Cuando Fischer estuvo en México para tratar de
realizar su regreso al ajedrez, auspiciado por el Delegado Internacional de
México ante la FIDE, Alfredo Checa Kuri, y por el Presidente Fundador de
FENAMAC, Manuel Vega López de Llergo; los que integrábamos el Comité Técnico
del evento, el MF Alberto Campos Ruíz, el futuro GM Marcel Sisniega y yo,
tuvimos el honor de convivir algunos meses con el genial maestro norteamericano
y con el GM Miguel Angel Quinteros, de Argentina; ejemplo de ser humano y gran
amigo fiel de Fischer, como también lo fue Alberto Campos Ruiz. “Su mejor amigo
mexicano” decía Fischer.
Una de las preguntas que me hizo Fischer, como
queriendo evaluarme, era la de que quienes eran los jugadores iberoamericanos
que yo consideraba que él mismo Fischer respetaba. Rápidamente afirme que eran
el GM Oscar Panno de Argentina, y el MI Eleazar Jimenez de Cuba. Fischer
asintió complacido y afirmó que yo había pasado su prueba. Luego aproveché para
contarle como con Jimenez pude muchas veces conversar sobre la enseñanza del
ajedrez y le enseñe, más tarde, las notas que Jimenez había escrito sobre su
partida tablas con Fischer. El gran maestro las leyó complacido y elogió los
comentarios de Jiménez. Por eso, recordando esa anécdota, las presento
literalmente. Fue jugada en el IV Capablanca in Memoriam, un año antes de la
Olimpiada de La Habana de 1966, donde Jimenez encabezaría al equipo de Cuba, ya
asesorado por Leonid Shamkovich.
Comentarios del MI Eleazar Jimenez..
Eleazar Jimenez-Robert Fischer
India del Rey, Variante Saemisch
1.d4
Muchos aficionados se preguntarían por qué por primera
vez en este torneo utilicé la jugada 1.d4, cuando habitualmente salgo con 1.e4,
más esto tiene una explicación muy lógica. Esta importante partida comenzó para
mi, algunos días antes de sentarme en el tablero.
¿Qué le jugaré a Fischer, pregunté a mi gran amigo Ludek
Pachman; y el , con ese deseo que siempre tiene de ayudar, me contestó:
"puedes hacer lo que quieras, pero que sea sólido; no le permitas que te
gane por análisis que tiene hecho de antemano, que tenga que jugar y sobre
todo, como él buscará la victoria, si tu posición es buena tendrá que forzar y
en ese momento será cuando se presentará tu oportunidad de ganar. Además,
Fischer vendrá confiado de jugar una Siciliana, donde no tiene que trabajar
mucho, pues conoce todas sus endemoniadas variantes y esto le disgustará."
Medité largamente, temía caer en esquemas que no me
fueran familiares (hacía mucho tiempo que no jugaba 1.d4) y me preparé para dos
defensas: I. Gruenfeld; II. India del Rey. Fischer había derrotado al maestro
nacional cubano Gilberto García en muy bonita forma empleando la primera y
confiaba que repetiría su plan conmigo, pero no lo hizo y me sentí contento y
seguro. No hacía su favorita Gruenfeld, la primera batalla en el aspecto
psicológico me era favorable.
Más la cosa no era nada fácil, el GM norteamericano
utilizaba otra de sus armas: la defensa India del Rey, que todos los
aficionados saben lo aguda que es, sin embargo, tampoco para mi fue sorpresa,
porque entraba de lleno dentro de mis cálculos previos.
Fischer ha dicho: solamente con el sistema Saemisch es posible
obtener alguna ventaja contra la India del Rey, y precisamente contra él y
siguiendo sus recomendaciones, (producto de largos y profundos estudios) empleo
ese Sistema, donde tenga que luchar contra su propio convencimiento de que la
posición de las blancas es mejor.
La segunda batalla psicológica también se había
decidido a mi favor, pero ahora quedaba la partida y vamos a verla.
1...Cf6 2.c4 g6 3.Cc3 Ag7
En este momento se decidió la característica de la
partida, las negras desechan su favorita Gruenfeld y se meten en los
complicados laberintos de la defensa India del Rey.
4.e4 d6 5.f3
Este sistema hace ya bastantes años fue jugado y
recomendado por el maestro alemán Saemisch; su principal idea estratégica es el
ataque del flanco rey negro por medio del avance de los peones blancos en ese
sector luego de haber cerrado el centro con d5 y así ganar espacio en el flanco
dama, a la vez que este peón es una cuña dentro de la estructura negra y su
compañero de c4 es un sólido defensor del rey blanco si se enroca hacia ese
flanco, pues se evita o por lo menos demora bastante el contra-ataque negro.
5...0–0 6.Ae3 b6
Rápidamente paso por mi mente una partida jugada con
esta misma variante (Pachman-Tal, II Capablanca In Memoriam)
Fischer se apartaba de todas las continuaciones antiguas de ataque para jugar
posicional. Una duda me preocupó, ¿jugaría hoy tranquilo?
7.Ad3 Ab7 8.Cge2 c5 9.d5 e6 10.0–0 exd5 11.exd5
Tentado estuve de "salirme" de todo lo
planteado y jugar activamente. Lo podía conseguir tomando con el otro peón,
pues al existir desnivel en los peones, la igualdad es muy difícil de
encontrar.
