28 sept 2010

El Sistema de Entrenadores de Ajedrez de CONADE



Tras 10 años de que se implementó este sistema de entrenadores de ajedrez, con materiales y contenidos de todo tipo, ya es ocioso discutir que tan malo era, que si tenía material primordialmente de otros deportes, que en muchas partes se ponía en forma poco pudorosa ejemplos de handball, tenis de mesa, etc.
Lo obvio es que hay que reformarlo basándose en las recomendaciones de Syllabus que la Comisión de Entrenadores de la Federación Internacional de Ajedrez repartió durante la Olimpíada 2010.
Como en algunos organismos deportivos que no han sido capaces de comprender las abismales diferencias que hay entre un entrenador de ajedrez y uno de otros deportes ha puesto como norma que aquellos que no posean títulos internacionales de ajedrez sean catalogados laboralmente por su nivel “SICED”, se ha vuelto esto un mercado en que alumnos van a cursos por su papel de SICED sin importar las clases (a veces esto es para bien), y lo único que quieren es el papelito. De esa manera la problemática que la Comisión de entrenadores de la FIDE quería resolver, se ha agudizado. Malo es confundir el que una persona que es buen jugador sea también un buen entrenador, como que alguien por tener un nivel de SICED, que sepa Dios como le fue concedido, pueda ser instructor de ajedrez. El defraudado será el alumno.
Si los que nos preocupamos por aprender a entrenar estamos repletos de deficiencias y todos los días nos levantamos con la esperanza de co-aprender con nuestros alumnos, cometemos una serie de errores graves al tratar de ayudar a un jugador aspirante, ¡imagínense que puede pasar con alguien sin experiencia, que avalado por un papelito obtenido tal vez por algún camino irregular que trabaja con niños en una escuela primaria particular!
A veces, con la mejor fe del mundo, pueden dañar al niño, a los padres del niño y luego a ellos mismos como entrenadores.
Hay que hacer algo por que en CONADE entiendan que ya diez años demostraron lo malo de sus programas y contenidos respecto al ajedrez en su sistema de entrenadores y que deben al menos mirar las recomendaciones de la Federación Internacional de Ajedrez elaboradas por entrenadores profesionales de ajedrez, y no por los “cuates” de algún funcionario deportivo.