Uno
de los más famosos centros de ajedrez se desarrolló en el Palacio de Pioneros
Yuri Gagarin en Bakú en la Azerbaiyán soviética.
Yuri
Alexeyevich Gagarin a los 27 años de edad entró a la historia como el primer
hombre en viajar al espacio y el Palacio de Pioneros en Bakú fue bautizado en
su honor.
El
director de la sección de ajedrez durante muchos años fue Suren Abramyan, étnicamente
armenio, como Kasparov, pero de familia asentada en Azerbaiyán por
generaciones, como otros 250 mil descendientes de armenios que eran, durante la
época de la URSS, azeríes integrados a la sociedad de aquel país,
El
líder moral del ajedrez de Bakú lo era el Maestro Vladimir Makogonov, pero pasaron
muchos maestros notables en los años anteriores a la segunda guerra mundial
dentro de un programa especial de promoción del ajedrez que emprendió el
gobierno central de la URSS. Por Baku principalmente pasaron a dar cursos y
exhibiciones maestros como Fedor Ivanovich
Duz–Khotimirsky, Nikolai Grigoriev, Salo Flohr, David Bronstein y muchos otros.
Del Palacio de Pioneros Gagarin fueron alumnos
distinguidos Kasparov,
Bagirov, Zatulovskaya, Maharramov; y mientras cumplían su servicio militar en
la base de la Fuerza aérea de Bakú, donde daba clases Makogonov, pasaron de
Ucrania los GM Gufeld, Stein y el famoso jugador de San Petersburgo
Chepukaitis.
¿Qué
distinguía a los maestros Abramyan y Makogonov de otros entrenadores de la
Unión Soviética y que hacian especiales las escuelas de ajedrez de Bakú.
En
las notas y artículos publicados por Makogonov y Abramyan, así como en los
programas publicados de los años dorados de la sección de ajedrez en el Yuri
Gagarin, se desprende la característica clave: su avanzada metodología para
realizar estudios, no solo de ajedrez, sino de cualesquier otra disciplina.
En
los años en que Makogonov comenzó a descollar en ajedrez, entre 1927 y 1942; el
estado soviético promovió muchos estudios sobre educación y enseñanza, dando un
especial enfoque a la capacitación en general y a la formación de cuadros.
A
los alumnos se les dotaba de hojas con ejercicios y en las sesiones se les
daban unos datos sobre posiciones, pero lo básico era darles lineamientos de
como estudiar, tomar notas y se les daban tareas, pero las lecciones básicas
era de como razonar y metodologías para abordar y resolver las posiciones que
se encargaban para trabajar en clase. Cada cierto tiempo se hacían sesiones en
que se revisaban las respuestas a las posiciones, pero el énfasis era en que
aprendieran a resolver de manera independiente las posiciones. Se les daban
formulas y algoritmos principalmente, pero solo después de muchas sesiones se
revisaban las respuestas y el entrenador les daba observaciones a sus notas,
pero las conferencias eran de métodos, de cómo pensar y estudiar, y no todo era
de ajedrez, pues se daban muchas fórmulas para leer, para tomar notas de sus
materias en la escuela, etc.
En
el Gagarin se invitaba a maestros visitantes a que mostraran algunas ideas y
partidas y los alumnos tenían que hacer trabajos sobre esas pláticas y las
calificaciones iban a sus expedientes y se les llamaba la atención si pasaban
por alto alguna cosa relevante de la exposición del invitado.
La
idea era de que el ajedrez no era útil por si mismo, sino por la manera en que
se pensase cuando se jugaba. Makogonov en una conferencia advertía: El ajedrez
puede hacer mucho daño si se practica con deficiencias y no se corrige esa
práctica. Si en el ajedrez nos habituamos a tomar decisiones con una reflexión
y un proceso sistemático, será muy benéfico, pero si lo hacemos como dejándonos
llevar como una veleta por donde sopla el viento, nos hará mucho daño jugar
ajedrez” Si los alumnos del Gagarin no tenían resultados sobresalientes en sus
escuelas primarias y secundarias, se les increpaba y se les daban lecciones
especiales sobre como estudiar, antes de volvérseles a permitir a que se
integrasen en los entrenamientos de ajedrez o participar en torneos que
organizaba la sección de estudios del Gagarin periódicamente.