2 ene 2017

Las Formulas del GM Carlsen Campeón Mundial del Gran Ajedrez y similitudes con las de GM Karjakin, Campeón Mundial de Ajedrez Blitz. Parte 2




Según el GM Agdestein, el primer gran maestro en contacto con Magnus Carlsen, niño, el futuro Gran Maestro aprendió a mover las piezas a los cinco años de edad y Agdestein juzga esa edad como suficientemente temprano. Su padre Henrik, era un buen jugador de ajedrez en un club, era un enamorado del ajedrez y por ello era natural que tratase de transmitir su afición a sus hijos.
Como apunté antes, Magnus al principio no mostró interés especial por el ajedrez. Su padre esperó un poco y volvió intentarlo cuando Magnus tenía entre 6 y7 años de edad. La situación seguía igual y prefirió el padre persistir en la forma de presentar a sus hijos  desafíos intelectuales, y entonces se hizo evidente que Magnus tenía una excepcionalidad intelectual grande y notoria en el análisis de todo. Cita que Magnus  mucho antes, “a los dos años, podía resolver rompecabezas con más de 50 piezas, y cuando tenía cuatro años podía sentarse todo el día y construir modelos Lego avanzados con largas instrucciones destinadas al grupo de 10-14 años”. Por ello era natural que su padre buscase como canalizar esa excepcionalidad intelectual. Cita Agdestein también que  “Magnus también desarrolló sus poderes analíticos temprano con problemas matemáticos”.
Un rasgo muy evidente en Carlsen era una memoria excepcional.
La memoria es un factor muy importante para el ajedrecista y así lo remarca el GM Agdestein en su biografía sobre Carlsen.
“El ajedrez es de comprender,  pero la comprensión debe fundarse en algo, y la memoria entonces es una herramienta importante.”
Una expresión de la memoria es que es vital para estudiar libros de ajedrez sin usar piezas de ajedrez y tablero. En la URSS, por ejemplo, era norma el inducir a que los niños estudiasen así, ya que al jugar ajedrez en un torneo tenemos que ver las consecuencias de cada jugada en nuestra mente, no podemos mover las piezas en ensayo, tenemos que “moverlas” en la mente y la memoria ayuda a recordar cada posición de cada pieza, si bien al principio no vemos todo el tablero, cada pieza, cada casilla, sino las relevantes a las ideas que tenemos en la posición frente a nuestros ojos, el continuo entrenarse al estudiar ajedrez o al practicarlo, tarde o temprano facilita que veamos en la mente cada detalle y lo tarde o lo temprano dependerá primero de nuestra memoria innata y luego de nuestra memoria entrenada.
Una memoria innata bien entrenada se desarrollará más , y Carlsen al tener gran memoria innata ha desarrollado una enorme memoria con su entrenamiento.
Agdestein afirma: “A la edad de nueve años podía sentarse durante horas con libros de ajedrez avanzados en inglés y jugar a través de los juegos en su cabeza, sin un tablero y piezas. Los verdaderos jugadores de ajedrez leían libros de ajedrez de la manera que otros leían las revistas de variedades y esto era algo que Magnus aprendió temprano”.
Ahí se ve una similitud con las formulas de Carlsen y las de Karjakin. En la escuela de Karjakin en la Ucrania recién postsoviética, se seguía la tradición soviética de ajedrez, resolver decenas de posiciones tácticas a la semana viéndolas desde diagramas o tableros murales, moviendo las piezas en la mente; además del estudio de libros y apuntes con la mente, sin el auxilio de tableros ni piezas. A los niños con poca memoria innata, si se llegase a dar un caso así, se les entrenaba la memoria con juegos especiales, relacionados o no con el ajedrez.
Estudiar muchos libros de ajedrez sin usar piezas y tableros, viendo con la mente las posiciones y analizarlas así, a menudo solo con auxilio de diagramas cada 5 o 6 jugadas, es una formula tan común en todas las escuelas serias y formales de ajedrez, que tanto Carlsen y Karjakin tenían esa parte en común en sus fórmulas.
Ya para los ocho años de edad, Carlsen mostró una afición especial por el ajedrez, estudiando libros y resolviendo combinaciones. ¿Cuál eran sus primeros libros? Los biógrafos no se ponen muy de acuerdo, o por motivos publicitarios y comerciales no lo quieren decir, pero nunca falta el rumor y varios entrenadores escandinavos han mencionado que de los primeros que estudió estaba el que en inglés se publicó como “Good Move Guide” del GM Bent Larsen, un libro magnífico, en que se fundamente en enseñar a base de preguntas y resolver posiciones. O sea un libro de acertijos de ajedrez.
En las escuelas soviéticas muchos entrenadores seleccionan un libro, pero no lo presentan a sus alumnos, sino les ponen las posiciones que aparecen explicadas en el libro y se las presentan a los alumnos para que den sus propios puntos de vista y luego les muestran lo que el autor del libro escribió sobre la posición, agregando algunas cosas que el entrenador o conductor de la clase piensa es pertinente. Un análisis de casos y luego una comparación entre los análisis de los alumnos y los análisis de una autoridad.
En esas comparaciones van ajustando los procesos de los modelos ideales a los procesos que los alumnos realizan inicialmente. No se trata de imponer totalmente al alumno el modelo, sino ir haciendo, como un sastre, un traje particular pero con rasgos generales que se consideran provechosos o benéficos para su ulterior desarrollo. La idea es siempre cuidar el futuro desarrollo del pupilo.