Ayer, 29 de abril, participé en una junta de planeación en Ciudad
Universitaria (UNAM) y entre muchas
cosas se discutió la decisión de que el ajedrez fuese materia obligatoria en
educación media superior, así como la situación con los créditos académicos
SATCA.
Si bien es casi imposible reunir
el personal de trabajo al nivel que se hacía en la UNAM en 1984, hace 30 años,
cuando se les daba nivel salarial de Profesor de Asignatura A con requisitos de
5 años de experiencia comprobables como entrenadores, rating FIDE arriba de
2100, 50 partidas en Torneos Internacionales, pasar examen de admisión y
demostrar capacidad de traducción de tres
idiomas; y que ahora había que agregar no más de 35 años de edad en caso de
hombres y 39 años en caso de mujeres; requisitos que examinando las listas
actuales de 2014, no reúne nadie en México, con lo que vemos el retroceso, pues
hace 30 años, más de 12 personas pudieron cumplir esos requisitos y ocupar las
plazas. Viendo la situación económica también, pues si comparamos las plazas
ofrecidas que son de unos $180 000,00 al año, poco más de $12 000.00 US cy
dólares, viendo las tablas de pagos de entrenadores en universidades de Estados
Unidos con sueldos de por lo menos el triple, se puede ver la gran diferencia.
En lo que toca a los entrenadores
con título de FIDE Trainer en México, la mayoría con licencia vencida (se tiene
que pagar cada año una licencia, tras cinco años sin cobro y pues solo los
recién graduados, o sea sin experiencia de 5 años, como no les cobran licencia,
la tienen vigente) y ya que los cursos de la FIDE son de menos de 100 horas,
hay que diseñar e implementar cursos que cubran al menos 180 horas para cumplir
requisitos SATCA, lo que llevaría un tiempo solo para habilitar unos 4
entrenadores, que por otra parte TODOS sobrepasan la edad límite de la UNAM de
los 35 años. Si bien se espera que la presión general quite esa regla de edad
algún día, hay que considerar para planeación la situación actual.
Ahora que se aborde la situación
no en la UNAM sino en los planteles de educación media superior de otras
universidades, la situación será más difícil.
La diferencia de la educación que
recibe un estudiante se puede afirmar que es un factor enorme de discriminación
y que tiene efectos de toda la vida. Si hace 30 años los estudiantes de la UNAM
pudieron participar de estudiar con entrenadores calificados, los de 2014 no lo
pueden hacer. Consecuencias, muchos de los jugadores con títulos
internacionales de ajedrez pisaron planteles de la UNAM, de ahí proviene el 79%
de los jugadores mayores de 40 años que tienen elo internacional. En cambio si
vemos las listas de 2014, entre los jugadores de entre 18 y 30 años con Elo
internacional, solo el 22% pisaron planteles de la UNAM. Ese 67% de diferencia
marca el efecto de que ya la UNAM no cuente, como hace 30 años, con al menos
una docena de profesores con títulos internacionales de Maestro FIDE para
arriba . Actualmente hay títulos internacionales nuevos que no existían hace 30
años como Candidato a Maestro, etc. Pero aún así no hay una docena de
entrenadores contratados, además de que ninguno tiene el nivel laboral de
Profesor de Asignatura “A” y cobran mucho menor sueldo, aunque con muchos
menores requisitos.
Muchos de los que actuamos allá
en 1984, ya son de tercera edad, yo mismo estoy en proceso de jubilación de la
UNAM, y los que fueron apoyos básicos en esos tiempos pasaron de los 55 años de
edad o laboran en otras cosas con salarios muy superiores a los que se ganan
como docente y simplemente tienen la capacidad pero no la disposición a ser
entrenadores.
Prácticamente a cualquier jugador
se le puede habilitar como entrenador o instructor, la FIDE de hecho así lo
hace, pues toma más como base el Elo máximo alcanzado que verificar lo de los
tres idiomas o la experiencia de 5 años. Simplemente paga su curso de 50 horas,
ven su rating, le asignan el título de acuerdo a su rating máximo, si llegó,
como jugador, a rebasar 2350 le dan el FIDE Trainer, sino, el de FIDE
Instructor. Luego cada año paga su licencia o pasa de la lista de “Activos”
(los que están al corriente de pagar su licencia) o la de “Inactivos” (que no
han pagado). De los que han recibido el título, 95% no pagaron su licencia
anual y pasan a “inactivos” y hay que buscarlos en el sitio web de la FIDE en
la lista b, de los que no pagan. La lista A está formada por el 5% de los que
si pagaron y los nuevos, de 4 años para acá. Entonces la diferencia entre unos
y otros no es sino de que sus federaciones pagaron o no. Baste decir que los
FIDE Trainer con experiencia estamos en la de no pagadores, y los nuevos son
los únicos que aparecen, aunque pronto pasarán a la otra lista, pues nadie
finalmente paga.
La FIDE así ha mostrado un
fracaso en asegurar la calidad de entrenadores, pues con cursos de 50 horas es
imposible garantizar nada. Pero el sistema SICED que se utiliza en México para
diversos deportes es muy deficiente, pero en ajedrez es lamentable. Pero la
solución tiene que pasar quizás por reformarlo. Esa debiera ser la tarea para
acercarse a la meta de insertar a las escuelas. Proyectos para reformar el
SICED en lo que toca al ajedrez ya llenan más de 4000 hojas, el problema es que
no hay nadie capaz de evaluar los proyectos a menos que sean FIDE Trainers.
Entonces ¿los evaluadores serán personal que sabemos que ellos mismos no están
capacitados? Es como la gallina y el huevo. ¿Quién evaluará a quién? Antes el
SICED de ajedrez fue evaluado por metodólogos del deporte muy ignorantes en lo
que toca al ajedrez y las consecuencias es que no funcionó. ¿Cómo arrancar?
Quizás la historia nos de la respuesta, hacer exactamente como lo hizo la URSS
en 1925. Más o menos así nacieron algunos programas pilotos como el Programa
Nacional de Ajedrez que iniciamos el GM Marcel Sisniega y yo. Pero la tarea es
enorme…