BOBBY FISCHER
Por Dimitrije Bjelica
El presente trabajo apareció publicado
en la revista cubana “Jaque Mate”, número de septiembre de 1965, precisamente
en momentos en que el Gran Maestro norteamericano hacía efectiva su
participación en el IV Torneo Internacional Capablanca In Memoriam, del cual
celebramos hoy su 35º aniversario.
Ya desde entonces el periodista
Dimitrije Bjelica era una personalidad internacional, y en los años
transcurridos muchos han sido los trabajos que con su firma ha conocido el
mundo del ajedrez. No obstante, aún cuando artículos posteriores ampliaron el
“horizonte Fischer” del presente trabajo, pensamos que su reedición como parte
de esta conmemoración es perfectamente justificada, y seguramente será bien
acogida por los lectores, sobre todo los más jóvenes.
El más joven Gran Maestro del mundo, Bobby Fischer,
declina jugar en los torneos organizados por la FIDE. Rehuso jugar con el
equipo norteamericano en Tel-Aviv[1] y no
quiso tomar parte en el Interzonal de Amsterdam, a pesar de que se encontraba
en su mejor forma. ¿Por qué? ¿A causa del sistema se competencia? ¿O es que hay algo
más?
Yo comencé a escribir esta historia en Portoroz durante
el Torneo Interzonal de 1958, cuando me encontré con Bobby por primera vez. La
continué en Zurich en 1959, en Sarajevo, Bled, Zagreb, Belgrado, Leizig (en las
Olimpiadas), Estocolmo (en el Interzonal), Varna (Olimpiadas). Durante el
transcurso de todos estos eventos, pasé mucho tiempo con Bobby Fischer y nos
hicimos buenos amigos. Yo pasé considerable tiempo con él en el hospital donde ingresó después del
torneo de Bled de 1962, aquejado de apendicitis. Así pude escuchar muchas
francas opiniones de este genio del ajedrez.
Comenzaré con nuestro primer encuentro en Portoroz en 1958. Él tenía 15 años Bobby cruzaba
de su hotel al salón del torneo sin
fijarse en nadie. Después del juego volvía al hotel y empezaba a analizar. Su “second”, William
Lombardy, parecido a un médico a causa de su traje blanco, estaba siempre en la
primera fila de los espectadores del torneo, leyendo algún libro.
Aprendió a jugar ajedrez a los seis años
Bobby me dijo muchas cosas referentes a su persona. Nació
el 9 de marzo de 1943. Su hermana Joana le enseño a jugar ajedrez a los seis
años de edad. Su primera victoria fue en el Torneo Juvenil de los Estados
Unidos en 1956. Su madre publicó un anuncio en un diario de Brooklyn, que
decía: “Se solicita Maestro de ajedrez para jugar con mi hijo”. Después de
esto, Bobby pasó al Manhattan Chess Club.
No jugaban con él.
Este fue el principio de la que es quizás la carrera de
ajedrez más interesante de todos los tiempos. Bobby quería jugar “rapid
transit” con todos, pero los caballeros no lo complacían.
Una vez nosotros discutíamos las posibilidades del Torneo
de Candidatos. “Smyslov terminará en
primer lugar “, me dijo Bobby, “yo seré cuarto o quinto”.
Zurich 1959, el torneo de Grandes Maestros. Bobby se
paseaba por todas partes leyendo un libro de Tarzán. Antes de su juego con
Keres, dijo Bobby: “Hoy voy a ganar, lo voy a aplastar”.
Esta partida la jugó maravillosamente. Keres estuvo
apremiado por el tiempo, pero se mantuvo
típicamente calmado. Bobby se pasaba el tiempo mirando del tablero a los
espectadores. Se puso algo nervioso ante el prospecto de tal victoria, pero
ganó el juego. Alguien le regaló un libro con la inscripción: “A Bobby Fischer,
futuro campeón mundial”. En ese tiempo Bobby era más realista, el no pensaba
que sería el campeón del mundo tan pronto.
Fue una sorpresa entrar en su cuarto del hotel Bellevue
junto al lago. Era como el cuarto de un colegial justamente antes de un examen
de idioma ruso. Sobre la mesa había un montón de revistas rusas. El libro “La
escuela soviética de ajedrez” yacía ahí abierto. Pude notar cuatro juegos de
ajedrez de bolsillo y varios telegramas de sus fanáticos. A pesar de todo Bobby
no estaba satisfecho con su colocación en el torneo, a causa de su juego contra
Keller.
Un final compuesto lo
derrota.
Bobby prometió ir a Sarajevo y cumplió su promesa. El 19
de junio de 1959 llegó un telegrama que decía: “Llego el viernes por avión.
Bobby”. Cuando llegó a Sarajevo, donde yo vivo, me dijo que no jugaría ajedrez.
Ese día fuimos de una librería a otra. El compró todos los libros de ajedrez
que no tenía ya. Delante de él pusimos un final compuesto muy complejo para que
lo resolviera. Después de media hora dijo: “Es muy difícil, nada como esto
sucederá nunca en un juego real”. Él no pudo encontrar la solución.
Lo encontré nuevamente durante el Torneo de Candidatos de
Bled en 1959. A menudo jugábamos ping-pong o íbamos a par un paseo. Bobby no se
distinguía como jugador de ping-pong. Tal, bromeando, dijo que el ganaría 4-0 a
Bobby, Benko y Olaffson, lo cual molestó un poco a Bobby. Antes de su juego con
Smyslov se fue al cine a ver “Lust for life” (Ansia de vivir) basada en la vida
de Van Gogh. Después de la escena en que el héroe se corta su propia oreja,
Bobby me dijo: “Me cortaré una oreja si
no le gano a Smyslov mañana”. Su
victoria sobre Smyslov fue realmente
maravillosa. Así pues, todavía conserva sus dos orejas.
