Unidos, país de mas amplia experiencia en realizar  torneos abiertos en todo el mundo. Si ha sido su manera de hacer torneos de muchas formas exitosa, ¿Por qué los hacemos de otra manera? Para fomentar la corrupción.
Tercero: Promover torneos round robin, de todos contra todos. Si nos tomamos la molestia, con la facilidad de las computadoras, de calcular cuantos jugadores mexicanos cobran un premio en 2011  torneos suizos computados, les puedo decir que de 1974 a 2015,  trescientos doce jugadores diferentes cobraron dinero en un torneo mexicano y participaron en ellos seis mil veintitrés jugadores,  es decir que uno de cada veinte, o lo peor, màs de cinco mil jugadores participaron en decenas de torneos sin jamás cobrar un premio. ¿Entonces porque se da tanta importancia a los premios en efectivo si casi nadie cobra? Aparte de unos 120 jugadores, casi nadie ha cobrado más de un promedio de un premio en efectivo por año. Entonces los premios en efectivo no son básicos para promover el ajedrez. Para subir de juego nada mejor que torneos FIDE de grupos de 6, 8 o 10 jugadores, de al menos 9 rondas.
Para ello la FENAMAC debe romper “la arbitrocracia” y bajar los cobros de inscripción y participación para registro de esos torneos. Actualmente hay clubes que cobran más de 500 pesos por jugar un torneo de esos, y aun asi hay decenas de jugadores que son asiduos participantes de esos eventos, sabedores que mejoran en su calidad de ajedrez.
Cuatro:  Hay que promover la capacitación de cuadros, lo que algunos llaman erróneamente “profesionalización”.  Hay que establecer un sistema de calidad para los que participan en actividades de ajedrez, pues actualmente a todo el que se acerca por primera vez al ajedrez le dan gato por liebre. Hice un estudio de 200 puestos laborales ocupados por personal que se supone da servicios en ajedrez y 180 estaban ocupados por personas con un promedio escolar inferior a la educación media superior, 110 por personas con claro problema de alcoholismo, 95 por jugadores que no habían participado en su vida en más de 40 torneos y 78 que tenían
una experiencia previa superior a dos años. Atendían 176 de ellos a 1400 niños que en dos años de tomar clases con ellos solo un 8% continuaban en el tercer año con el mismo profesor y solo un 6% había logrado algún éxito relativo en ajedrez. En resumen, eran una estafa la gran mayoría.
Se requiere un estudio serio, con actuarios, que establezcan por estadísticas y mediciones el estado real de nuestro ajedrez.  Baste decir que en 1972 la edad promedio de los 100 mejores jugadores del país era de 32 años, en 2016 es de 43 años. Vamos para atrás.
En dinero vamos peor. En 1976 se recibió del gobierno para el ajedrez de manera directa o indirecta unos diez millones de pesos para 5000 jugadores afiliados que además aportaron 2 millones mas en inscripciones, cuotas, etc. En 2012 se recibió 140 millones para 2800 afiliados, que además aportaron un millón doscientos mil pesos. Aunque es difícil establecer el valor adquisitivo, las cuentas huelen mal.
El caso es que en resumen, solicito de mis compañeros ajedrecistas firmemos una carta en que se pida:
Cambios en la estructura de Torneos Suizos.
Un comité de vigilancia de arbitraje.
Una política decidida para acabar con practicas por equipos en torneos individuales para combatir la corrupción.
Promoción de torneos round robin, de preferencia valederos para la FIDE.
Cursos continuos de capacitación.
Evitar que los puestos directivos de asociaciones sean ocupados por profesionales o semiprofesionales de ajedrez que puedan sospecharse que usen su puesto directivo para conseguir empleo.
Respetar las leyes migratorias de México respecto a la contratación de extranjeros y pago de impuestos por premios o trabajo temporal en México cobrados por extranjeros.
Después de 50 años de sufrir por la corrupción causada por la mala estructuración de los torneos sistemas suizos, lo que me quede de vida quiero hacer la lucha para que las próximas generaciones no pasen lo que sufrimos tantos en México y que alejó del ajedrez a muchas centenas de personas que hubiesen sido mas valiosas para el ajedrez que otras que se enquistaron para sacar provecho de “minucias” técnicas que abrieron las puertas a tanta trampa y pillaje que ha dañado no solo a México, sino a algunos países vecinos por nuestra causa.