Una serie de libros
publicados en ruso bajo la autoría de P.V. Lobach, de posiciones a resolver, me llamaron la atención por lo bien programada
que estaba la dificultad ascendente. Me parecía claro que eran producto de
muchas evaluaciones en el aula y durante años me han servido como fuentes de
posiciones especiales para proponer su análisis en mis clases.
Un amplio artículo de Lobach
me llamó la atención por mencionar como parte de sus recomendaciones cuidarse
de situaciones contra jugadores sin ética, mencionando a mi amigo el MI Julián
Estrada a raíz de una victoria, curiosa y sorpresiva , que tuvo ante Victor
Korchnoi. Profundice en ese artículo y aunque más que atacar a Estrada, su
argumento es que un ajedrecista debía mantener la calma en posiciones ganadas y
no menospreciar los esfuerzos del oponente en situación desesperada, ya que,
como escribe Lobach, hay jugadores que utilizarán todas las opciones “legales”
para salvar una partida.
El caso es que realmente no
culpa a Estrada por recurrir a lo que sea que permita el reglamento de la FIDE,
sino que previene a los jugadores lectores de su artículo de no debilitar su
atención en lo más mínimo cuando van ganando y añade varias historias de
violaciones francas al reglamento y que jueces ineptos permitieron.
Lobach da una serie de
factores de su fórmula para formar maestros de ajedrez de excelencia. Inicia
opinando que lo primero es trabajar con personas talentosas y que su detección
nada tiene que ver con los resultados de un torneo dado, sino de la actitud que
desde muy pequeños tienen ante una partida de torneo. Dice que aceptó trabajar
con una niña que en el torneo en que la vio jugar quedó en penúltimo lugar,
pero se veía su entrega y vocación por jugar seriamente. Relata que trabajó
varios años con ella, pero ya desde el segundo año logró que fuese campeona de
su nivel etario, sub 14, de toda Europa.
Para hallar talento, dice
Lobach, no hay que andar muy lejos, en cualquier club o evento abunda el talento.
Pero añade que la geografía puede ser muy importante, y que en la Unión
Soviética los jugadores prometedores de repúblicas lejanas de las ciudades
cercanas a Europa de la URSS, sino se mudaban a tiempo y salían de su
aislamiento de los grandes centros de ajedrez, se perdían. Ahora con el
Internet dice que se puede menguar en parte eso, pero hay que participar en
torneos y viajar. Radicar en una ciudad grande como Moscú, San Petersburgo, o
Kiev, puede ser decisivo para un desarrollo al máximo potencial.
Punto 1 y 2 de la fórmula
los marca dentro del tema de reclutar talento.
Después de tocar el tema de “reclutamiento
de talentos”, toca otras partes de su fórmula que nos pueden interesar más.
¿Cómo empezar? Es su parte 3
de la fórmula. Y dice Lobach:
Habla de su experiencia con la
GM Natasha Pogonina, que era campeona de la lejana región de Kamchatka, nacida
en 1985, en Vladivistok, Rusia, pero en el lejano Oriente, y que solo al
acercarse a la Europa, mudándose a Saratov, cerca del Volga, trabajó con ella. Natasha en 1998 tenía trece
años cuando comenzó a trabajar con Lobach.
Lobach habla de que definió
los plus y los minus de su pupila. O sea inició con un diagnóstico.
Hay que tomar en cuenta que
Pogonina era ya campeóna de Rusia de sub 14 cuando la conoció Lobach, pero que
en el Torneo de Austria del campeonato de Europa había quedado muy abajo.
Plus: Se notaba en Natasha un gran deseo de trabajar, paciencia, el aseo
en sus apuntes y agendas registros, con
interés y deseo de cumplir las tareas que se le encomendaban hiciera en
su casa, mostraba intuición, y se desarrollaba en ella una voluntad creciente
por ganar.
Minus: Una gran ignorancia de aperturas y de finales, de planes típicos
de medio juego. Falta de técnica, dudosa en sus jugadas y sin congruencia en
sus planes. El 100% de sus partidas terminaban en zeitnot y los resultados eran
variados.
4. Cómo elegir
el repertorio, fue la parte cuatro de la fórmula a considerar por Lobach.
