17 may 2012

Tablas en la quinta partida y los pecesitos de colores.



Sabía que la cosa podía ser así. En un match, creo si no mal recuerdo en 1966, entre el GM Tigran Vartanovich Petrosian, entonces campeón mundial y el GM Boris Vasilievich Spassky, retador,  comenzó el match con seis tablas, aunque la quinta partida fue muy disputada y la sexta fue como si tomasen un descanso. Después de la sexta, según citaba el académico Juan Vela Monet, director entonces de la revista Jaque Mate de Cuba, el excampeón mundial Mikhail Moiseievich Botvinnik dijo: “Si Petrosian hubiera jugado así en 1963 contra mi, no me hubiera ganado el título. Lo curioso es que en varios de los matches clásicos por el campeonato mundial tras las cuatro primeras partidas terminadas en tablas, como sucedió en los matches Lasker-Schlechter de 1910, Lasker-Capablanca de 1921 y Botvinnik –Bronstein de 1951, en la quinta ganó el retador. En el match de 1966, tras seis primeras partidas terminadas en tablas, el vencedor fue el campeón. De hecho Petrosian finalmente derrotó a Spassky en ese match y retuvo el campeonato.
Pero los matches citados, exceptuando el de Lasker-Schlechter, eran pactados a más partidas que el actual match, por lo que aquí cada tablas pone en más crisis al que pierda la primera partida
Pero al decir que sabía que la cosa podía ser así, me refería que quizás tuviera yo que hablar de pecesitos de colores para mantener el interés del lector.
Y aunque he recibido  unos pocos email comentando o opinando algunas cosas de mis boletines, la verdad es que parece que poco he sido leído. Por ello quiero comentar, como otros comentaristas ya comenzaron a hacerlo, sobre la sede del match: la Galería de Arte Tretiakov. Presenta en estos días una exposición realmente llamativa de ajedreces diversos y fotografías históricas. Ya había adelantado Filatov, el mecenas que organizó el evento, que rodearía de eventos especiales para dar un marco especial al evento. Como el escenario del match con su cabina de vidrio y el diorama usual de eventos similares no hace uno que distinga si el match se realiza en una bodega o en un museo, era importante  llevar al internet videos diversos de la sede, porque lo único que veían los espectadores era los rostros pensantes de los jugadores, el tablero y algo del diorama. ¿Y cómo íbamos a comentar de los pecesitos de colores? La exposición especial de ajedrez ya dio pie para algo, porque ya todos comentábamos las mismas cosas sobre los equipos de los jugadores y su trabajo de preparación de las aperturas,  de cómo es difícil sorprender a alguien ahora que con las computadoras todo se investiga, de que si hay un duelo psicológico entre el asesor de Anand, el GM Nigel Short y un personaje “secreto” del equipo de Gelfand, etc.
Ya alguien, con tono de burla me escribía: “Si nos aventaste una biografía de Chebanenko porque jugaron su variante, ya esperamos la de Sveshnikov ahora que salió como novedad en el match, y si juegan la “Puerco Espín”, ¿nos darás una disertación de zoología?” ¡Compadre! ¿Qué quiere usted que haga? ¿Empiezo a despotricar contra la oligarquía de la FIDE y su suicidio virtual o formamos otra asociación como la de Kasparov cuando su match con Short? Las cosas son así, ya sabía que esto podía pasar…