4 feb 2007
Debate Fecundo
La receta Danailov para mejorar.
Con las acusaciones que a Topalov y a Kramnik hacen los seguidores de uno y otro contra el rival de su favorito, han salido a relucir aspectos interesantísimos. Y no me refiero a las trampas, sino a la manera en que se evalúa el progreso de un jugador y sus métodos para lograrlo.
Por supuesto que el estudio de un jugador que logra superarse radicalmente es de importancia fundamental para todo aquel que quiera hallar un modelo exitoso que pudiese orientar a un coach en su labor para apoyar el desarrollo de las personas con las que interactúa.
Como co-aprendiz, el “milagro” Topalov es objeto de estudio necesariamente y las argumentaciones que se suscitan en esta controversia en que si se auxilia o no con computadoras, son oro molido como fuente de información de todo tipo.
Primero, a raíz del triunfo arrollador de Topalov en el torneo Campeonato Mundial 2005 en San Luis, Argentina; surgieron comentarios, entre otros, de Morozevich y de Kadzhimzhanov en el sitio web ruso “Chesspro”. Estos fueron evaluados por Barsky y luego por Debiatkin; que a su vez siguió una respuesta por parte de Silvio Danailov; para luego continuar Kadzhimzhanov.
Y así, han seguido otros comentaristas el debate. Pero a mi particularmente me llamó la atención lo escrito por el MI Debiatkin y su apreciación por parte de Danailov en julio de 2006, que ahora, en el 2007 vienen muy a la mano.
Primero se discutió de cómo era posible que se hubiera visto un cambio tan grande en el desempeño de Topalov y la argumentación parecía muy superficial. Pero Debiatkin a raíz de los primeros artículos, hace un análisis muy objetivo y llega a la conclusión que no debiera sorprender a nadie la mejora en los resultados de Topalov, que no son tan inusuales como parece y que observó algunos cambios en el GM búlgaro que fueron fundamentales para mejorar su desempeño. Luego Danailov hace la valoración de los análisis de Debiatkin y al ver que estos análisis no satisficieron a la comunidad ajedrecística, agrega información que los hace más claros y que explican todo lo que Topalov hizo para mejorar sus resultados y termina dando consejos a Morozevich y a Kadzhimzhanov para que puedan lograr los buenos resultados de Topalov.
Tanto el análisis de Debiatkin, como la información adicional y “consejos” que da Danailov, son sumamente ilustrativos.
No conforme con traducir y estudiar los artículos mencionados publicados por Chesspro en la Internet, me puse a buscar diferentes entrevistas concedidas, a través de los años, por Topalov, para tratar de desentrañar el misterio del llamado “milagro” Topalov, por si existiese tal milagro.
Primero que nada, habría que evaluar si había existido tal milagro, si era cierto que los resultados exitosos de Topalov eran tan inusuales como para sugerir que algo “raro” pasó, o, como dice Debiatkin, no era tan inusual, ni tan inexplicable.
Entre el material investigado, me pareció particularmente interesante una entrevista que dio para “New in Chess” Topalov en 1995, que da información importante previa de lo que pensaba Topalov y cómo se veía él diez años antes de ganar su título mundial.
La entrevista realizada por Dirk Jan Ten Geuzendan a Topalov fue publicada en el Número 4 de 1995 de la revista holandesa “New in Chess”, de la página 46 a la 53, y es relativamente extensa, pero sumamente aleccionadora.
Primer dato, Topalov afirma que el resultado del equipo búlgaro en la Olimpíada de Moscú en 1994 fue su mejor resultado en muchos años, en treinta años cuando menos. Lo adjudica a que por primera vez alineó dos jugadores arriba de 2600 de rating y al nuevo entrenador del equipo, Silvio Danailov, que además era su second. O sea que en 1995, ya Danailov era muy importante para Topalov. En la entrevista dice que el hecho de que vencieran al equipo ruso en Moscú fue muy importante y fue debido a Danailov. Pensaba Topalov que Danailov tenía un nuevo enfoque al ajedrez, una nueva visión del ajedrez. Luego comentó sobre su partida con Kasparov en Moscú 1994. Obviamente ganó y su equipo ganó a Rusia y toda la prensa búlgara habló de ello.
Luego hablan de cómo empezó como jugador de ajedrez cuando tenía 10 años de edad en Ruse, donde logró el título de Candidato a Maestro. De su primer entrenador Sinabov y como le enseño a jugar agresivamente y que aunque no era un jugador fuerte, amaba el ajedrez y le transmitió su amor por el juego ciencia. Dice que no aprendió mucho de él, pero que lo hizo amar el ajedrez, alimento y estímulo su fuego interno ajedrecístico. Así comenzó a ganar títulos juveniles, tantos que perdió la cuenta.
