17 jun 2009

El Secreto de Capablanca.


Es común ver artículos y hasta libros en que se utiliza como título “El secreto de…” esto, o lo otro. Que si el Secreto de la Escuela Soviética, como yo mismo titulé un trabajo, etc.
Incluso un libro de Psicología Positiva de moda, afortunadamente, muy bueno y recomendable se llama así: “El Secreto” de Rhonda Byrne. El chiste es que muchos autores hablan de secretos que no por ello dejan de ser secretos.
Esos “secretos” a voces siguen siendo secretos porque: primero, no es fácil divulgar algo tan ampliamente que lo sepan poco más de unas diez mil personas en el primer año de su divulgación, con todo y la Internet. Y diez mil personas en una población de más de tres mil millones, es casi nada. Un secreto que comparten tres millonésimas de la población, es verdaderamente aún un secreto.
Segundo, cada “secreto” tiene su exégesis, y sabemos por la historia que cada exégeta tiene sus versiones, así que esos diez mil, tendrán al menos unas mil exégesis diferentes si bien nos va. Entonces algo quedará en la obscuridad, y sólo unos cuantos elegidos captarán la esencia verdadera de ese “Secreto”.
Una sola frase mal traducida o interpretada cambia todo. Por ejemplo, en la primera edición en español de “Mi sistema”, se habla del “avance restringido”, termino que ha confundido a muchos lectores, pues eso de hablar de un avance restringido, parece como un ataque “auto controlado”, como un insulto “auto censurado”, o un avance sin avanzar mucho, restringiéndose, limitándose. ¿Qué significa esto? Se preguntaban muchos. Finalmente, muchos confesaban no entender a Nimzovich. ¡Cómo lo iban a comprender si estaba mal traducido! La clave es que el termino bien traducido del alemán era “Avance restringiendo”, que significa avanzar apretando, exprimiendo, como un soldado romano avanzaba empujando al contrincante con su escudo. Eso si queda claro. Avanzar apretando atrás al enemigo, poniéndolo entre el escudo y el muro, que no es lo mismo que entre la espada y la pared, no es lo mismo, pero es igual.
Entonces, hablemos de secretos, que seguirán siendo secretos aunque estén en internet y lo lean un par de cientos de lectores. Un número mínimo entre los millones de ajedrecistas.
¿Cuál era el secreto de Capablanca?. Se me hizo muy claro cuando hacia una pregunta diferente: ¿Cuál era el secreto de Schlechter? Tema del que escribí hace muy poco.
El secreto de Schlechter, podía ser descubierto en base a los que lo observaron y hablaron con él en su tiempo. En este caso, Emanuel Lasker, que tenía que vencerlo en un match y que no había podido resolver como vencerlo.
Según Panchenko, Lasker observaba las partidas de Schlechter, observaba cuidadosamente a Schlechter como persona, conversaba con él e hizo un análisis psicológico de él. Lasker en un articulo comenta: Schlechter ha alcanzado casi la perfección en el cálculo de variantes, gracias a su mente ordenada y sistemática, que ha elaborado un sistema paso a paso para calcular jugadas.
Eso me recordó una serie de comentarios de Botvinnik sobre un jugador muy similar a Schlechter en lo preciso de sus cálculos e igual de invencible que Schlechter: Capablanca.
Siguiendo lo que había pensado de Schlechter, el secreto de Capablanca podía ser descubierto en base a los que lo observaron y hablaron con él en su tiempo. En este caso, Botvinnik, que lo admiraba tanto y suponía tenía que vencerlo en un match y que no había podido resolver como vencerlo tras enfrentarlo en la URSS y en otros magnos torneos.
Botvinnik lo observó cuidadosamente, además de que conversó muchísimo con él en diversas ocasiones. Por ser el primer campeón mundial activo que conoció Botvinnik, además de que fue su primer gran hazaña el vencerlo en unas simultáneas cuando era niño, no me cabía duda que Botvinnik estaba impresionado por Capablanca y lo conoció muy bien. Era cosa de ver los artículos de Botvinnik en que se mencionaba a Capablanca, lo que con una computadora es fácil y puede uno investigar cientos de documentos en unos minutos. ¿Cuál era el secreto de Capablanca según Botvinnik? ¿Cómo lo expresó con sus propias palabras Botvinnik?
