11 abr 2014

Kasparov y su sorprendente sorpresa.




Sorprende que un político como Kasparov que no desaprovecha oportunidad en cada lugar que se le da foro, y se puede decir que vive en un foro continuo, dada su fama; para criticar a sus antagonistas como son Vladimir Putin, gobernante de Rusia y Nicolás Maduro, gobernante de Venezuela; se diga sorprendido de que porque muchas personas que son muy conocidas como parte del ajedrez en México no hayan querido compartir “la foto” con él.
Es innegable sus méritos como ajedrecista, como es innegable de quienes son los personajes del que es vocero Kasparov,
Tampoco sorprende que los políticos mexicanos de varios partidos hayan sido sorprendidos al pedir que se reuniesen con Kasparov. ¿Cómo pueden saber los políticos de izquierda de México, que Kasparov representa intereses contrarios a los que ellos dicen defender? Si algunos incluso se sorprenden de que la República Popular China se moleste de que el Dalai Lama sea recibido por funcionarios mexicanos… Muchos de los ajedrecistas que se dicen admiradores de Ernesto “Che” Guevara estaban desesperados por tomarse una foto con Kasparov. Seguramente ignoran lo que Kasparov ha dicho del “Che”.
Kasparov se quejó de que los representantes del ajedrez mexicano no quisieran estar al lado de él. Dijo que le causó sorpresa. También le ha de causar sorpresa que a los foros de la enseñanza del ajedrez que se hicieron como marco a su visita ningún entrenador con título de la FIDE o que haya laborado como catedrático en escuelas oficiales de ajedrez haya asistido. O como mencionó a sus cercanos “colaboradores”, le dio gusto que ninguno de los mexicanos que han ido a jugar torneos en la “Cuba de Castro” haya estado presente, ya no digamos los que tienen alguna relación de amistad con el gobierno de la “Venezuela de Chávez” o de la “Rusia de Putin” afortunadamente esa “clase de gente” no incomodaron su visita.
Todos admiramos las creaciones ajedrecísticas de Kasparov y seguramente muchas son consideradas obras maestras de la escuela soviética de ajedrez, pues soviéticos fueron todos los entrenadores de ajedrez que enseñaron a Kasparov, quien solo fuese vencido por Kramnik, un ruso producto de la misma escuela.
Pero si bien todos admiramos el que haya demostrado ser un crítico constante de todo sistema, ya que muchas veces también ha criticado a Obama aunque nadie niega que la “Structura” que respalda a Kasparov es de total sentido neoliberal, y que lo que Kasparov promueve es que el neoliberalismo se imponga al ajedrez, no deja de sorprender a muchos mexicanos que en su gira a México Kasparov se acercó a representantes de gobierno, no a empresarios. Claro que quizás Kasparov vea en PEMEX una empresa neo liberal, pero sería por ignorancia de él, pues aun está muy lejos PEMEX de dejar de ser una empresa pública, nacional y gubernamental, aunque el quizás la vea como la Standard Oil. Siendo de Bakú, sede de SOCAR, la empresa  estatal del petróleo de su tierra natal, Azerbaiyán, quizás le sorprenda que PEMEX no sea una empresa que deba donar enormes sumas de dinero a su Fundación Internacional.
Kasparov tal vez si se sorprendió ver que en sus visitas le ponían banderas de Rusia, aunque parece ser que no estaba sorprendido que algunos que los recibían eran simpatizantes del gobierno de Rusia, y hasta creyeron que era izquierdista como ellos. Triste ignorancia remarcada con la bandera rusa.
A mi no me sorprendió que en el sitio web de Chessbase, se hicieran eco de las sorpresas de Kasparov, pues las páginas de Chessbase parecen ser los voceros de la derecha en ajedrez y son los críticos principales de todo lo que no sea neoliberal en ajedrez. Capitalismo puro en ajedrez donde a cada paso quieren vender en dólares lo que debe costarles centavos. Si quiere uno saber que es lo malo de la FIDE y lo bueno de Kasparov, basta ir a esa web.
Para muchos comentaristas de otros países les resultó sorprendente que los representantes de partidos de izquierda le hicieron fiestas a Kasparov. ¿Sería por su gran afición al ajedrez y que ante tan gran jugador no les importaba sus debilidades humanas, o simplemente no sabían quién es Kasparov como político? Para que no se opinase tan mal de la ignorancia de los políticos que dieron su mano amiga a Kasparov, yo contesté: “Un poco de ambas cosas”. Por no decir como Quevedo: “Poderoso Caballero, es don dinero”. Si Kasparov hace lo que sea por el billete y para él no tiene color el dinero, hay que sospechar que para muchos de los que lo recibieron, la cosa era igual….