Dicen los de mente empresarial que hay que
seguir los modelos exitosos. En las sociedades en que lo rentable es lo
importante y no lo que beneficia a la mayor parte de la comunidad, se ha
pretendido “vender” servicios al estado, el famoso “outsourcing” en donde hasta
la educación parece ser una mercancía, se ha puesto de modo proponer que el
ajedrez entre a las escuelas, vendiendo ajedreces, relojes de ajedrez y mucho
personal con esquemas estilo “Estafa maestra”, donde por la via outsourcing el
dinero gubernamental se empleaba a través de terceras personas a “apoyar” a la
comunidad. Ahora la ley es que ya no se necesitan intermediarios y el dinero va
directo del estado a la comunidad sin pasar por organizaciones, empresas,
fundaciones, sectas, etc, Ya no hay “filtros” que cobran su intermediación.
¿Pero como fue en la Rusia después de la
revolución, tras el establecimiento del país más grande del mundo, la Union
Soviética?
Ya por decisión de los máximos dirigentes y
por gestión de diversos intelectuales y científicos cercanos a Lenin y a
Stalin, se decidió que el ajedrez debía enseñarse a los trabajadores y a los
niños. Para los primeros se crearon secciones de ajedrez en sindicatos y las
instituciones del deporte que atendían a los obreros y campesinos, para los
escolares se crearon centros de capacitación de instructores y casas de
Pioneros, círculos infantiles abiertos a todos los niños. Poco a poco en las
escuelas se dieron clases de inducción e introducción al ajedrez en las aulas,
y la canalización a las casas de Pioneros de los niños más interesados.
En base a los principales jugadores del
país, que tuvieran nivel académico, se hicieron cursos multiplicadores. Los
mejores jugadores de Rusia que tenían estudios universitarios fueron
contratados como profesores capacitadores y se planteo a los sicologos y
pedagogos más importantes del país a que realizarán un estudio de como enseñar
ajedrez de manera que los alumnos pudieran desarrollar al máximo su potencial
competitivo. Se buscaba hacerlos más que competidores, competentes, pero
también era importante no solo que jugasen bien, sino que pudieran llegar al
máximo nivel competitivo mundial para ser muestra de lo que una sociedad
socialista pudiera hacer y vencer al capitalismo siniestro en donde unos tienen
mucho pan porque hicieron harina de los demás.
Se decidió invitar a los mejores jugadores
del mundo a un Torneo con grandes premios y aprovechar su visita a Rusia para
hacerles estudios y analizar como jugaban ajedrez para copiar y adaptar los
modelos exitosos y hacer programas de cursos y difundirlos por todas las
Rusias, por toda la Unión Soviética.
El evento se hizo en 1925 y ya que se
diseño el método de estudio, comenzó a emplearse por toda la URSS. Primero
participaron 10 mil niños, ya para 1927 eran 40 mil, para 1935, 300 mil, para
1950 , después de la segunda guerra mundial ya participaban 2 millones de niños,
gracias a que estaban capacitados unos 20 mil maestros.
Cada instructor de instructores se formaban
en un curso de 600 horas, y ellos a su vez daban cursos de 40 horas en dos
etapas de 20 horas a profesores de educación básica que tenían la tarea de enseñar
a cada niño un pequeño curso de 10 horas en un semestre y después organizar
actividades y a los más interesados canalizarlos a las casas de pioneros en
donde los instructores de instructores los atendían, un 5% de los escolares a
lo máximo.
Pero no en todas las ciudades era uniforme
la manera de trabajar, había muchos altibajos en cantidades y calidades..
Surgieron escuelas regionales y locales, Así más que la Escuela Soviética de
Ajedrez, había que hablar de la Organización Soviética de Ajedrez. Pero había
una regla, cada centavo era controlado por el gobierno y se etiquetaba a
entidades gubernamentales.
En otros países los ajedrecistas piden
dinero al gobierno y particulares lo manejan. Así surge la posibilidad de la
intermediación y la corrupción. Hay países donde en torneos masivos por cada 50
jugadores contratan un arbitro. En la URSS los árbitros eran empleados
estatales y uno atendía 150 jugadores sin ningún estipendio especial. No eran
contratados por federaciones o fundaciones, sino por el gobierno y asi los
tamices y filtros eran rigidos. Y aun
así, con millones y millones de pesos, a la URSS le tomó décadas cumplir sus
metas en el ajedrez.
Pero la experiencia de muchos países es que
cuando intervienen particulares, se pierde más del 50% del dinero que el
gobierno aporta, y que muchos particulares con pretextos de empresas,
fundaciones y asociaciones civiles, “huacicolean”, y generalmente son dirigidas
por personas que no pasan por filtros, excepto el amiguismo y el “moche” y para eso no necesitan capacitación.
Les sale natural. No aportan al ajedrez, extraen del ajedrez, vendiendo cuentas
a los nativos.