Uno de los
primeros libros que estudié cuando tenía once años de edad, fue el libro
editado en 1926 “Las aperturas de Frank J. Marshall”, en inglés, de la
biblioteca de mi abuelo, y así jugué y gané mi primer torneo “sub 20” ya en
1966, con trece años y el Maestro Alejandro Báez Graybelt que observaba mis
partidas me decía que parecía ver un jugador de los años 30s, con esquemas de “viejo
jugador”, y me regaló la primera revista cubana Jaque Mate que tuve, con artículos
teóricos de un Capablanca in Memoriam de 1965. Luego, gracias a unos amigos
cubanos, ya para finales de 1966 tenía una buena colección de esas revistas
cubanas “modernas”, pero hasta 1969 seguía yo con mi repertorio de “antiguallas”,
pero ya con consejos del gran campeón, el Coronel Araíza, muy amigo de mi
abuelo. Decía que era para él como asesorar un jugador de sus buenos tiempos.
Recientemente vi
un excelente artículo del MI Jeremy Silman sobre el multi campeón Frank J.
Marshall y revise un cuaderno del maestro Armenio Karen Grigorian sobre las
enseñanza de Marshall y su propuesta de usar a Marshall como modelo para sus
clases y publicar un libro para toda la URSS. Todo eso me regresó a la época en
que estudiaba todo lo de ese jugador y lo que Torre Repetto había escrito sobre
el “eterno” campeón de los Estados Unidos en el “Boletin de Zacatecas” de 1926.
Muchas partidas gané hace 50 años con las ideas de las aperturas de Marshall,
que me festejaba Báez diciendo que eran “novedades teóricas de hace medio
siglos, que por olvidadas, nadie conocía en México”. Luego Báez me pusó como
tarea estudiar y anotar mis comentarios sobre el match de Capablanca con
Marshall y seis partidas del GM Torre Repetto con Marshall. Claro que Báez me
ayudó en corregir mis análisis, pero quede hechizado por Capablanca y por Torre….
Luego trabaje unas semanas con el Maestro Alejandro Meylán, que de pasó por
México desde Cuba fue huésped un tiempo en su camino a residir en Estados
Unidos con sus hijos.
Ahora, medio
siglo después, redescubrí a Marshall y entendí mucho de lo que Grigorian
exponía, pero hasta donde sé, su libro nunca se publicó en la URSS y quedó como
proyecto.
Parece ser que
el único gran maestro que tomó ideas de Grigorian fue Vaganian, pero no he
podido constatar hasta que punto influyó el modelo de Marshall en los armenios.
Aunque recuerdo que, durante la visita a México del entonces, en 1971, maestro
internacional Arshak Petrosian, uno de los mejores entrenadores del mundo
actualmente, algo me comentó que Marshall si había sido muy estudiado en
Armenia.
El artículo de
Silman, publicado hace unos días en chess.com me parece que rescata mucho sobre
la personalidad de Marshall y como fue progresando de ser un ganador de
partidas en exhibiciones de simultaneas de muchos grandes maestros hasta
vencerlos luego en partidas de Torneos internacionales. ¡Un artículo
fascinante!
Con mis alumnos
hice una pequeña encuesta y poco o nada sabían de Marshall. Aunque, tampoco
conocían mucho sobre Torre Repetto…
Cuando recibí la
invitación de jugar en el Torneo Internacional Marshall en su club de Nueva
York, donde viajé con mi gran amigo Rolando Anguiano, y pude jugar con Sidney
Bernstein, Ariel Mengarini, Eric Schiller, Sunil Weeramantry, (el padrastro y
entrenador inicial de Nakamura), Fabio La Rota, Michael Wilder, Leonid Bass y
Asa Hofmann, sentí que se completaba un círculo, además de oír las historias del
GM Mednis y del GM Lombardy, de lo que
era Marshall para el ajedrez norteamericano, luego asistir a una conferencia del GM Soltis
sobre el ajedrez “especial” de Frank J. Marshall, me prometí que algún día
escribiría sobre este gran jugador. Ha sido una asignatura pendiente.
El relato de
Silman comienza con el joven Marshall a los 15 años enfrentándose en simultáneas
con los grandes en 1893, luego sigue hasta
su triunfo en 1904 en el fuerte torneo de Cambridge Springs, su
consagración mundial, pero Silman parece seguirá la serie posteriormente, hasta
que Marshall ganase su primer campeonato
de los Estados Unidos en 1909.
Grigorian
comienza con el análisis de partidas
posteriores a los años que relata Silman, pero recupera los estudios que los psicólogos
soviéticos realizan en 1925, durante el Torneo Internacional de Moscú, cuando
también analizaron a Torre , Capablanca y Lasker, lamentando que si aceptaron
como modelos para el ajedrez soviético a esos tres grandes jugadores, no
hicieran la misma recomendación con Marshall, que Grigorian consideraba como
sumamente instructivo, resaltando que entre 1909 y 1936 Marshall era el
mandamás del ajedrez en América tras Capablanca y al menos igual que Torre
Repetto.
Los triunfos y
hegemonía del ajedrez de Estados Unidos antes de la segunda guerra mundial,
Grigorian lo atribuye en gran parte a Marshall y su enorme aportación al
ajedrez americano, cuando Marshall fue el líder de los equipos que ganaron las
olimpiadas mundiales de Folkestone 1933, Varsovia 1935, así como los triunfos
de Marshall por todo el mundo en la década anterior al conflicto.
Fischer hizo
muchas notas sobre partidas de Marshall y cuando se planeaba el match con
Quinteros en México, decía que un capítulo muy importante de las serie de TV
que planeábamos, debía ser dedicada a Marshall y nos lo ponía como tarea al MF
Alberto Campos y a mi, prospectivos comentaristas del match en español, que no quedásemos
mal con él en ese aspecto. El match finalmente no pudo celebrarse en Cancún y
todo quedó en apuntes y notas que no aparecieron…
Mucho debiera
escribirse sobre ese gran jugador en el medio de habla hispana y me he
propuesto trabajar algo en ello…