Aunque los comentaristas bajo
sueldo de la organización del Mundial nos quieran pintar pececitos de colores,
la verdad parece que sólo fue un duelo de aperturas y de su preparación que no
llegó más a que a ser un esbozo de combate.
Por supuesto que me preocupa
mucho esta situación pues si sigue así la cosa nadie va a querer recibir los
boletines y perderán la oportunidad de conocer algunas cosas que quería yo
transmitir aprovechando el gancho del Mundial. Perderé Foro.
Pero yo no quiero cooperar en eso
de pintar pececitos de colores y vender falacias, como ya en la FIDE hacen, ya
que sin en realidad promover ajedrez
promueven un ajedrez “show” que termina decepcionando como lo de ahora en
Moscú.
Tanto rollo de que utilizarían el
Internet y el Mundial para fomentar el ajedrez crearon muchas expectativas en
personas como yo, que tenemos la idea de que el Internet hará llegar la
práctica organizada del ajedrez a todos lados, para bien de la humanidad. Pero
no he visto nada nuevo, ninguna idea nueva. Muchas cosas que se quedaron en el
tintero cuando el GM Marcel Sisniega y yo nos vimos separados involuntariamente
de la organización del Mundial de 2007 en Ciudad de México, parece que 5 años
después a nadie se le ha ocurrido.
Cosas fáciles de realizar no se hacen.
Dirán que porqué no describo algunas de esas cosas. Pues simplemente porque
pienso llevarlas pronto a cabo, además tal vez sean una locura y no quisiera
hacer el payaso ahora de hablar de algo antes de hacerlo.
Pero si tenía muchas esperanzas
puestas en ver que se haría con el Internet novedoso para este Mundial, pues
las entrevistas a Filatov, el nuevo Rey Midas del ajedrez así lo prometían. Aún
tengo esperanzas de que algo inventen, antes de que nadie vea ya las partidas.
Los nombres de Gelfand y Anand no
son muy taquilleros, pues los matches de los nombres iniciados con “K” son más
atractivos que los nombres terminados en and, no tanto por los sonidos sino por
los estilos. Lo malo es que ahora se dice que por que ya son cuarentones les
faltan ambiciones. Eso no debiera tener sentido, pero realmente Gelfand tiene
un rostro nada inspirador de ser luchador y Anand es la tranquilidad
representada, pero esto sería sólo una frenología superficial, pues en sus
partidas Anand ha sido muy agresivo toda la vida y Gelfand muy laborioso, pero
ambos no son tan buenos haciendo “caras” de esfuerzo como Kasparov, uno de los
mejores histriónicos del ajedrez. Me acuerdo que en México estaba jugando una
partida de simultaneas con un periodista bastante malo jugando y ponía una cara
como si hiciera gran esfuerzo y , candido de mi, me acerque a ver la posición
que tanto intrigaba a Kasparov y le provocaba gestos de gran esfuerzo. La
posición estaba totalmente perdida por el periodista y Kasparov tenía muchas
formas de rematarla fácilmente, pero cualquiera diría que le daban una gran
pelea, cuando toda la partida fue facilísima y el periodista hubiera perdido en
simultaneas con un jugador de tercera. Pero si por los gestos hubiéramos valorado
la posición… Pero que útiles serían ahora algunos gestos de Anand, pues los
videos se ven super aburridos.
Mucho se habla de los equipos de
analistas, pero esto también tiene mucho de mito. De buena fuente se que
algunas veces a Anand se le ha olvidado, a la hora de la partida, alguna
variante que le recomendaron los analistas. Claro que le ayudan bastante para
ahorrar tiempo, pero creo que más los ayuda Anand a ellos con apoyos
económicos. Se siente más significativo el apoyo emocional que el técnico. Lo
que ayuda es más la porra que los análisis a veces. Total, a un organizador,
que por lo general no sabe mucho de técnica de ajedrez, que uno necesita
ayudantes y así le conseguimos a los amigos un poco de dinero y buenos hoteles.
Spassky muchas veces traía de “seconds” a sus amigos aunque no fueran grandes
maestros. Ayuda, muchas veces, más un
buen psicólogo que un analista.
El duelo entre equipos de
analistas es algo que se mencionaba mucho en los matches entre Kasparov y
Karpov, así como en la era soviética parecía que había grandes disputas por
reclutar y enganchar buenos analistas, provocando a menudo grandes enemistades
por “ganarle” un second a algún contendiente. Algunos eran muy solicitados,
tanto por su capacidad de trabajo, como por su talento. Eran sumamente
importantes en las partidas suspendidas, cuando tras cinco horas de juego se
interrumpía la partida y varias horas después, por lo general una noche entera,
se reanudaba. Entonces los analistas examinaban la posición pendiente y hubo
verdaderas obras maestras creadas por los equipos de analistas. Entonces los
equipos corporativos eran una gran ventaja y los “lobos solitarios”, sobre todo
Fischer, lucharon para eliminar la interrupción de las partidas y llegamos al
momento actual. Se perdió la emoción de las partidas suspendidas, pero los
individuos se defendieron contra los equipos. Antes las organizaciones y las
infraestructuras vencían en ajedrez, ahora no tanto. Aunque el trabajo de
organizaciones influye mucho antes de las partidas y no a la hora de jugar.
Pero tanto Anand como Gelfand no
dependen tanto de los equipos. Uno porque parece ser que no es muy bueno para
aquello de las sinergias, y el otro porque no tiene tanto tiempo ganando buenas
bolsas de dinero en ajedrez y no cuenta con apoyo empresarial y desea no gastar
mucho dinero en contrataciones. Pero en el afán de dar emoción al match, “calorizarlo”
seguramente pronto se hablará del “trabajo” de los equipos.
El caso es que tengo que poner
algo de material para que el bucanero valga la pena y pronto tendré que repasar
el match Kramnik contra Aronian, que tampoco fue muy de emoción, pero en fin…
El “show” debe continuar, pero
los enanos están muy creciditos, los elefantes muy flacos, y los payasos muy
llorones.