18 sept 2012

Sujomlinsky y el ajedrez.”El juego es Pensar”




Vasili A. Sujomlinsky apuntó: "sin ajedrez no podemos concebir una educación cabal de las facultades mentales ... Este juego disciplina el pensamiento, educa la capacidad de concentrarse. Pero lo que más cuenta es que desarrolla tanto la memoria como el pensamiento matemático”
Sujomlinsky, igual que Lev Tolstoi, creo su cartilla de ajedrez, que luego propuso en un congreso de entrenadores de ajedrez en 1963. La cartilla de Tolstoi de 1901, era basada en las de Emanuel Schiffer y la de Dufresne, además  tenía su fundamento en las ideas generales de Tolstoi de la enseñanza:
La pedagogía libertaria, como en Yasnaia Polaina, la Escuela creada por él. Naturalismo estilo Rousseau y amor al ser humano como Pestalozzi,  respeto al niño, el maestro es un árbitro y coordinador, un “Sputnik”, compañero de viaje y deja predominar la libertad en contra de la imposición escolar habitual en su tiempo, hace diferencias entre la educación y la instrucción. Es, como decía Tolstoi, espíritu ruso de la gran madre patria. Vasily Alexandrovich hizo su cartilla para La escuela de la alegría, basada en la idea de los campos de tensión.
Para Sujomlinsky, en la escuela tiene que haber un ambiente alegre “un niño triste no puede aprender”. Tiene que haber también un estado de tensión pero no continuo, el entrenador entonces tiene que hallar una manera de crear tensión y de poder reducirla cuando así lo considere. Irla aumentando progresivamente y después irla reduciendo. Como un sístole y un diástole. Disciplina, pero ir formando una autodisciplina, sin llegar al grado de Gramsci, para seguir la pedagogía del esfuerzo y el trabajo, pero en alegría.
Por eso con los niños pequeños es mejor que trabajen con cuadernos de trabajo antes de que jueguen partidas entre ellos. Poco a poco, con “protoajedrez” y laberintos, ir creando los campos de tensión. Hacerlo abruptamente y aceptar la confrontación niño con niño es enfrentarlos al triunfo y a la derrota antes de que comprendan el verdadero espíritu de la competencia. Alegremente deben conocer esos dos aspectos para poder darles su verdadera dimensión.
Cuando los niños están muy influidos por los padres en lo importante que es el triunfo deportivo hay que dar pausas para reformular sus conceptos.
Por eso los entrenadores de niños en la Unión Soviética temían al juego rápido, al blitz. En definitiva en las escuelas de la URSS de 1930 a 1960 los niños en las aulas no tenían acceso a los relojes, estos eran usados exclusivamente en competencias formales. No había más que el ajedrez “pensado”, lo demás eran ejercicios de análisis y las competencias eran más bien de resolución de combinaciones hasta los 10 años de edad. Ya entonces venían los torneos.

Enseñar a los niños.