El que juega el ajedrez decide constantemente sobre un problema- la elección de una de algunas continuaciones posibles. Además el pensamiento del ajedrecista hace sucesivamente ciertas operaciones que se repiten de jugada a jugada. Así, cada vez conviene cuidar las amenazas del adversario, cumplir el cálculo de las variantes, hacer la apreciación de la posición. Por la analogía con las matemáticas, donde la consecuencia de las acciones que llevan a la decisión de cualquier problema, se nombra por algoritmo de la decisión de este problema, a la consecuencia de las acciones cumplidas por el ajedrecista junto a la elección de la jugada, es decir, ya que el algoritmo es una serie de pasos para resolver un problema, podemos hablar del algoritmo de la elección de una jugada.
Mikahil Moiseievich Botvinnik, al hablar del talento natural de José Raúl Capablanca y Graupera, escribía: “¿En que consistía su talento? En el uso del algoritmo de la búsqueda de la jugada de la posición original, el algoritmo, que básicamente él usaba, tan ejercitado que ya prácticamente lo realizaba intuitivamente.”
Botvinnik en otro artículo comentaba que en un tiempo, en su temprana juventud, Capablanca había estudiado arduamente cientos de finales, analizándolos profundamente y perfeccionando un sistema para calcular variantes. Se refería a los años entre 1908 y 1914, primero, y luego estudio libros y partidas comentadas unos meses en 1921 en su preparación para el match con Lasker. Aunque en este último período mas bien ya estaba su sistema de algoritmos de elección de jugadas totalmente elaborado y simplemente lo ponía en práctica.
Lo importante en la creación de su “algoritmo” personal para calcular variantes lo desarrolló en sus primeros ocho años de jugar ajedrez en torneos, o sea entre sus 12 años y sus veinte años de edad.
Luego de tanto ejercicio y de su puesta en práctica en torneos internacionales desde San Sebastian 1912 hasta San Petersburgo 1914, hicieron que su algoritmo ya fuera algo intuitivo.
Botvinnik tomó nota de sus observaciones y luego lo puso en práctica.
Entonces algunas cosas que parecían muy generales de las que hablaba Capablanca, no eran otra cosa que teorización de muchos casos prácticos. Entonces no había que analizar y calcular, sino estimar, para tener una guía para luego particularizar de nuevo. De lo particular a lo general (teorizando) y luego de lo general a lo particular. Así parecía, como Botvinnik observó, que a Capablanca le dictaban las jugadas. Lo que hacia Capablanca era seleccionar sus jugadas candidatas en base a sus reglas generales y luego las analizaba ordenadamente, valoraba las consecuencias de cada candidata, elegía la mejor y jugaba.
Esa generalización derivaba en las frases famosas de Capablanca, “reglas” tan sólidas y determinantes como las frases de Aristoteles: “Peón que detiene a dos”, “Islas de peones”, “Dama y Caballo más fuertes que Dama y Torre”, poner los peones en casillas diferentes a las que circula nuestro alfil”, etc.
Pero Botvinnik afirmaba que la clave del talento de Capablanca era su algoritmo para elegir jugada, así lo escribió, hay pruebas documentales de ello.
Panov en su biografía sobre Capablanca dice algo similar, lo mismo varios autores soviéticos, pero el más claro en ello fue Botvinnik. Por cierto que Botvinnik dijo algo que luego repitió Kasparov en su libro “Mis Grandes Predescesores”, que si Capablanca hubiera ganado cierta partida de final de torres en su match con Alekhine, hubiera ganado el match. Pero Capablanca ya estaba enfermo de la dolencia que lo mataría 15 años después.
¿Por qué no se hace descripción detallada del algoritmo de Capablanca? Ahora que están de moda los libros de códigos, podemos observar que en muchos libros de ajedrez ha pasado algo similar.
Un libro que se vende muy popularmente en castellano es el libro “Piense y Hágase Rico” de Napoleón Hill. Si ve la primera edición y la compara con la segunda, hallará que una palabra: “vibraciones” es suprimida 144 veces.
Si lee la primera edición de “60 partidas memorables” de Fischer, y la compara con una edición posterior, hallará mas de 500 modificaciones, según E. Winter expresó, aunque Fischer muy enojado lo corregía y decía que “eran miles de modificaciones”.
Lo mismo pasa con algunos libros. El de “Psicología de Ajedrez” de Krogius editado en inglés es muy diferente, por lo menos el doble de páginas, que la edición en español del mismo libro, perdiendo muchos capítulos importantísimos. ¿Y que le parece si le cuento que esa edición en inglés es como el resumen de tres libros en ruso que juntos serían como el doble de tamaño?
El GM Carlos Torre Repetto escribió en Leningrado, con ayuda de Rokhlin un libro que se llamaba “Cómo ser Gran Maestro”, que luego se tradujo al inglés, con una parte muy cercenada, como “Desarrollo de la Habilidad en Ajedrez”, casi de la mitad del tamaño de la edición rusa. Cuando ese libro se imprimió en México recibió, comparado con la edición en inglés, otro gran corte.