Dice que el cambio más importante fue cuando conoció a Danailov y los dos decidieron que viajara Topalov a España. Viajaron a finales de 1991. De ahí a 1993 su rating pasó de 2460 a 2670. Afirma que en 1992 jugó más de 20 torneos abiertos en España. En dos o tres meses llegó a jugar nueve torneos. Jugaba torneos relativamente débiles y no había ganado aún a un jugador de más de 2500, pues sólo había jugado con 5 GM con ese rating. Sólo cuando venció a su primer GM de más de 2500, entendió que podía vencerlos. Después de 1992 llegó a la marca de 2600. Tenia un repertorio muy agresivo y se especializó en vencer jugadores de 2300 y 2400 de rating.
Consideraba que podía jugar agresivo y que era bueno calculando variantes, aunque tenía entonces veinte años, comentó que Kasparov a los 32 aún calculaba bien. Pero no tan bien como antes, y que él había cambiado su estilo un poco y que jugaba muy buenas partidas estratégicas y posicionales.
Una vez conversando con el GM Mitkov en septiembre de 2006 me decía que él había compartido en muchos torneos con Topalov y que la clave de Topalov era su extremada concentración y que incluso si alguien lo tocaba o lo interrumpía en sus cavilaciones costaba trabajo hacerlo “bajar a la tierra”, pues estaba absorto totalmente en sus reflexiones por lo común.
Sobre su estilo, llegó a confirmar el comentario de Danailov de que Topalov prefería 5 victorias y 5 derrotas que nueve tablas y una victoria.
Sobre su derrota con Karpov en Linares dice una frase: “cuando gana uno o pierde uno nunca es accidental”.
El entrevistado le dice: “Silvio dice que eres el más grande talento de tu generación. El único problema es tu ocasional falta de espíritu de lucha o poder de perseverar por la victoria. ¿Estás de acuerdo?” Topalov aceptó estar de acuerdo en lo segundo, pero sobre su talento, dijo que él era relativamente talentoso.
Luego habla de lo que él entiende que es un real jugador de ajedrez. Un concepto muy interesante tomado de Kasparov. Decía que para Topalov reales jugadores eran Karpov, Kasparov, Kramnik, Ivanchuk, Anand, y luego preguntó ¿Quién más? Y luego dijo, “Bueno, OK, Kamsky también lo es …Yo no sé sí él es real jugador de ajedrez, pero nació para jugar ajedrez. Y a la pregunta de si Topalov es un real jugador de ajedrez, contestó que no, que él pensaba que tuvo unas buenas partidas en Linares, pero después de una partida que recién había jugado no se podía decir que sea un real jugador de ajedrez y se carcajeo.
Luego le preguntaron si era un perfeccionista o si quería alejarse él mismo de cualquier tipo de sobre confianza; y Topalov contestó que eran ambas cosas. “Yo creo que comprendo cuán difícil es jugar ajedrez y cuán difícil es ser el mejor”.
“Mi problema es que algunas veces yo juego muy fuertemente, pero soy muy inestable. Algunas veces mi rating e incluso mi comprensión (sonríe) son como los de un real jugador de ajedrez. Todo mundo puede jugar una o dos muy buenas partidas en un torneo. Pero solamente puede uno probar que es un real jugador de ajedrez jugando un torneo entero, todas las partidas, como un real jugador de ajedrez. No sólo una partida”.
Luego le preguntaron que si tenía el potencial para llegar a ser un real jugador de ajedrez. El contestó que si, pero siempre depende. “Yo creo que muchas personas tienen este potencial, pero uno tiene que trabajar por supuesto.”
Luego le preguntaron porque razón siempre regresaba a Bulgaria.
Decía Topalov que por razones de nostalgia. No porque pensase que Bulgaria sea mejor lugar que otros países. “Yo comprendo que la situación es aún peor que en la mayoría de los países vecinos. La gente está cambiando, debido a que tienen problemas. Hay mucha gente que ahora hace cosas malas porque no tiene elección. Puede ser que tarde o temprano tenga yo que pensar en mudarme a otro lado. Primeramente porque no tengo tanto apoyo en Bulgaria. Por ejemplo, en Francia Immopar apoyó a Lautier. En Holanda Piket también tiene apoyo considerable. Ok, yo no puedo decir que no tenga invitaciones a torneos, pero en Bulgaria podía ser mucho mejor las cosas. Aún así, no quiero quejarme. Si veo a Rusia, donde hay muchos jóvenes y talentosos jugadores que no tienen ninguna oportunidad. Yo soy menos privilegiado que los talentos occidentales, pero más privilegiado por mucho que los rusos”.
