La implantación del SATCA en México y sus similares en todos
los países de Nuestra América deberá tener un fuerte impacto en la situación
técnica y laboral del gremio ajedrecista. Afortunadamente las organizaciones
federativas de nuestros países no poseen la flexibilidad para adaptarse a
nuevas situaciones y monopolizar todo tipo de actividades lucrativas
relacionadas al ajedrez. Muchas veces han intentado montarse en los grandes
presupuestos del sector educativo y sacar al menos una pequeña ración, pero
como requiere de conocimientos y preparación de la que carecen, terminan
buscando peleles de regular calidad, pues lo de alta calidad les resulta
imposible de manejar, para sus intentos de obtener fondos, fracasando las mas
de las veces y los pocos triunfos que logran son demasiado temporales. Es muy difícil
mantener posiciones falsas por mucho tiempo.
El caso es que este tema está fuera del alcance del
federativo típico, aquel que busca el mayor beneficio personal a costa del
menor esfuerzo y teniendo como herramienta principal el haberse apropiado de
una “franquicia·” federativa gracias a la ambivalencia de elecciones de dudosa
representatividad, con el apoyo de dirigentes locales y no con el de la masa de
ajedrecistas.
El caso es que el SATCA surge por una necesidad de mercado
que obliga a estandarizar la manera de valorar el capital humano. Cuando los
teóricos gurus reconocidos de la economía global neo liberal llegaron a la
conclusión que la importancia del capital humano rebasaría al del capital
monetario, apuntaron que el capital humano requería de ser medido con precisión
para hacer los movimientos e intercambio, así como inversión y reparto de
utilidades comunes a todo tipo de capital. Si bien había ya conversiones
prácticas de Euros a dólares y etc., Cómo valorar a las personas y manejar el
capital humano respecto a inversiones, utilidades etc. Hay que poner tasa a las
personas. Claro que las personas también quieren cotizarse, y esto se basa en
su desempeño actual y su desempeño potencial, o sea su preparación. Así que la
manera usual es ver que títulos académicos tiene, que capacitaciones etc.
Además en esta era de globalización y de migración, había que ver si convenía
dejar entrar a un país a una persona y esto dependería de su valor como Capital
Humano. “Alentar los flujos migratorios positivos” es el lema de los organismos
de migración. Entre todo al que podamos explotar, perdón, todo aquel que pueda
aportar a nuestro desarrollo y bloquear a todo el que nos pueda causar más
gastos que ingresos.
Como el dólar y el euro se necesitaron equivalencias para
tasar a los individuos de diferentes países. Se disfraza la cosa con
apreciaciones humanas como de que valoramos la preparación del individuo para
emplearlo de la manera más conveniente y pueda ejercer y mejorar en su
profesión y vocación, `pero ¿Cómo saber que tanto y que tan bien está
preparado?
En Estados Unidos y Europa, como pilares de la economía
mundial neo liberal, el Capital Humano, tan pronto fue percibida su
importancia, comenzó a explorarse la metodología para tasar y buscar
equivalencias internacionales. Así se crearon los créditos académicos. Cada
preparación se mostraba en créditos académicos y cada carrera académica era
segmentada y expresada en créditos académicos. Obtener una licenciatura
requería cumplir con una cantidad de créditos académicos. Toda universidad para
que sus títulos tuvieran reconocimiento por empleadores, gobiernos y otras
instituciones educativas, tenían que otorgar créditos académicos con medidas
reconocidas universalmente. Una especie de moneda de cambio. Para que cumpliera
los fines internacionales todas las instituciones de educación superior tenían
que otorgar créditos académicos reconocidos internacionalmente. En México en
2007, después de muchos trabajos y congresos se llegó a un acuerdo para hacer
que los créditos académicos de universidades mexicanas valieran en todo el
mundo. Más o menos algo similar sucedió en todos los países de nuestra América,
impulsados por exigencias del sistema de universidades de los Estados Unidos y
los de Europa, principalmente España e Inglaterra. Para ello era necesario que
se incluyeran materias y actividades similares a las de las universidades de
Estados Unidos y Europa. Se firmó un acuerdo tanto localmente como
internacionalmente en 2007 y para ser cumplido tras cinco años de plazo en
2012. Así surgió en México el SATCA y la obligación de echarlo andar.
En lo que toca al ajedrez la importancia radica en que es
una actividad que se promociona mucho en Estados Unidos y Europa y como el
deporte, entra en un grupo de actividades obligatorias que dan créditos
académicos y que se requerirán cumplir para otorgar un título universitario. En
suma, el ajedrez se vuelve casi obligatorio.
