Ignacio
Ramonet, ex director de Le Monde Diplomatique, afirma que "La cantidad de
noticias en Internet está amenazando con convertir al hombre contemporáneo en
un ignorante saturado de información".
Los
recursos que nos proporciona el internet son un verdadero tesoro que está ahí,
como muchos otros en la vida, esperando solamente que nos conquistemos a
nosotros mismos para emplearlos positivamente.
En
el ajedrez las noticias se suceden unas a otras y cada vez es más difícil discriminar
lo relevante de lo irrelevante, para evitar el saturarnos de información, o
mejor dicho de datos.
Entiendo
por información, los datos que nos hacen cambiar una conducta anterior, por que
los datos que no provocan eso, se quedan en simples datos.
Por
eso la frase que habla de ignorantes saturados de información me parece inadecuada,
sino quiero pensar que lo correcto es ignorante saturado de datos.
Pero
eso es asunto menor comparado con la intención de la expresión de Ramonet.
Hay
personas que conocen muchos datos pero no por eso podemos llamarles bien
informados, mucho menos cultos y años luz de ser eruditos.
Para
estudiar con provecho el ajedrez, recopilar datos, no basta, se requiere tener métodos
de estudio sumados al conocimiento, la experiencia bien elaborada y una
intuición manejada para desafíar al
vértigo del cálculo, lograr vencer la mal llamada objetividad y alcanzar la
segunda naturaleza, la subjetividad y ya podremos hablar que aprendimos a
pensar en ajedrez y a sentir las posiciones para responder adecuadamente a sus
demandas y así realizar la acción básica del jugar ajedrez: realizar una toma de decisiones y elegir la
jugada siguiente.
Mi
iniciativa de hacer una publicación estilo “Selecciones del Reader`s Digest”,
con orientaciones de lectura y de metodología para procesar datos que se puedan
convertir en verdadera información, nace de la inquietud que me da observar
como muchos recién llegados al ajedrez se ven envueltos de unas verdaderas
cataratas de información que les amedrenta y les exprime recursos en sus
primeros pasos y les inserta mitos en lo que toca al conocimiento del ajedrez y
los desvía de la importancia que hay que dar a la comprensión y la imaginación
que permitirán la creatividad y los disfrutes sublimes de la practica
organizada del ajedrez. Ya decía el “Maestro” Alexander Koblenz, “el sentido de
la vida es la creatividad”