Aunque este método es conocido en
algunos círculos occidentales como de Sarapu, el maestro internacional nacido
en Finlandia y que fue muy activo en torneos en Oceanía, representando a Nueva
Zelandia; el caso es que el que más lo promovió entre sus pupilos fue Grigory
Yakovlevich Levenfish, aunque el mismo decía que simplemente modificó un poco
la receta del viejo maestro ruso Schiffers.
Consiste simplemente en comparar
cada pieza propia con su contraparte del contrario, utilizando como parámetro básico
la movilidad de la pieza, aunque considerando la colocación y su coordinación
con las demás, o sea su actuación. Levenfish no apuntaba, sino delineaba
considerar otro factor importante: la estabilidad.
A la relación de las piezas
propias entre si y a la relación de las piezas propias con las del enemigo,
también les atribuía importancia especial. Por relación entendía el que estuvieran
en contacto, o sea que sus radios de acción coincidiesen en algún punto.
Después de hacer tal evaluación,
Levenfish decía que ya había indicadores de que pieza habría que mejorar.
Aunque Levenfish no fue apoyado
por las autoridades de la Federación Soviética de Ajedrez y solo un libro
escrito por él, con leve ayuda de Smyslov fue publicado, produjo varios
manuscritos y en ellos plasmó sus ideas, que llegaron así a sus alumnos, entre
ellos varios grandes maestros importantes. Sus métodos para detectar señales de
potenciales operaciones tácticas es muy interesante y relativamente fácil de
seguir. Sus alumnos no fueron muy numerosos, pues Levenfish era un caso raro
entre los grandes jugadores soviéticos, no le fijaron sueldo como ajedrecista y
tenía que dedicar mucho tiempo al empleo que le dieron como ingeniero en
vidrio.
(Extracto de Bucanero de Ajedrez Especial número 1)