Dice que
esaba claro que las aperturas que usaba Natasha discrepaban de su temperamento
y estilo de juego y las posiciones que resultaban no le gustaban mucho. Primero había que seleccionar que tipos de
medio juego le agradaban, Seleccionó aperturas que le llevaban a posiciones
abiertas, pero no siempre las lograba con sus aperturas. Tuvo Lobach que
ponerse a investigar con ella las aperturas y dar con las que conducían a
posiciones más agradables para ello. Fue importante en esa tarea trabajar con
la computadora y las bases de datos (Lobach dice que trabajó con Chess
Assistant, y que tuvo que comprarlo. Está claro, o no lo quiere confesar, que
no tenía acceso a las redes de piratas rusos de ajedrez que se comparten gratis
todo tipo de programas como Chessbase, ChessAsistant, así como archivos de
software y miles de libros en PDF. Hay miles de copias que se pasan de mano en
mano en Rusia, casi todo jugador de primera o entrenador es un “Bucanero” en lo
que toca a computo).
Lobach cita
que la computadora también se usaba para partidas de entrenamiento con las
mismas posiciones jugándolas con los dos colores y con diversos ritmos de
tiempo.
Nikitin
opina que esto hay que limitarlo a jugadores de menos de 2000 de rating. Al
parecer Pogonina cuando era sub 14 la evaluaban como de 1850.
El punto 5
de la fórmula es de llamar la atención, pero no estoy de acuerdo, sin exagerar.
5. La
computadora es una garantía del éxito.
Sería hoy difícil
contar con un éxito en los torneos, si uno no cuenta con una computadora con los
programas requeridos y que incluso las transporte a las competiciones,
constantemente. Ideal puede ser una notebook, para torneos largos, como los de
Rusia, o para torneos de fin de semana, una Tablet, pero en la época que
describe Lobach no existían las facilidades de tablets en Rusia. El habla que
en el lejano 1994 una computadora andaba por los 400 dólares y era una 486 que
él estimaba mucjo y que además pagó unos 100 más por los programas (dice
comprarlos originales, a diferencia de muchos entrenadores que nunca conocimos
un Chess Assistant original), Dice que los adquirió gracias al padre de otro
alumno, Alexey Iluishin, que llegó a Campeón de Europa, cuando conoció Lobach a
Pogonina,
Afirma
Lobach que la computadora ayudó mucho a Alexei a avanzar y llegar a 2400,
logrando cuatro medallas en los campeonatos mundiales y de Europa.
Antes se
trabaja con tarjetas para guardar partidas, con todo tipo de libretas, pero con
las computadoras la búsqueda y selección de material de estudio son mucho más
rápidas y completas.
Aún asi
considero que hay que llevar agendas escritas, aunque no en papel sino en
archivos computacionales, como se acomode uno mejor.
Nos cuenta
que solicitó se comprase Natasha también una notebook tras del inicio de su
compromiso de trabajar juntos. Piensa Lobach absoluto que es imprescindible
comprar una Notebook. Luego apunta algo medio ingenuo sobre comprar una segunda
mano, y da informes como adquirirla en Moscú y como está el mercado ahí, además
de los precios. En ese tema Lobach para nada es referencia, ni idea tiene. Dice
unos precios irrealmente caros, pero tal vez sea un total villamelón en esos
menesteres. Habla de comprar en tiendas
en las que uno ni se pararía en Moscú, pues venden todo casi al doble que “en
la calle”.
6. Técnica
de Finales
Todo jugador
debe conocer a ojos cerrados alguna
técnica básica de final. Hay que empezar por supuesto con los mates simples.
Máxime que ahora con los blitz y los ritmos acelerados, hay veces que se llega
con 10 o 15 segundos para rematar, y el oponente juega con la última esperanza
de que se agote el tiempo y sea tablas. Claro que un mate con rey y pieza, o
piezas solas no debe tener problema y debe todo jugador poderlos dar en no más
de 30 segundos, incluso los de mate de alfil y caballo. Lobach presenta en su
artículo el método en W de ese mate.
En su punto
7 de la fórmula habla de la Estrategia del Final. Y da unos finales básicos.
(CONTINUARA)
Extracto de
Bucanero de Ajedrez, Selecciones 2017.