Tras derrotar a Canadá y a pesar de que uno de sus cracks,
el GM Juan Carlos Gonzales solo ha hecho
el 30% en las últimas cinco rondas y sólo le ha ganado al de Antilllas
Holandesas, México ocupa el mejor lugar que ha tenido en la historia en una
Olimpíada. Cuatro matches ganados, uno empatado y uno perdido, es un excelente
resultado.
En la punta del torneo nada nuevo, Armenia 2 , Rusia 2 y
ambos van cabeza a cabeza en el liderato. Argentina se coloca en decimoséptimo, muy buen lugar, y luego hay
que bajar hasta el 27 para encontrar otro latinoamericano, pues Cuba aún va muy
abajo, Brasil hasta el 46, Colombia en
derrumbe hasta el 60, luego Venezuela y Perú sorprendiendo en 77 y 78, ya que
por su rating debieran ir muy arriba.
¿Por qué estos países que tienen grandes jugadores en lo
individual, por equipos andan detrás de muchos países que en lo general, como producto
interno bruto, población, cultura son menos desarrollados?
¿Cómo es posible que países como Uganda y Zimbawe, sin
ninguna tradición ajedrecística, con problemas graves económicos, de educación,
de gobernabilidad, de salud, etc. , los superen en ajedrez, al menos por el
momento?
Claro que las olimpíadas de ajedrez no miden nada, pues son
equipos, ya lo dije, de circunstancias, con problemáticas internas que impiden sus
países sean representados realmente, sino simplemente representan a su
federación de ajedrez y su realidad, muchas veces totalmente divorciadas de los
jugadores, a quienes presumen agrupar.
En los mismos equipos de países muy desarrollados en ajedrez
hay todo tipo de conflictos. Para ilustrar sobre eso, he realizado algunas
investigaciones que las plasmaré en una serie de artículos que llamaré “Olimpíada
de Ajedrez en Estambul, antes y después”