El que yo considero el mejor libro sobre el GM Carlos Torre Repetto, “64 variaciones sobre un Tema de Torre”, por el Dr. Germán de la Cruz, ya ha aparecido en su versión en PDF en varios sitios de internet, por lo que si antes lo conocían no más de dos mil jugadores, ahora estará al alcance de millones. Me parece un importante rescate, pero no sé si el Dr. de la Cruz esté de acuerdo en que se hayan pirateado su libro, aunque así su libro logrará una difusión enorme en comparación a la edición de papel, la “hard copy”. Claro que el autor no recibirá un centavo por eso, pero se que lo económico no tuvo nada que ver en la motivación para realizar su excelente trabajo.
¿Hasta que punto es válida esta fiebre de digitalizar los libros? Una empresa como Notichess vendía un “Pack” de 4 DVDs con 1260 libros digitalizados, obviamente la gran mayoría de esos libros tenían derecho de autor con la leyenda de “se prohíbe la reproducción, en cualquier medio, etc., etc., sin permiso del autor, etc., etc.,” Dudo mucho que con los 1260 propietarios de los derechos de esos libros se haya llegado a un acuerdo como para permitir que se ofrezcan en publico, así como así, estas “reproducciones” de 1260 llibros.
Actualmente poseo más de 26 mil libros y revistas de ajedrez digitalizadas y que baje de muchos diversos sitios web o los conseguí por intercambios, regalos, etc., o digitalizando yo mismo los libros, sobre todo los muy antiguos y muy escasos. Pero aunque manifiesto que es posible conseguir cualquier libro de ajedrez que se busque, no me atrevo a andar vendiendo packs, o algo así,. aunque si he promocionado los “genéricos” que son ejemplares basados en libros impresos pero con muchas modificaciones o adiciones, como puede ser la de haber sido traducidos, o juntado con otros para formar antologías.
En cada torneo de ajedrez en México, se venden copias piratas de cualquier software producido por la compañía Chess Base o la rusa Convekta, lo mismo que de la mencionada “Notichess”, así como todo tipo de filmes; y los principales vendedores son los de la Asociación de Ajedrez de la Ciudad Capital de México; y las federaciones cobran derecho de piso a todo aquel que quiera vender estos productos piratas en los torneos. En el Campeonato Continental se hizo más discretamente, pero se vendió todo tipo de producción pirata. Pero si comparamos precios de 40 dólares por un libro original, con la copia pirata vendida en dos dólares; es natural pensar que un joven estudiante puede hacerse de 20 libros importantes para su formación como jugador, en versión pirata, con lo que le costaría uno. Entonces habría que aceptar que los “piratas” apoyan el desarrollo de la juventud ajedrecística.
En las universidades públicas de México se venden habitualmente “Antologías” que no son otra cosa que copias de fragmentos de libros, posibilitando que un estudiante consiga el material necesario para sus estudios a muy bajo costo. Lo permite la ley, o al menos sus representantes lo toleran. ¿Tolerancia Cero? Por favor, ¿Quién va tirar la primera piedra? ¿Los de los votos proxys de la FIDE? ¿O los que quieren que haya “copyright” de las partidas de ajedrez?
¿Estado de Derecho o Estado de Justicia? ¿Se va a poner de moda asesinar asesinos? ¿ya vuelve la Ley del Talión?
Si por un lado festejo un acto de “piratería” como el de difundir la copia en PDF del libro del Dr. Germán de la Cruz, que me parece un acto de rescate, y hasta un cierto homenaje a la obra del doctor, ¿Habrá que decir, “me piratean, luego existo”? O como dicen los “puros”. Si te comportas como el enemigo, eres el enemigo.
Casi todos los libros sobre el GM Carlos Torre Repetto ya circulan en versión PDF por la red, y aun así su figura no es tan conocida. Ninguno de sus biógrafos se atrevió a reproducir su acta de nacimiento y aceptaron como verdad sin evidencia que nació en Mérida, Yucatán; aceptaron varios, sin evidencia, que tuvo extraños comportamientos, nadie checó los reportes de migración de los Estados Unidos cuando fue “regresado” a México y si alguna razón había para sospechar que había sido medicado de alguna manera con tranquilizantes, cuyos daños colaterales pudieran afectar su sistema nervioso y enfermarlo a tal grado que tuvo que retirarse muy prematuramente, antes de los 23 años, del ajedrez, cuando había jugado contra Alekhine, Capablanca y Lasker con “score” a su favor. A nadie extraño que en su vejez fuera totalmente lucido y venciera con facilidad en blitz a titulados internacionales 40 años más jóvenes. A muchos les pareció fácil aceptar la leyenda negra, aquella que contaba que se desnudó en público y tomaba grandes cantidades de helado, a nadie le preocupo saber que Torre manifestaba que a partir de que se realizó la clausura del Torneo de Chicago de 1926 hasta el momento de que llegó a la Ciudad de México, a Torre se le había creado una laguna en su memoria. Nadie quiere checar el dato de que muchos migrantes expulsados en esos años de los Estados Unidos manifestaron que tenían lagunas de memoria desde que fueron detenidos hasta que llegaron a su tierra de origen. Menos que algunos procedimientos usados por agentes de migración norteamericanos usados entre 1920 y 1935 fueron prohibidos por la ley posteriormente.
Ahora que se han desclasificado muchos documentos secretos del gobierno de Estados Unidos, no estaría de más, tratar de averiguar qué pasó con Torre después del Torneo de Chicago. Es como la muerte de Alekhine en 1946, ¿no levanta algunas sospechas?