24 may 2010

De hace 5 años

Cronicas Notichess 1.

Quinta Copa 5 de mayo de Puebla 2005 y adiós a una variante…
Por MI Raúl Ocampo Vargas.

El 5 de mayo es una fecha que se ha convertido en una fiesta para México. Incluso habría que decir que para la comunidad mexicana en los Estados Unidos es la principal celebración del año, en una de esas situaciones curiosas, más popular que el mismo 16 de septiembre que es cuando se celebra el grito de Independencia de México.
El 5 de mayo de 1862, se realizó una batalla en el inició de la invasión de las tropas francesas de Napoleón III en que el ejército mexicano obtuvo sonada victoria contra lo que se consideraba entonces el ejército más poderoso del mundo (aunque esta afirmación es debatible), y que fue rechazado en su ataque a los fuertes de Loreto y Guadalupe que resguardaban a la hermosa ciudad de Puebla. El conde de Lorencez encabezó el ejército francés y había afirmado que con sus zuavos fogueados después de la conquista de Argelia, iniciaría la conquista del enorme territorio mexicano con tan sólo 6 mil hombres. Tal fanfarronería fue desmentida por las tropas del General Ignacio Zaragoza, que con apoyo del excelente líder de la caballería mexicana, General Porfirio Díaz Mori, destrozó prácticamente a este ejército expedicionario que tuvo que esperar la llegada de otros 30 mil hombres, franceses y austríaco, para tomar Puebla un año después, en 1863, para consolidar una intervención francesa que constituiría un imperio que duraría sólo cuatro años y que costó el que terminara en el paredón el hermano del emperador austríaco Francisco José; Maximiliano de Hapsburgo y varios miles de europeos quedaran enterrados en suelo mexicano. El más sonado triunfo mexicano contra ejércitos europeos se celebra pues cada 5 de mayo. Curiosamente el tradicional torneo de ajedrez se realiza generalmente casi un mes de aquella fecha, por motivos organizacionales, ya que Puebla está repleta de celebraciones todo el mes de mayo y es más factible organizar un torneo de ajedrez varias semanas después. El caso es que aunque se realice en junio, el torneo se dedica al 5 de mayo.
Cercana a la populosa ciudad de México, Puebla atrae a lo más granado del ajedrez mexicano que reside en la ciudad capital del país, siendo el contingente venido de la ciudad de México el más nutrido y significativo, al menos en fuerza y cantidad de maestros internacionales, de los que participan en el circuito mexicano. La edición de 2005 no sería la excepción y contó con la participación de un gran maestro internacional y una docena de maestros internacionales, así como de visitantes de Venezuela, Estados Unidos y Costa Rica.
La organización del evento, como en las otras cuatro ediciones, fue impecable, teniendo como marco el Centro de Convenciones Jenkins, el lugar más hermoso con que torneos mexicanos de ajedrez han contado. No podía ser más apropiada la elección tomando en cuenta que este centro es denominado en honor de un patrono de la cultura poblana que además era buen jugador de ajedrez y que incluso tenía entre sus glorias haber entablado y vencido en simultáneas a los campeones Alekhine y Capablanca cuando en los años 30s del siglo XX visitaran Puebla.
Este centro esta colocado cerca del corazón de Puebla, lo que permite que los jugadores de ajedrez que participan en este evento puedan alojarse en hoteles cercanos no sólo a la sede del torneo sino a todos los atractivos de la ciudad hermosa de Puebla, lo que favorece el turismo familiar para los ajedrecistas. Con gran participación infantil y juvenil, además de la fuerte sección “Internacional”, varios cientos de ajedrecistas se citan año con año en este torneo que, sin duda, es el más emotivo de los que se realizan en México.
No se pueden escatimar elogios a los organizadores encabezados por el Lic. Alejandro Davila y al MF Guillermo Godínez, que siempre han cuidado que este evento se realice con alta calidad organizativa y competitiva. 6 rondas en tres días, en una competencia cerrada y fuerte, exigen un gran esfuerzo para cualquier jugador y los de la vieja guardia resentimos un poco la tarea, pero es tan atractivo el torneo que es difícil rehusarse en participar.
Pero, ¡al Toro¡ es tiempo de hablar de ajedrez competitivo.
El Maestro Internacional Roberto Martín del Campo se alzó con el triunfo inobjetable al vencer al GM Juan Carlos Gonzales, habitual ganador de los más importantes torneos del circuito mexicano y a los Maestros Internacionales Florentino Garméndez, al que esto escribe y al MF, cuasi Maestro Internacional Alvaro Blanco, originario de Guisa, Cuba; pero hoy avecindado en Guadalajara , Jalisco; para cerrar con tablas en la última ronda con el Maestro Internacional Julián Estrada, activo generalmente en el circuito de torneos internacionales en Hungría.
El MI Martín del Campo cosechó 5.5 puntos de 6 posibles y fue seguido con 5 puntos por el GM Juan Carlos Gonzales, los MI Guil Russek, Raúl Ocampo y Julián Estrada en el podio de los cinco ganadores de premios en métalico; aunque cabe añadir que el fuerte maestro tabasqueño Gustavo Falcón también logró empatar el segundo lugar con 5 puntos, aunque en los azares de los desempates del “Bucholz” se quedara con las manos vacías al ser enviado al sexto lugar. ¡Esos desempates! Ya canso a muchos al repetir que los premios en metálico debieran repartirse por partes iguales entre los que tienen los mismos puntos, como en Europa y los Estados Unidos es común, pero es ya una mala “tradición” mexicana no hacerlo y se suscitan estas que yo calificó como injusticias…
