Cuándo uno contempla una nueva efusión cultural como Wikipedia o Ushahidi o lolcats, se hace uno la pregunta ¿Cómo tiene la gente tanto tiempo? es sorprendentemente fácil.
Siempre encontramos el tiempo para hacer las cosas que nos interesan, expresamente porque nos interesan a nosotros, se realizó una lucha para crear la semana laborable de cuarenta horas.
¡Entre las protestas del siglo decimonónico para demandar mejores condiciones laborales, el cántico de los trabajadores populares era “Ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño, ocho horas para lo que queramos!”
Durante más de un siglo hasta ahora, la disponibilidad explícita y específica del tiempo no estructurado ha sido la parte del trato de la industrialización. Durante los pasados cincuenta años sin embargo, hemos gastado el cacho más grande de aquel tiempo ganado con esfuerzo en una sola actividad, nos hemos olvidado que el tiempo ganado era para hacer con cuando nos gusta.
La gente que pregunta ¿Cómo tiene la gente tiempo? no buscan por lo general una respuesta; la pregunta es retórica e indica que el altavoz piensa que ciertas actividades son estúpidas.
La utilización de mucho del tiempo libre fue el de ver televisión pasivamente. Pero ahora con el internet se usa un poco más activamente.
Hay quienes se pasan horas chateando o viendo y llenando su facebook.
Otros, ajedrecistas, creen que utilizan su tiempo activamente al jugar partidas rápidas por internet.
Pero se van formando malos hábitos y esos hábitos son crono fagos, se tragan tiempo que pudiera ser muy valiosamente utilizado.
Preferible ver partidas de torneos on line entre grandes maestros y tratar de razonar que jugada haría uno de los oponentes, anotar nuestros razonamientos y luego ver que hizo el gran maestro, y al terminar la partida, analizar y comparar nuestros razonamientos con los de los grandes maestros. Asi seremos espectadores, pero espectadores activos. Es como el estudio pasivo y el activo, la diferencia es pensar y anotar, el esfuerzo y pluma y papel.