Muy elegante.
Leipzip1960, las Olimpiadas de Ajedrez. Bobby llegó con
seis trajes a la última moda. SE compró un sombrero y estaba realmente muy
elegante. Tenía ansias de vengarse de Tal por su famoso comentario de “4-0”,
pero el juego terminó con un empate.
“No juega usted mal”, dijo Bobby.
“Esta es la primera vez que admite usted eso”, replicó
Tal, “pero si yo hubiese perdido, hubiera jugado como un genio”.
Bobby y Tal eran los centros de interés. En la ceremonia
del cierre, Bobby le pidió a Tal que le dejara leer el futuro en su mano. Tal
le dio su mano y Bobby comenzó a leer.
“Veo que el campeón mundial lo será un
joven Maestro norteamericano”.
“Felicidades, William”, dijo Tal a Lombardy.
Por fin derrota a Tal.
Bobby tuvo que esperar algún tiempo por su victoria sobre
Tal. esta llegó finalmente en el Torneo de Bled de 1962, en la segunda ronda.
Bobby llevaba un elegante traje negro, a fin de estar correctamente vestido
para celebrar solemnemente su victoria. Tal cometió un error y perdió la
partida.
Canta en un “night club”.
“Sabía que él perdería esta partida”, dijo Bobby. Esa
noche se sentía muy feliz y asistió a un “night club”. Se dirigió al micrófono
y comenzó a cantar: “Cuando los santos entran marchando”. Najdorf se puso de
pie y gritó: “Bravo Bobby”.
Tal bromea.
Algunos días después sostuve una entrevista televisada
con Bobby. Mi primera pregunta fue acerca de Botvinnik.
“El es un campeón mundial, dijo Bobby, pero no es tan
fuerte, La razón es su edad. Tiene 52 años”.
Yo me di cuenta que le había añadido dos años a la edad del campeón, pero no le
pregunté el por qué. Después de la entrevista, sin embargo, Tal le preguntó:
“¿Por qué le aumentó dos años de edad a Botvinnik?”.
“Estaba pensando en la edad que tendría cuando yo jugara
con él”., respondió Bobby.
“Desde ese punto de vista pudiera haber dicho que tenía
setenta años”, replicó Tal.
Casi operado.
Después de este torneo, Bobby y yo fuimos a una “tournee”
de simultáneas.
Llegamos a un pequeño lugar llamado Lubia. Bobby estaba muy enfermo. Era
obvio que no podría dar su exhibición de simultáneas.
“Ellos me han visto y eso es bastante”,. bromeo Bobby a
pesar de su dolor. Fuimos al hospital Banja Luka, donde le diagnosticaron
apendicitis. El no quería que lo operaran. Pasó tres días en el hospital,
durante los cuales jugamos mucho ajedrez y Bobby leyó un libro de Keres.
Finalmente no lo operaron. Bobby se sintió muy aliviado por esto y escribió una
carta de agradecimiento al médico.
Brilla al billar.
En Estocolmo 1962, aprendió a jugar al billar. Cuellar,
colombiano, fue su maestro. Bobby era un alumno muy bueno. En todos los
aspectos estaba en la mejor forma. A menudo íbamos a bailar. Bobby bailaba
bien, especialmente el “twist”. La última noche en Estocolmo, jugó una larga
serie de partidas “rapit transit” y nadie le pudo ganar.
La siguiente ocasión en que nos encontramos fue en la Olimpiada de Varna.
“Era imposible jugar con los rusos en el Torneo de
Candidatos de Curazao”, me dijo. El estaba muy disgustado sobre ese torneo.
En el día libre fuimos a Balcik, al lado del mar. Bobby
vio una antigua silla de piedra y se sentó en ella diciendo: “Retrátame en esta
silla. Puede interesarle a alguien algún día” Íbamos a dar largas caminatas y
era corriente que termináramos en el “night club”. Pero este iba a ser su
último torneo en Europa por largo tiempo. Recibí varias cartas de él, pero rehusó
jugar en Sarajevo otra vez sin decir claramente el por qué. Decía que había
comenzado a coleccionar estadísticas.
Totaliza el 100% en el
Campeonato Norteamericano.
Su victoria en el campeonato norteamericano fue en una
escala sensacional, pero esto fue una sorpresa para mi. Yo había escrito una y
otra vez que el era uno de los mejores jugadores del mundo. Bobby y Tal le
añadieron fuerza al ajedrez e incrementaron el interés mundial por el juego.
Quizás algunos de los problemas de Bobby han surgido a causa de haber llegado a
la fama tan extraordinariamente joven. El se niega a jugar en torneos de la FIDE a causa del sistema. El Torneo de
Candidatos sería mucho más interesante si él interviniera.
Botvinnik me dijo en Tel-Aviv: “Bobby tiene mucho talento,
el debe continuar jugando en los altos niveles
del ajedrez”.
Geller dijo: “parece como si él quisiera esconder su
fuerza del mundo”.
Reshevsky no quiso
hablar sobre él, pero todos los Grandes Maestros confesaron que hallaban placer en sus partidas.
Así pues Bobby aguarda aparte, pero yo quiero que él
vuelva a la lucha. Incidentalmente ha prometido darme su primera entrevista
como Campeón Mundial...