Faltando un par de rondas, prácticamente una bandada de maestros internacionales se disputaban los cinco lugares en cerrada lucha, pero una decena se irían con las manos vacías después de darle “color” al evento. Asimismo una buena cantidad de jóvenes promesas estuvieron dando la pelea y cosecharon buena cantidad de “cabelleras” magistrales, para finalmente quedar a la zaga de los más experimentados. Los “viejos” se apoderaron del dinero, pero ahí quedaron buenas demostraciones como la de Ivan Zamudio y Uriel Capó que estuvieron al tú por tú con sus contrincantes de “canosa” estampa. En un momento parecía que algunos jóvenes menores de cuarenta años romperían la hegemonía de los veteranos, pero no fue así y en el podio se colocaron los “habituales” con una nomina premiada muy similar a la primera edición del evento. Habrá que esperar un poco más para ver nuevas caras en las premiaciones.
Entre los rostros nuevos en las primeras mesas observamos al joven maestro venezolano Jacobo Melendez que dio buena demostración, sucumbiendo en la última ronda contra el muy experimentado MI Guil Russek, lo mismo el juvenil Zamudio que se mantuvo en los primeros lugares hasta perder contra Estrada en lucha tensa que emocionó a los seguidores del joven talento alvadoreño que seguramente dará glorias en el futuro al ajedrez veracruzano.
Con numerosa participación en las categorías infantiles el torneo se vistió de fiesta y pudimos observar familias completas involucradas en el evento, con jugadores venidos de todos los puntos cardinales del país.
Las atractivas “tiendas” de ajedrez con amplias ofertas en souvenires, libros y ajedreces añadieron un marco vistoso al evento, que a menudo se constituyen en la única oportunidad de adquirir libros recientes para los habitantes de poblados lejanos a los principales centros ajedrecísticos del país. Creo que es importante que los organizadores de torneos den oportunidad a que los modernos “tepochtecas” (comerciantes del México azteca antiguo) del ajedrez mexicano oferten sus productos, ya que creo que es una especie de servicio social para los ajedrecistas de lugares remotos. En muchos torneos las exigencias de cuotas excesivas a los vendedores de estos necesarios insumos ajedrecísticos han hecho que no se instalen estas tiendas temporales y eso va en detrimento de los atractivos de un torneo y dificultan la difusión de la bibliografía ajedrecistica entre los aficionados. Creo que el brindar apoyo para que se efectúen estos “tianguis” o mercados de objetos relacionados con el ajedrez es un deber de los organizadores que deseen que sus torneos sean exitosos. Las cuotas hacen que se incrementen “artificialmente” los costos de los libros. El dar facilidades debe verse como un “ganar ganar” para todos, vendedores, organizadores y aficionados. Como pocos abogan por ellos, siento un deber externar este punto de vista a favor de estos compañeros que forman parte importante del marco festivo de los eventos de ajedrez del circuito mexicano. ¡A mi siempre me dan descuento! Aunque de crédito, ¡Ni hablar¡
Desgraciadamente la patria está pobre y no se observó un amplio intercambio comercial, pero al menos muchos disfrutamos del buen panorama de diversos artículos novedosos y de buenas colecciones de libros, revistas y CDs, que hacían recordar los grandes torneos abiertos de los Estados Unidos, donde el “shoping” es parte de las actividades ajedrecísticas. Al menos el gentil Maestro Internacional Ibrahim Martínez me obsequió un “T-shirt” conmemorativo del evento para que me llevará al menos un souvenir…
Otro “recuerdito” que me llevé fue mi derrota ante el MI Roberto Martín del Campo en una de mis líneas favoritas, que tendré que llevar al taller de reparaciones. Ahí pretendí poner a prueba, una vez más, una línea muy popular en el pasado siglo XX, en la que me convenció que ya no hay nada que buscar ahí.
En la siguiente posición, que en el libro del GM Rozentalis aún es considerada jugable, pero que ya en el de Sam Collins sugiere que hay que mandar a paseo; me hallé ante la apariencia de cierta iniciativa, pero que ya me convence que es engañosa. El mismo Martin del Campo la escogió con blancas contra el GM Walter Browne y contaba con esa experiencia para conducirla ahora con negras contra mi. Tenía buenos recuerdos yo de esa posición por haberla jugado con blancas en un blitz amistoso con nada menos el gran Fischer cuando laboraba yo en la organización de su malogrado match con el GM Quinteros hace ya más de veinte años, en 1984, en Cancún, Quintana Roo; México. En la única vez que pude tener tablero de por medio al admirado campeón, cuando sorpresivamente me invitó a jugar. El GM Quinteros nada menos y el organizador de tal match; Manuel Vega López de Llergo, fueron testigos de dicha partida informal a cinco minutos. Yo creo que por eso le tomé cariño a la variante, y logré algunos triunfos con ella…



