En la Universidad de Texas Tech la GM Susan Polgar realizaba
una serie de actividades con su programa muy especial y que de alguna manera
encontraba replicas en Dallas y en Brownsville, aunque diferían en conceptos y
estilo de trabajo. Además en Dallas la promoción del ajedrez ya tenía muchos
años cuando en Texas Tech se inició el trabajo de la GM Polgar.
El caso es que en el estado de Texas se habían formado tres
focos importantes de desarrollo de ajedrez universitario con una variedad de
orientaciones. Se fomentaron becas que atrajeron y favorecieron a estudiantes
iberoamericanos, así como también a jugadores de Europa Oriental que, por lo
general, seleccionaban universidades del Noreste de los Estados Unidos.
En un momento dado parecía más bien un mercado de jugadores
y formación de equipos como de una liga semi profesional de ajedrez, pero se
esperaba que los estudiantes “normales” de educación superior fueran atraídos a
participar habitualmente en actividades de ajedrez más que simplemente en
competencias representativas. En Dallas se abrieron interesantes programas de
capacitación de instructores de ajedrez, aunque no me convencían para nada los
syllabus seleccionados que eran muy diferentes a los utilizados en Rusia, pero
me parecía natural pues estaban orientados a otros ambientes. Sin embargo, tras
varios años de esos programas parece que no cuajaban en una idea, sino
simplemente se ofrecían certificados más que una preparación sólida.
Brownsville parecía más interesante, si bien inició con el GM “Dzindzhi”,
parece que al no adaptarse a su alumnado mayormente compuesto por mexicanos de
origen y no aprender español, poco a poco se fue alejando hasta ser sustituido
por el GM mexicano Hernández, tras unos años de labor, también perdieron los
servicios y el GM emigró a Argentina, donde su esposa, la GM Claudia Amura está
realizando una labor magnífica en el interior de su país.
En Texas Tech parece ser que el apoyo económico no estaba de
acuerdo a las expectativas de la GM Polgar y ella optó por cambiarse de
universidad, lo que no debiera llamar la atención de nadie, pero lo hizo con
todo y equipo de alumnos, en un acto que más bien pareciera una venta de equipo
profesional y no de cambio de sitio de labor de un académico. Quizás exista
mucho de simulación en otras universidades de los Estados Unidos respecto al
ajedrez, pero así parece que más que campeonatos universitarios lo que existe
es una liga profesional de ajedrez como la Bundesliga, pero con “becarios” en
lugar de jugadores abiertamente contratados. Habría que esperar ahora que
grandes maestros cuarentones tengan becas de posgrado para que veamos a Anand o
a Topalov alinear en algún equipo universitario de los Estados Unidos. Académicos
con títulos de ajedrez como Rogoff y Ken Reagan tal vez regresen de su retiro
del ajedrez y representen a alguna universidad.
Cuando pregunte al GM León Hoyos en que universidad eligió
seguir sus estudios, me contestó que en Missouri, lo que imaginó que significa
que se unirá al equipo que la GM Polgar traslado de Texas Tech a la Universidad
Webster de Missouri. En pocas palabras, va más como jugador que como
estudiante. Tal vez el peligro sea que la GM Polgar venda su equipo de ajedrez
a West Point y terminé el GM León Hoyos como oficial y caballero en el ejército
de Estados Unidos, o si la GM Polgar recibe una buena oferta de alguna
Universidad inglesa, finalmente todos terminen graduándose en Oxford.
Claro que en los Estados Unidos la excelencia deportiva
brinda la posibilidad de becas en las más prestigiosas universidades
norteamericanas, pero en ningún deporte se había visto un cambio tan rápido y
tan numeroso de equipos completos de una universidad a otra; creo que la GM
Polgar en eso ha creado un antecedente único en el medio universitario. Tal vez
sea un caso para CONAHEC o como dicen por ahí, para la “araña”. En una de esas
el equipo completo de la Universidad de Budapest pudiera ser comprado y
etiquetado por la universidad de Harvard con Judith Polgar como entrenadora.
Eso me hace pensar en un artículo sobre privatización de
ejércitos y que así como se compran armas, pudieran comprarse aviones o helicópteros
con todo y pilotos y artilleros. Se dice que un instituto del deporte de un
estado alguna vez compro una serie de canoas a una universidad con todo y
remeros para ganar una olimpiada, pero le descalificaron el equipo. En las
delegaciones políticas del DF vemos equipos de ajedrez con jugadores que vienen
de todas partes de la ciudad, pero que atraídos por becas, uniformes y apoyos;
conforman equipos para gloria y “pena” de algún entrenador que se destaca en su
“poder de gestión”. En el futbol se habla del “mercado de piernas”, en ajedrez
le podríamos llamar quizás el mercado de cerebros o de otra parte del cuerpo
que se use mucho al jugar ajedrez. Se aceptan sugerencias.