¿Qué pasó en Ecuador? Parece sumamente injusto que un
esfuerzo como el que hizo un MI de Costa Rica para hacer una norma de GM tenga
como premio un resultado que ni para el rating sirva.
Con personajes como el MI Javier Ochoa y el AI Jorge Vega
Fernández a quienes conozco desde que en los años 80s del siglo XX convivíamos
en muchos eventos en Cuba, se me ocurrirían todo tipo de cosas, como una
convivencia difícil de una agrupación Iberoamericana y una Confederación de las
Américas. Bisné es Bisné, como dicen en La Habana. Esperaba más fácil que el
evento internacional de la UNAM de 2010 tampoco recibiera reconocimiento FIDE
para el rating, pues parecía más apócrifo que el evento de Ecuador, pero de alguna
forma se conciliaron intereses.
Ya la cosa es un vacilón, pues sin respeto a convocatorias
no hay certeza para nadie al competir, pero si un organizador cree que cuenta
con un aval y de repente no se lo dan, no es su culpa, pero si convoca a
sabiendas que no logrará el aval, la cosa es grave. Luego esta el asunto de
avales, como si el ajedrez fuera propiedad de alguien que, por lo general, de
maneras no muy claras, se hace de la autoridad para vender avales, lo que me
parece a todas luces inmoral e ilegal. Los avales son necesarios para garantía
de los participantes a un torneo, no para victimizarlos. Lo bueno es que hay
mucho silencio de los borregos. Todos callan, nadie dice nada…