Se dice que a los 13 años cualquier joven se impresiona de todo lo nuevo, sobre todo cuando apenas sale de la educación básica y accede por primera vez a los estudios del bachillerato, que en aquellos años pasaba de ser de 5 años a 6 años, para completar 12 grados previos a la universidad.
El caso es que el conocer a Vasily  Alexándrovich Sujomlinsky era como para impresionar a cualquiera y a cualquier edad. Con sus  48 años era un hombre aun relativamente joven, pero con secuelas de sus heridas de guerra que le habían atormentado veinte años, se podía adivinar que moriría prematuramente, como le sucedió 4 años más tarde.
El caso es que llegó a escribir casi 30 libros y más de 400 artículos, todos sobre la enseñanza en general, pero algunos muy especiales sobre la enseñanza del ajedrez.
Su sentencia más notable, que hoy se le denomina “La paradoja de Sujomlinsky” es:
“No es función de la escuela enseñar a los niños; su obligación estriba en enseñarles a estudiar ya que deben ser los niños quienes por sí mismos vayan aprendiendo”
Para Vasily Alexandrovich, la única forma posible de enseñanza es la que se apoya en el hecho de la infancia y en las vivencias de los niños. Debemos enseñar viviendo, descubriendo la realidad con ellos, jugando, divirtiéndonos, tal como el niño quiere vivir. Sólo así logramos seres satisfechos, felices, que van a la escuela con alegría porque en ella se encuentran a sí mismos ya que pueden ser lo que realmente son: niños.
Incluso la disciplina, necesaria para muchas cosas, se enseña con vivencias, jugando.  La “Paradoja Sujomlinski”, o sea, el enseñar a estudiar, más que enseñar conocimientos, no se puede aplicar en clases personales con un solo alumno, tiene que ser en grupos, aunque sean muy pequeños, de dos o tres alumnos, no de uno con uno, pues se lleva a cabo en una atmósfera general de laboriosidad y superación que estimula la propia actividad infantil. Campos de Tensión le llamaba.  Ir no en busca de individualismos sino de individualides. Esta atmósfera sólo se logra en la colectividad  y busca la personalización educativa a través de un ambiente colectivista y de grupo compacto.
En el ajedrez el entrenador da las bases los métodos y debe ponerse a analizar posiciones y orientar nada mas como hacerlo. El trabajo es más arduo pues es como el productor de una película que debe poner todas las condiciones necesarias al creador del filme, por lo que debe tener una visión de hacia donde irán los alumnos en sus “descubrimientos”, para que tengan a la mano todo y su ritmo de aprendizaje no cambie. Como todo ese ritmo viene de su naturaleza y esta es propia de cada alumno y se conjuga en un ritmo de grupo, el entrenador debe poder anticipar como mantener ese ritmo.
Sujomlinski huía de toda aquella educación que no se adecua al ritmo personal del alumno. Sabe que algunos ascienden rápido y otros no tanto, pero se debe mantener un grado de tensión para estimularlos a salir de su zona de comodidad.
Estudiar ajedrez es divertirse, pero con una medida natural que marcará la personalidad de cada alumno y luego del conjunto.
El maestro debe tener todo el material listo para que trabajen los alumnos, y evitar lagunas o actividades sin sistema. Llenar cuadernos de trabajo y no jugar blitz a menos que sea con sistema. Así se mantiene un trabajo divertido, y no se cae en la diversión desorganizada. Es práctica deliberada que se apoya en la diversión para mantener motivado al alumno, pues la enseñanza debe ser deliberada, atractiva y cuidada. Claro que debe ser  flexible para que se encuentre el ritmo adecuado y no hacer al ritmo adecuarse a la enseñanza.
Para una clase de ajedrez preescolar necesita una cantidad de material y cuadernos de trabajo que triplican el necesario para otros niveles. Elaborar material para ajedrecistas de alto rendimiento me parece fácil, pero para elaborar material para clases de ajedrez en etapa preescolar me ha llevado años y nunca se siente uno satisfecho, y tiene uno que hacer y rehacer, porque ahí el ritmo puede cambiar tanto de velocidad que es muy arduo estar preparado para todo.
Sujomlinski utilizaba una denominación a su estilo de escuela que podría traducirse como escuela de la Alegría y en la Escuela de la Alegría nadie es reprobado ni se pretende que todos logren buenas notas; las calificaciones, como dijo alguna vez Montessori, sirven para hacer distingos entre los niños y para desmotivar a aquellos que no obtienen las mejores notas. Pero si se requieren los diagnósticos, pero deben ser muy sutiles. Ahí está una dificultad muy importante. Evaluar a los alumnos sin desmotivarlos pero también sin que levanten las campanas a vuelo.
En el ajedrez es de lo más difícil pues es parte de la vida del ajedrecista la competencia, la confrontación, por lo que desde el principio hay que orientar a los alumnos a que traten al triunfo y a la derrota como a dos impostores, que lo que importa es dar un paso adelante y eso es necesario que se den cuenta a una edad muy temprana, por eso quizás la etapa de los torneos debe ser postergada en los niños hasta mas allá de los 10 años, pues las estadísticas muestran que la gran mayoría de los niños que compiten antes de esa edad, ya para los 20 años de edad han abandonado las competencias de ajedrez. Incluso profesionales como las Polgar y Kasparov se retiran prematuramente del ajedrez. Recuerdo los casos de niños prodigio como Salvatore Matera, James Tarjan, Kenneth Rogoff, a quienes se les acumularon tantos años de competencias que los motivo a pasar a otras actividades. A veces lo mejor es establecer pausas en la vida de las competencias para poder reformularse y posteriormente regresar con nuevos bríos, como Henrique Da Costa Mecking y muchos otros ejemplos, que regresan al ajedrez tras pausas voluntarias u obligadas, como Lasker que de 1924 a 1934 casi dejó de jugar y en 1935 y 1936 logró éxitos enormes, después de ser sexagenario.