Para acabar con la cosa, resulta que el manuscrito original, redactado por Rokhlin y Modell con los dictados en inglés de Torre, era mucho mayor que lo que fue elegido para publicar. De 35 partidas comentadas, quedaron menos de diez, y cada una de ellas con mucho menos comentarios.
Entonces ¿Se perdió la descripción del algoritmo de Capablanca? Claro que no, Botvinnik lo detalló en varios artículos y en diversos comentarios a las partidas de Capablanca y en la descripción de su propio algoritmo, que era el de Capablanca revisado.
El que estudió a Botvinnik tan profundamente, y que admiraba a Capablanca, Tigran Vartanovich Petrosian, también logró tener el algoritmo de Capablanca con detalle y a partir de allí detectar la modificación de Botvinnik.
¿Qué dijo Petrosian? Aquí volvemos con Schlechter. Petrosian comenta una partida de Schlechter con Mieses en 1894, (Leipzig) cuando Schlechter falló en su intuición y no vio un mate en una (jugó 31.Dh6+ en lugar de 31.Dh8 mate). Petrosian comenta que Schlechter tenía un algoritmo incompleto comparado al de Capablanca. Hablaba del algoritmo antiguo y el Moderno. Incluso en una conferencia explicaba a varios instructores de su escuela (La escuela Petrosian de Ajedrez en Moscú) que había que enseñar cuatro algoritmos para elegir jugada, empezando del más simple, para jugadores de cuarta y tercera fuerza, hasta el “superior” para candidatos a Maestro o más, o sea algoritmo de primer nivel, hasta el de cuarto nivel o superior. Decía Petrosian que esos cuatro algoritmos eran lo esencial y era más importante que enseñar reglas posicionales. En mis cursos via email, enseño el primer algoritmo, y conforme avanzan voy enseñándole uno nuevo. Esa conferencia de Petrosian no es muy conocida, sólo se mimeografió, pero si otros artículos que escribió y que han sido publicados como “Legado de Petrosian”.
Petrosian pensaba que “la fuerza práctica del juego del ajedrecista depende al máximo grado de la perfección de su algoritmo de la elección de jugada, y en particular del componente principal del algoritmo: la habilidad de rapidez y precisión al calcular las variantes”.
Tigrán Petrosjan (en la víspera de match al campeonato del mundo, en Moscú 1966) en una entrevista con el director de Jaque Mate de Cuba, Dr. Juan Vela Monet, (padre del actual Ministro de Educación Superior y exrector de la Universidad de La Habana, Dr. Juan Vela Valdés) expresó: “Todas estas "materias" altas la estrategia y las finezas innumerables de las aperturas, de las que nos ocupábamos tanto, - no son lo principal. Lo que decidirá el destino del match ante todo son nuestros reflejos en el juego. Como se dice, quién hará mejor el “tú allá, y yo aquí”. O cómo un exégeta diría: “La táctica, el cálculo de variantes”.
Regresemos de nuevo a Botvinnik para citarlo literalmente y terminar por aclarar el secreto de Capablanca:
M. Botvinnik escribió “•José Raúl Capablanca … Fue siempre mí ídolo. Su algoritmo fenomenal de la búsqueda de la jugada en aquellos jóvenes años, cuando él poseía velocidad asombrosa para el cálculo de las variantes, lo hacía invencible”. Como vemos, aquí con la perfección del algoritmo de la elección de la jugada y el cálculo se comunica la fuerza del juego de uno de los personajes legendarios en la historia del ajedrez.
Pero ¿si su algoritmo era su secreto, por que no describe el algoritmo? Dirán algunos lectores. Los algoritmos se constituyen por una serie de pasos, cada paso es llamado un “block”. Hay blocks principales, que van verticalmente y hay blocks complementarios que van horizontalmente de un block principal, cada block tiene salidas de “si” y “no” como puede verse en cualquier diagrama de flujo usual. Algunos block complementarios regresan al principal inicial o conducen a otro principal ya sea hacia adelante (por ejemplo de block 5 a block 6) o hacia atrás (de block 5 regresa a block 3). Al pasar todos los blocks hay un producto que sale, la jugada elegida.
Según las descripciones que Didyshko hace de los cuatro algoritmos, algunos son de 7 blocks principales y otros de 10 o más, todos con muchos complementarios.
Ese era el secreto de Capablanca, y el de Schlechter era similar. Cuando a Houdini, el gran presdigitador, escapista o “mago”, le preguntaron cual era su secreto, contestó: “No tengo uno, tengo miles de pequeños secretos”.