Así he extractado lo mejor de la entrevista. Vemos la importancia que desde 1991 le da a su relación con Danailov, que por lo tanto es de largos 16 años.
El MI Debiatkin, en su artículo de 2006, hace un extenso análisis de los ratings y evolución del juego de Topalov y dice que no hay tal milagro, que su avance ha sido constante pero siguiendo una tendencia totalmente razonable. Topalov de 2001 a 2006, en 5 años pasa de 2711 a 2813 (102 puntos), pero si se ve de 2002 a 2006, cuatro años, de 2745 a 2813 (68 puntos). Compara este desarrollo con el de Peter Svidler en ese mismo período de 2002 a 2006, en que avanzó de 2686 a 2765, o con el de Levon Aronian que en seis meses paso de 2645 a 2761. Lo mismo habla de Rublevsky.
Debiatkin observó las partidas de Topalov entre 1998 y 2006, e hizo una serie de observaciones de los cambios del ajedrez que jugaba en 1998 al que jugó en 2006:
1) Elección de repertorio. Prefirio al fianchetto de rey con negras, como Volga o India del Rey, por formaciones y estructuras eslavas (c6,d5, e6; etc). Contra e4 incluyó la Muralla Berlinesa.
2) Fortalecio su técnica de juego y su manera de mantener la posición (ronda 13 de Morelia/Linares de 2006, contra Leko).
3) El decremento de la cantidad de errores. Eso permitió el resultado de Trípoli 2004, de 9.5 de 10. (en esa época nadie lo acusó de nada) En sus mejores partidas de ese torneo, contra Delchev, con negras, por ejemplo, sus decisiones se vieron muy humanas. Nada parecido a lo que juegan las computadoras.
4) A finales de los 1990s, Topalov a veces acordaba tablas rápidas, luego ya no lo fue haciendo. Con las reglas de Sofía, en realidad él fue de los más beneficiados, pues se sintió obligado a jugar hasta el fín. (ver entrevista de 1995 y lo que Danailov dice de Topalov). Un buen entrenamiento para el Mundial de San Luis 2005.
Debiatkin se ve muy objetivo y luego Danailov, lo valora así, mientras que lo de Barsky lo cataloga como sin bases. Danailov en su argumentación presenta una serie de posiciones de partidas en los torneos que se supone Topalov pudo recibir ayuda de computadoras y muestra lo ilógico de que a veces Topalov cometiese errores graves, impensables para las computadoras.
Luego, Danailov acepta el planteamiento que da Debiatkin sobre lo que pudo causar el mejoramiento del ajedrez de Topalov. Según Debiatkin, Topalov se vio muy beneficiado del largo período de trabajo que tuvo ayudando a Ponomariov a prepararse para su match con Kasparov y que esto lo benefició enormemente. Esto es muy cierto, muchas biografías de jugadores citan situaciones como esa, donde un jugador, mientras ayuda a entrenar a otro, aprende mucho también y mejora radicalmente su nivel. Varios de los que servían como “sparrings” (ayudantes para entrenar) a Mohamed Ali para sus peleas por el campeonato mundial de los pesados, a su vez llegaron a ser campeones del mundo de box.
En el ajedrez hay muchos casos como ese. A mi en lo particular al trabajar para preparar a otros jugadores aprendí muchas cosas, como con el GM Marcel Sisniega, el GM Jesús Nogueiras, o como comentaba hace poco con Arturo Xicotencatl, haciéndole de sparring de la GM Judith Polgar en una ocasión que a solicitud de Xicotencatl jugué una serie de partidas de entrenamiento con ella, “semi secretas” al mismo tiempo que el MI Toth de Brasil servía de “sparring” a Sofía Polgar . Aunque la vez que más aprendí fue con el GM Miguel Quinteros y con el mismísimo Robert James Fischer, en Cancún, cuando convivimos varias semanas mientras se trataba de realizar su match, que sería el regreso del gran campeón. Otro período así fue con el GM Guillermo García, que falleció muy joven, mientras se preparaba para un Interzonal, o después cuando Guillermo era second de Nogueiras en Taxco 1985. Otra experiencia interesante fue el ayudar al MI Eleazar Jiménez a planificar un plan de preparación para el ahora MI Lázaro Bueno en 1975, con vistas a un Mundial Juvenil, con el MI Jesús Rodríguez; aunque más bien la hice de secretario de notas; pero luego seguí aquel sistema que diseñamos para preparar al equipo mexicano en el Mundial de 1977 y al representante de México en el Mundial de Cadetes en Austria en 1987.