17 sept 2012

La FIDE “Revivió” licencias de entrenadores.



La Comisión de entrenadores de la FIDE en agosto de 2011 notificó a las federaciones que tenían que pagar las licencias de entrenadores FIDE de sus afiliados (incluye FIDE Instructors, Senior Trainer, etc) a un término que no debía pasar del 31 de diciembre de 2011, so pena de suspender la licencia (que no estaba claro que implicación tenía, excepto de no aparecer en la lista on line de entrenadores en el sitio web de la FIDE, aunque seguían apareciendo en las bases de datos referentes a pagos de licencia). El caso es que muchas federaciones que son descuidadas o no les importa cuidar a sus titulados internacionales, excepto los árbitros, porque en general están divorciadas de sus jugadores y de la mayoría de entrenadores, exceptuando dos o tres que no tienen capacidad pero saben “hacerles la barba” y que por su misma falta de preparación están muy lejos de reunir los requisitos para ser entrenadores, no avisaron siquiera a los afectados y dejaron pasar las fechas. Como a varios entrenadores les pareció extraño no aparecer en la lista “on line”, preguntaron a FIDE que había pasado y de allá contestaron que era por no pagar la licencia. La FIDE al ver que las federaciones no pagaron, dieron la alternativa de que personalmente los entrenadores pagasen las licencias vencidas. Así muchos entrenadores no aparecían on line y si ya de por si eran pocos, al aparecer solo los que pagaban, resultaba que parecía que solo había poco más de cien entrenadores en todo el mundo. Para unos 40 millones de ajedrecistas registrados en todo el mundo y unos 25 000 con rating FIDE, la cifra de 100 entrenadores era rídicula.
Pero en la Asamblea en Estambul de septiembre de 2012, se acordó no cobrar licencias hasta 2014 y ahora la estadística de la FIDE actual es

