19 mar 2013

Carlos Torre Repetto a 35 años de su fallecimiento.




El GM Carlos Torre fallece un día como hoy hace 35 años en la Ciudad de Mérida, Yucatán; donde residió en la última década de su vida, en un apacible hogar para ancianos de Mérida, alejado de la publicidad, y relativamente olvidado,  vivió el gran maestro internacional Carlos Torre Repetto, considerado el más grande ajedrecista en la historia de México, sus últimos días.
Nació en la capital de Yucatán en noviembre de 1904 y a los 10 años de edad fue a vivir a Nueva Orleáns, pues su padre, activo militante del maderismo, tuvo que buscar refugio cuando la contrarrevolución asesinó a su gran amigo, el vicepresidente José María Pino Suarez Cámara.  El pequeño Carlos Torre poco a poco se aficionó al ajedrez y ya desde los 14 años visitó el principal club de Nueva Orleans, y allí ganó el campeonato del estado de Luisiana, trasladándose luego a Nueva York, donde laboró como comentarista y redactor de la mejor revista de ajedrez de los Estados Unidos, el American Chess Bulletin, editada por Herman Helms. De ahí, ganar el Campeonato de los Estados Unidos y viajar a Europa a torneos internacionales, lo logra Torre antes de cumplir los 21 años.
Ya para finales de 1925, la prestigiosa revista British Chess Magazine lo ubica como uno de los cinco primeros lugares del mundo.
Escribe en Rusia su primer libro de ajedrez, publicado posteriormente en cuatro idiomas, El Desarrollo de la Habilidad en Ajedrez (Como me formé como ajedrecista, en su título original en ruso); y posteriormente su libro Campeonato Mexicano de Ajedrez 1926.
Tras un incidente en el Torneo Internacional de Chicago, envuelto en gran parte en el misterio, se ve afectado en su salud, aparentemente a causa de mal trato de la policía local o de la Federal de Migración de los Estados Unidos y no logra recuperarse, abandonando las competencias internacionales a los 21 años de edad.
Radica con diversos familiares en muchas ciudades de México, principalmente en el Estado de Tamaulipas, con su hermano Egidio Torre Repetto, abuelo del actual gobernador del Estado, Egidio Torre Cantú; para ya mayor de 60 años, regresa a su natal Yucatán, donde por un tiempo se emplea como profesor de ajedrez, hasta ser recibido en una casa hogar para ancianos en sus últimos años. Fallece a los 74 años, cuando habían pasado más de 53 años de sus grandes logros en el ajedrez.  Lucido y evidentemente con una inteligencia fuera de lo común, para muchos fue inexplicable el abandono temprano del ajedrez, siendo aún un gran misterio, pues sobre los sucesos de Chicago 1926, se cubrió un velo, ya que involucraba a personajes muy poderosos de la sociedad norteamericana y ya que Torre había ganado los principales torneos de ajedrez de la época en esos años, parece que su larga estancia en la Unión Soviética no fue del agrado de los magnates que en esos años apoyaban el ajedrez en ese país, y que preferían a otro jugador para ser el líder del ajedrez en Norteamérica.
La vida de Carlos Torre y de su familia tiene pasajes realmente interesantes para cualquier historiador. Descendientes del procer de la Independencia, Don Andrés Quintana Roo, eran reconocidos como personas de gran cultura y reputación. Su padre y hermanos participaron activamente en los movimientos políticos de Yucatán de 1908 a 1913, luego en los del Norte del país, emigran a Estados Unidos, luego Torre es de los primeros extranjeros en viajar como invitado a la naciente Unión Soviética, donde conoce Moscú, Leningrado y participa en varios eventos, luego regresa a México en una época en que aun hay muchas actividades bélicas en el país, regresa a los Estados Unidos y es expulsado de ahí, para no regresar jamás a un país donde hasta ese momento había vivido la mitad de su vida. Luego transita por varios lugares de México y finalmente, muy al final de su vida, por fin regresa a su natal Yucatán, en una época en que poco se le apoya, pues tras sus grandes glorias de 40 años antes, pocos le recuerdan, debido a la incipiente organización ajedrecística de la era pos callista, cuando hubo una era del ajedrez mexicano entre 1924 y 1935.
Tras su muerte, en 1978, pasarán 10 años antes de que en su Estado se le reconozca y gracias a ello se levante el ajedrez yucateco, para año con año realizar un evento internacional en honor de Torre. Pasaron casi 30 años para que sus restos fueran enterrados en el cementerio de los hombres ilustres de Yucatán, tras de que estuvieron insepultos prácticamente más de dos décadas.