De las decenas de millones de estudiantes de educación superior de
América, todos tendrán que tomar alguna actividad de las que forman un paquete
de ofertas, no muy amplia por cierto, entre las que se encuentra el ajedrez. Si
hoy por hoy menos de uno por diez mil estudiantes practican ajedrez sin por
ello tener ninguna ventaja académica, ahora un cinco por ciento lo hará por
conveniencia académica y obteniendo en retribución muchas ventajas. Eso significa
unos 3 millones de estudiantes, que necesitarán ser atendidos por unos 30 000
profesores cuando menos. Esos profesores no pueden ser personas sin preparación
especial, sino que ya que el crédito académico que se da por 16 horas de tomar
clases de ajedrez es de igual valor que el que se da por tomar clases de una
materia de carrera que es impartida por un profesor con doctorado o maestría,
se requiere que el que de las clases de ajedrez tenga una preparación
equivalente. ¿Y como valorar, tasar a los profesores de ajedrez? Se parte de la
base de la FIDE, instructores y trainer FIDE, pero como se requerirán 30
000 y no los hay, se requerirá contratar
a los que dan clases ya de manera empírica y capacitarlos con programas de
estudio como los de la FIDE o modelos exitosos de otros países como Rusia,
Ucrania, Armenia; con cursos que den SATCA a su vez, o sea mínimamente con lo
que llamamos diplomados, el menor de 180 horas o 11 créditos SATCA. Para
recibir esas 180 horas de capacitación se requieren profesores ya reconocidos,
material preparado, metodologías, etc.
En todo ese camino he andado y respaldado en que soy Maestro
Internacional, Trainer FIDE (aunque con pago pendiente de licencia de este
año), experiencia de más de 20 años de dar clases en instituciones de educación
superior a nivel de catedrático muy superior a de entrenador deportivo, haber
manejado el programa piloto “Programa Nacional de Ajedrez”· que preparó a 1500
profesores de educación media básica y que abarcó 24 entidades federativas con
un manejo presupuestal de dos millones de dólares y que tras ser iniciado en
1987 se mantiene vigente y que por su éxito me fueron encargados proyectos
mucho más grandes en importancia política y nacional, pero que desgraciadamente
ajenos al ajedrez y que me alejaron un tiempo de ello entre 1994 y 2006, y por haber sido funcionario público más de
una década, conocer el enramaje burocrático, así como con experiencia en el
cabildeo con diputados y senadores, pues impulse varios proyectos legislativos
como la Ley General de Población de 1996 y asesoré la creación de la Ley de
Fomento y Estímulo al Deporte; pues ya voy en “Tercera Base”.
Pero a raíz de los procesos electorales en mi país en 2012,
a pesar de ya tener material y programas de trabajo, etc., que supondría para
cualquier organismo una inversión de tiempo y dinero arriba de los 200 mil
dólares, todo se ha hecho lento y espero, tras la agitación normal del proceso
electoral, poder seguir.
El objetivo es brindar cursos a nivel nacional e internacional
en modalidades de presencial, a distancia y mixtas, con reconocimiento del
sistema de universidades de nuestra América, dotando de material y metodología
para que cada profesor de clases con la calidad adecuada al SATCA.
Eso significa un potencial de 30 000 plazas. Con 30 000
instructores profesionales en educación superior, gracias al SATCA, en los
otros niveles educativos habrá una repercusión como para que se multipliquen
esas plazas, ya que para educación básica, media básica y media superior la
población estudiantil a atender es 5 veces mayor que en educación superior
cuando menos. ¿Se imaginan el desarrollo del ajedrez con 180 000 profesionales
trabajando en nuestra América?
Las autoridades mexicanas quieren empezar los diplomados de
capacitación exclusivamente para personal sindicalizado ya relacionado con el
sector educativo pues dicen que los diplomados no tendrán mucha demanda fuera
de ese grupo, y solo aceptaran abrirlo al público si hay demanda probable ante
la oferta. ¿Usted que opina?