Lo que significa que a todos los que nos habían pasado a una lista negra por no pagar (o que no pagó la federación nacional correspondiente), nos dan plazo para pagar en 2014 y volvimos a aparecer.
376 FIDE Trainers es un número reducidísimo, pero se realizan seminarios por todo el mundo para graduar entrenadores y por lo general son cursos cortos y realmente lo que importan son los antecedentes de la persona para ser admitido en el curso, normas como haber tenido 2350 o más de rating, lista de jugadores con títulos de MF, MI y GM que han sido alumnos certificados del entrenador (con firmas de los mismos jugadores entrenados) son valorados con cierta discrecionalidad, pero aunque no son todos los que están ni están todos los que son, ahí va la cosa, poco a poco.
A nivel nacional yo he estado gestionando, y voy ya con el 90% completado, el estructurar cursos de 180 horas, validos para diplomados reconocidos por Universidades Públicas y la ANUIES y en consecuencia con más de 7000 universidades públicas del mundo, con todos los contenidos de los seminarios de la FIDE y 6 veces más de contenido, y sobre todo de material, para así satisfacer la demanda que por los acuerdos internacionales SATCA se tendrá de más de 12 000 entrenadores de ajedrez en Nuestra América,  ya que los únicos países que hasta ahora tienen trabajo al respecto son, Cuba y Venezuela, mientras otras 36 naciones tendrán que resolver de alguna manera esa demanda.
Actualmente implementan a un jugador de ajedrez a ser entrenador sin requerirle ninguna certificación y, en muchos casos, ni experiencia.  Sencillamente los implementan y ya. Esto causa que los haya de todas calidades: algunos buenos, algunos francamente hasta dañinos. Se asemeja al personal que integra las policías: los hay con nivel académico universitario, casi científicos, mezclados con algunos prácticamente delincuentes.
El problema es que según los acuerdos internacionales se les obliga a las universidades contratar entrenadores titulados, y los que son por la FIDE son un número muy escaso, por lo que las federaciones, en unión con las instituciones de educación superior, deben certificar a entrenadores, pero los trámites son enormes, suponiendo que tuviesen ya una estructuración de cómo prepararlos académicamente, lo que el 90% de las federaciones o no lo ha hecho o aún no capta la necesidad, o ni hay preocupación, o simplemente está fuera del alcance de sus directivos que, a menudo, no saben mucho que digamos de ajedrez como para enfrentar la situación.
Así esta la cosa. Bueno, no es mala noticia saber que de nuevo nos dieron “licencia”.

15 sept 2012

Kasparov activo en la marcha del millón.






El 15 de septiembre se realizó en Moscú una marcha contra Putin que se denominó del “Millón”, en donde Kasparov estaba  en primera fila.
La marcha cumplió sus expectativas de convocatoria y se estima que muy cerca del millón de personas participaron en ella.

Aprender a partir de la Reflexión, papel del ajedrez en la educación.



“En México, uno de los problemas fundamentales de la producción científica se debe a la falta de una cultura lógica que permita a los alumnos aprender a partir de la reflexión y creación, evitando procesos memorísticos”, señaló Javier Sánchez Pozos, profesor-investigador del Departamento de Filosofía de la Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa.
Agrega más adelante: “Hay que apoyarlos en la capacidad de razonar, de entender la ciencia contemporánea que requiere esta lógica, cuya estructuración del conocimiento y discurso no sólo tienen un sentido atributivo sino relacional, fundamental para seguir desarrollando ciencia y tecnología en México.
Destacó que la lógica se debe abordar no sólo en un sentido filosófico tradicional –conocer sus leyes, modos y formas del conocimiento científico–, sino desde los métodos y principios para distinguir un razonamiento correcto de otro que no lo es”
“Uno puede aprender memorísticamente muchos elementos de las disciplinas, pero no se pueden justificar estos y argumentar en favor o en contra de alguno porque no se da un proceso reflexivo, razonado, argumentado.”
Por otra parte Josu Landa, poeta y filósofo, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM,  dice del peligro de confundir el seudo desarrollo intelectual que prevalece en nuestros tiempos “ todo queda en erudición superflua accesible por Internet (que muchos confunden con educación), algo puramente funcional de cara al éxito económico-social, sin compromiso con el ethos. Se trata de lo que llamo el ‘efecto calculadora’. No es lo mismo hacer uno las sumas y las restas, familiarizarse con el manejo de los números, el álgebra, la geometría, que esperar todo de un aparato que hace hasta las operaciones más sencillas, sustrayendo a uno de la conciencia de sus raíces, sin que sean parte de mi mente.”
El ajedrez debe ser un instrumento para ejercitar la mente, sobre todo en la toma de decisiones, pero eso siempre que no caigamos en la pereza de los “engines”, de poner a analizar las posiciones a la computadora. Deben servir para comprobar los niveles alcanzados por nuestra capacidad de personal de calcular, pero no para sustituir el fértil ejercicio de analizar por nosotros mismos. Debe estimular, no privar al ser humano del sublime placer de pensar.
Memorizar y usar “engines” son dos de los peligros más importantes que deben sortear los jóvenes ambiciosos que quieren escalar los niveles más altos de desarrollo del desempeño ajedrecístico.