Analizando la posición objetivamente, pareciera que el blanco tiene buenos dividendos por su inversión. Tras 11…Dxd1 12.Txd1 Tc8 13. Axe6 fxe6, el blanco tiene que elegir entre dos caminos posibles: 14.bxc3 Cc4 o 14.Cxc3. En este último caso, el negro, con su plan de fianchettar su alfil de rey con h6 y g5 en lugar de g6, pareciera que sus peones del flanco rey quedan débiles, pero el “gurú” Sveshnikov no valora que h4 del blanco logre nada y yo intenté la idea de ir tras el peón b7 con la maniobra rápida del caballo Ce4-c5, pero dicho jamelgo luego encuentra difícil salir de su aventura en el campo negro y la diagonal h8-a1 queda a manos del negro y las piezas blancas quedan todas muy comprometidas y a esto se añade la necesidad de un “luft” del blanco que se ve comprometido por la presencia del peón que va de g5 a g4 de manera muy molesta, perdiendo el caballo de f3 del añorado acceso a e5.
Mucho se ha explorado tomar en c3 con peón en lugar de con el caballo de b5, pero la casilla c4 queda en manos del caballo negro y las exploraciones en ese camino, lo que hizo el MI Roberto Martin del Campo con blancas en su experiencia contra el GM Browne, no han sido exitosos para el blanco. Conclusión, no veo como mantener saludable mi amada variante. Así, que adiós. Quedará para los blitz…
En el archivo adjunto expongo más ampliamente mis tristezas…

Ciudad de México a 6 de junio de 2005.