En el plan de cuatro puntos cardinales, esperaba llegar ayer
a Mexicali, pero los arreglos de pasajes fallaron por cancelaciones de los
vuelos provenientes de la Costa Este que de alguna manera estaban ligados a mis
programas de actividades en las fronteras y lamento que los buenos amigos como
Pablo Aguayo, que hubiera querido saludar y compartir conocimientos de ajedrez
se quedasen colgados, lo mismo que las presentaciones de radio en el Sur de
California, aunque pasaremos algo por radio en las transmisiones de Internet de
Dos Méxicos A.C.
Otra sorpresa desagradable fue la caída del sitio web
ajedrez en México que deja más desconectado aun a los ajedrecistas mexicanos.
Tal vez tengamos que afiliarnos todos los mexicanos a la exitosa red peruana
Volcanchess.
A pesar de que algunas instituciones, siguiendo eso que de
la obra sobra, harán mega eventos de costo elevadísimo, además de que se eleva
con tantas “comisiones” y la cero transparencia, impunidad total en el famoso “Pan
y Circo”, o “Baile, Baraja y Botella”, parece que crece el interés por hacer
una promoción verdadera de ajedrez en algunas entidades, siendo que esta es de
lo más económica y de mayor relación costo beneficio si no se cae en eso de
torneos, torneítos y torneotes, como aquel de Maribor, que es un auténtico
vacilón.
La FIDE reparte en campeonatos abiertos nada menos que 128
titulos “Mundiales”, incluso hay veces que se reparten seis títulos con el
mismo nombre, claro que a tres velocidades diferentes, de manera que hoy día
486 personas pueden decir que son campeones mundiales de ajedrez en algo, y eso
solo por la FIDE, pues otras organizaciones, como asociaciones de
universidades, de deportes mentales, etc; aportan otros 17 campeonatos
mundiales de ajedrez más o menos serios, cada año.
La FIDE publicó sus minutas del Congreso en Estambul y
seguramente pocos lo leen de cabo a rabo, pero aparecen cosas de lo más
curioso, pues algunos rubros financieros coinciden en cifras con diversas
etiquetas. Es como decir, “gastos en pasajes a Ghana, $3345.72 dólares”, “gastos
en pasajes a Macedonia, $3345.72 dólares”, o “Comida del día 6, $111.11 dólares”,
“Comida del día 20, $111.11 dólares”. Tal vez, como dicen de broma los
contadores, hay que redondear para cuadrar.
Quisiera ver en el instituto de aquella trasparencia de la
información si aparecen alguna vez las cuentas de eventos de ajedrez en México
que se ven muy opacos y costaron millones de pesos, pues hubo que pagar a
precio de oro los servicios de estrellas del ajedrez, que como algunos de esos
comentan, “alguien se llevó grandes comisiones”. Opacidad parece regla en el
ajedrez.
Bueno, en lo que toca al Curso de Mexicali, habrá que
ajustarlo de nuevo, pues a veces es difícil depender de hacer un evento
aprovechando otro que realmente no tiene relación. Seguro intentaremos un curso
allá, pero con estructura propia, o si las distancias ofrecen obstáculos
insalvables, las video conferencias pueden ser la solución con los cambios que
traen las nuevas tecnologías en Skype que entraran con la desaparición del
messenguer.