19 oct 2015

El libro digital y el libro impreso en ajedrez.





Durante años me he escrito mucho en internet y he realizado varios libros “digitales”, o sea en Word, pasados a PDF y así enviados por email. Eso deja al que compra el libro la elección de imprimirlo (cualquier café internet cobra entre 1 centavo de dólar a 3 cada pagina impresa) o leerlo en una tablet, o en su computadora. Así un libro como la Guía para Padres y entrenadores lo he vendido en 10 dólares en PDF y si lo imprimen les sale en un total de entre 11 y 12 dolares. De otra manera impreso normalmente por una editorial, lo tendrían que comprar en unos 23 dolares, de los cuales la editorial me pagaría un dólar cuando mucho. Los que he vendido equivalen a unos 800 dólares, mucho más de lo que me ofreció una editorial por hacer una edición de mil ejemplares.
Una vez por mi cuenta imprimí un pequeño libro, “Veinte años con el GM Marcel Sisniega”, hice  mil ejemplares, me costo “fabricarlo” 80 dólares en total, vendí en 3 dólares cada ejemplar, vendí poco más de 350, mientras que regale o di de premio, más unos 20 que me quedaron, el caso es que por 80 dólares saque como mil doscientos dólares. Casi unos 18 años después lo escaneé, lo pase a PDF y lo subí a sitios internet para descarga gratuita y según pude constatar, en un sitio lo descargaron 790 veces y en otro 280. O sea se duplicó el número de poseedores del libro. O sea, casi sin inversión, logré que lo leyeran otras mil personas por lo menos. O sea ese pequeño libro ha tenido al menos dos mil lectores, gané unos mil dólares con él, además de la satisfacción de dar a conocer las excelentes partidas de un gran amigo tan querido por mi y que de alguna contribuí a que se conozca más de él. Otro gran amigo mio luego escribió un libro más ambicioso, pasando todo el viacrucis que impone escribir para una editorial y sacó mas libros con partidas de Marcel, me agrada pensar que en alguna manera estimulé que así lo hiciera.
El caso es que aunque el libro digital parece que aun no se posiciona como competencia para el libro impreso, como asegura la prensa, tiene muchas ventajas: abarata la información, evitando que haya una brecha entre los que tienen dinero y los que no, para tener acceso a información e instrucción necesaria para la superación personal. Puede dedicar el autor mas tiempo para escribir y no pasar los traumas de hacer tantas gestiones para que le publiquen, luego defender que no recorten, que no cambien contenidos, que no censuren, que no impongan diseños , etc,
En la SEP trabaje varios años en programas de ajedrez para escuelas y para imprimir los manuales fue también una serie de malabares entre incapacidades, corrupción, malos entendidos, manipulaciones, etc; que simplemente desgastan.
Por eso escribir en internet y hacer mis clases, libros digitales (o sea escritos para PDF), videos, boletines, ha sido como una liberación.
He tenido que recorrer de nuevo los caminos estrechos de publicar libros de ajedrez, pues parece que muchos lectores simplemente les gusta tener papel en las manos para estudiar ajedrez, y parecen felices de pagar cinco veces más por un libro impreso por una editorial que pagar por un PDF e imprimirlos en una papelería.
Finalmente creo que el libro que escribí desde finales de 2014, podrá ser conocido aunque sea un año después. Ya casi no creí verlo impreso, aunque tuve el prototipo en las manos desde hace casi cuatro meses. Y aunque me pagaron lo acordado desde hace meses, aun estoy impaciente por tenerlo y ver que lo lean los ajedrecistas en México. A veces el dinero no es lo importante, y lo digo a pesar de llevar ya casi dos años en trámite para que me entreguen mi fondo de jubilación del ISSSTE. En el tiempo que llevo haciendo esa gestión, varios amigos míos, varios maestros internacionales y grandes maestros han fallecido, de estos, casi media docena de mucho menor edad que yo tengo ahora, y tres incluso fueron alumnos míos y los conocí de temprana edad. Afortunadamente tengo dos amigos mios, mucho mayores, que si recibieron su jubilación, pero si me baso en porcentajes…
La semana pasada me propusieron escribir varios libros impresos. Una propuesta la acepté por ser un libro teniendo como coautor un gran amigo mío. Ese libro no es totalmente de ajedrez. Otras no las acepté por estar cansado de recorrer esos caminos difíciles de lidiar con editores.
Planeo actualizar los libros en PDF que escribí hace unos años y luego sacar otros nuevos en PDF y seguir con boletines. Aunque la prensa saque notas como la de hoy en La Jornada que dice:
La cadena de librerías Blackwell's, competidora de Waterstones, llegó a la misma conclusión. Los e-books se venden cada vez menos, confió el propietario de la cadena David Prescott.
De todas formas, el mercado del libro digital sigue expandiéndose en Gran Bretaña (con un alza de ventas de 5.3% en el primer semestre) pero las ventas de libros impresos también progresaron: 4.6% en los nueve primeros meses de 2015, algo inédito desde 2007.
En Estados Unidos, la venta de libros impresos volvió a crecer en 2015 luego de registrar bajas constantes desde 2010, afirma el diario profesional Publishers Weekly.
La Association of American Publishers que reúne a los editores estadunidenses anunció el mes pasado que las ventas de libros digitales cayeron 10.4% durante los cinco primeros meses de 2015.
La merma podría explicarse por la publicación este año de tres grandes best-sellers (Ve y pon un centinela de Harper Lee, "Grey", el 4º tomo de la serie Cincuenta sombras de Grey de E.L. James y La chica del tren de Paula Hawkins) que impulsaron las ventas de los libreros. Cada una de esas novelas se vendió en más de un millón de ejemplares en papel”
Seguiré tratando de convencer a los ajedrecistas que el libro impreso normal contribuye a encarecer el conocimiento en ajedrez y que tiene muchas limitaciones respecto al libro en PDF.
Posiblemente haga mis libros en PDF, luego yo los lleve a imprimir y los engargole y asi los venda. A ver si compran en engargolado en 150 pesos un libro que de otra manera costaría al menos unos 500 pesos.
Veremos…