El formar parte de equipos de preparación de un gran jugador puede ser una escuela magnífica y así lo consideró Debiatkin.
Danailov reafirma eso en los consejos que da a Morozevich y Kadzhimzhanov, en donde les aconseja que hagan todo lo que hizo Topalov para subir de juego. La receta, seguramente muy efectiva, tomen nota, es la siguiente:
1. Trabajar seriamente estudiando ajedrez de 5 a 6 horas diarias durante 15 años.
2. Construir una buena forma física con una y media hora diaria en un gimnasio.
3. Trabajar dos años con el mejor psicólogo del deporte de España.
4. Laborar 6 meses con Ponomariov en su preparación para el match con Kasparov.
5. Jugar más de 30 partidas de ajedrez clásico contra el programa más fuerte de computadoras.
“Entonces, tal vez, puedan lograr lo que Veselin Topalov” , concluye Danailov.
Además muestra posiciones en que Topalov le ganó a Morozevich en 1991, etc. Y le pregunta:¿Qué programa dice que uso Topalov entonces? ¿Fritz 4 o Fritz 5?
Creo que la fórmula de Topalov está clara: Danailov, el psicólogo, un trabajo endemoniado, las buenas compañías de trabajo como Ponomariov (podíamos agregar a Cheparinov), y un talento enorme, así como la decisión de superarse.
¿Porqué esa superación se le dio a los 30 años a Topalov y no antes? Bueno, no creo que la edad de Topalov sea tan avanzada como para que no sea natural que se de ese avance. De 150 ajedrecistas grandes maestros que tuvieron elevación notoria de rating entre 50 o 60 puntos en tres años, más de 95 tenían más de 30 años. Aunque hay que decir que de 100 ajedrecistas que subieron más de 80 puntos en tres años, 65 eran menores de treinta años. O sea que no será muy frecuente, pero se da. Yo si creo que Danailov influyó muy positivamente en Topalov, ajedrecísticamente. Todas las fuentes coinciden que Danailov es un coach muy completo en muy variados aspectos y, por ejemplo, del resultado de Bulgaria, de quedar quinto lugar en la Olimpíada de Moscú de 1994, varios entrenadores búlgaros coinciden que fue un papel decisivo el jugado por Danailov.
Obviamente la escuela rusa es una super escuela, pero el equipo que Danailov ha ido formando para Topalov es más que digno rival. Ahora que todo este debate beneficia más a Topalov que a nadie, está claro. “Calienta” el ambiente y creo que terminará por beneficiar al ajedrez. Los matches entre dos jugadores tienen esa magia que los grandes torneos no han podido lograr. El match torneo de Moscú y La Haya de 1948, el torneo por el Campeonato Mundial de 2005 en Argentina y el torneo por el Campeonato Mundial de 2007 en México, así como el Torneo de Curazao de Candidatos de 1962; no tienen la magia de los matches como el de Capablanca – Alekhine de 1927 y mucho menos el de Fischer – Spassky de 1972. En eso coincido totalmente con Karpov.
Para pensar siquiera en un evento de ajedrez costoso, debiera primero hacerse un análisis sobre especialistas en la materia, para evaluar problemas técnicos y valorar si la relación costo – beneficio es aceptable. Con eso la FIDE no hubiera incurrido en el error de los torneos por el Campeonato Mundial, y arriesgar dinero de gobiernos y organizadores. Claro que ahora, para el Gobierno Búlgaro, el apoyar un match para su jugador Topalov no parece anormal. Lo anormal sería que el Gobierno de Hugo Chavez patrocinara con dos millones de dólares a Topalov o a otro jugador no venezolano para que se ciñera la corona mundial de ajedrez; aunque a decir verdad, Venezuela ha invertido ya mucho dinero en introducir el ajedrez en las escuelas y realizar un match Topalov – Kramnik pudiera ayudar a promover más el ajedrez, pero seguramente a los ajedrecistas venezolanos o a sus bien preparados asesores técnicos cubanos se les puede ocurrir usar mejor ese dinero en algo más efectivo para promover el ajedrez en Venezuela. Creo que algún órgano del Gobierno Venezolano corregiría el defecto de los ajedrecistas venezolanos o cubanos involucrados en ese supuesto proyecto fatal. Si no, que su respectiva Patria se los reclame.