11...Cbd7 12.Dd2?
Un error que concede a las negras un juego cómodo, de
posibilidades equivalentes, lo correcto hubiera sido 12.f4! y las blancas tiene
la ventaja.
12...Ce5 13.Tae1 Te8 14.b3 a6 15.a4 Cxd3
La importancia de la ventaja de los dos alfiles es muy
relativa, pues por ejemplo, este alfil con todos sus peones en blanco es muy
malo.
16.Dxd3 Ch5! 17.Cg3
Ya tenía pensado continuar a esta jugada con 17.Cf4,
pero un análisis más profundo de la posición me demostró que sería un error
definitivo pues después de 17...Txe3! ganaría una pieza y la partida. Los
peones doblados no tienen gran importancia.
17...Cxg3 18.hxg3 f5
Una medida profiláctica que tiene sus inconvenientes,
pues crea una debilidad en e6 y deja a su alfil dama con poca actividad, esto
se verá más en el final de partida.
19.Af2 Df6 20.Txe8+ Txe8 21.Te1 Txe1+ 22.Axe1
El final al que se ha llegado es de completa igualdad;
las blancas tienen la posición a la que aspiraban cuando comenzaron la partida,
las negras para ganar tendrán que forzar y allí es donde espero mi oportunidad.
La táctica empleada de aquí en adelante veremos si ha sido correcta.
22...Ac8
Mucho tiempo necesité para llegar a la conclusión de
que las negras no conseguirían nada con la aparente buena continuación
22...Dd4+ 23.Dxd4 cxd4? 24.Cd1! b5 25.Rf1 bxa4 26.bxa4 Ac8 27.Re2 Ad7 28.a5 Aa4
29.Cb2 Ac2 30.Rd2 Ab3 31.Rd3 Rf7 32.Af2 y las blancas ganarían fácilmente; esta
posición la vi cuando jugué 19.Af2 y es que fue en realidad el momento más
difícil de la partida.
23.Rf2 Ad7 24.Ad2 Rf7 25.Rf1! h5 26.Ae1 De5 27.De2 Df6
El cambio de damas no haría más que acentuar la
igualdad.
28.Dd3
Muy pacientemente las blancas esperan.
28...Re7
Interiormente sentí alegría. Fischer comenzaba a
impacientarse ante la sólida posición blanca y comienza una maniobra para
trasladar al rey al flanco dama.
29.De2+
Ayudando en su plan...
29...Rf8
Sorpresa. Las negras regresan a casa y realmente
tienen razón, pues después de 29...Rd8 el sacrificio de peón 30.a5! me daría
una espléndida posición. Quizás en este momento las negras comprendieron que
las intenciones de las blancas no eran tan pacíficas.
30.Da2 Rg8 31.Dd2
Otra vez la tentación de activar por medio de 31.a5,
pero al final decidí seguir mi táctica.
31...Rh7 32.Dd3 Ah6 33.Ad2 Af8
El cambio de alfil siempre favorable a las blancas por
un principio sentado por nuestro J.R.Capablanca: Dama y caballo son más fuertes
que Dama y Alfil.
34.Ae1 Ag7 35.De2 Df8 36.Dd3 Ae5?
En vista de que nada han podido adelantar, las negras
empiezan a jugar con fuego.
37.Ce2! b5 38.axb5 axb5 39.f4 Af6 40.Ac3 bxc4
Aquí se selló la partida y dejé mi jugada bajo sobre,
que era la natural; ya la posición se inclinaba a mi favor. Obsérvese el alegre
despertar de mis piezas que durante horas apenas podían moverse.
41.bxc4 Ad8!
Una oportunidad, y que difícil era llegar a esta
conclusión; las negras ceden la gran diagonal y tienen que defender una
constante amenaza de mate.
42.Aa1! Ac8 43.Dc3 Aa6 44.Rf2 Ae7!
Malo sería 44...g5 45.fxg5 Axg5 46.Cf4 Axf4 47.gxf4 y
las blancas ganarían sin muchas dificultades.
45.Cg1 g5! 46.Cf3 gxf4 47.gxf4 h4 48.Dc2 Rg6 49.Da2
Dc8?
Error definitivo; las blancas pueden forzar el
triunfo, las negras en su afán de querer ganar están perdidas. La oportunidad
que he esperado se presenta después de 50 jugadas. En este momento volví a
sellar nuevamente y después de tres horas de análisis llegué a la conclusión de
que se ganaba por medio de 50.Rg1!, pues si 50...Ab7 51.Db2! ó 50...Rh5 51.Rh2,
seguido de 52.De2!, ganarían rápidamente y en todos los casos las negras
perderían el PTR, pero algo había sucedido, la jugada secreta no había sido
50.Rg1
.50.Db2!? (½–½)
Ahora ya no hay tiempo, las tablas propuestas fueron
aceptadas, nada se podía hacer, como veremos en la siguiente variante: 50.Db2
Dg8! 51.Da2 Ac8! 52.Da7 De8 y ya la maniobra 53.Rg1 puede evitarse con
53...Rh5. Una dura lucha que duró 9.30 horas de juego y donde empleé 12 horas
para el análisis de las posiciones suspendidas. Considero esta partida como una
de las más difíciles de mi carrera ajedrecística