19 ago 2012

Kasparov y Spassky, o Este mundo está loco, loco.


La novedad es que los excampeones mundiales de nuevo pasan a los titulares de los diarios. Garry Kasparov es la noticia en cientos de diarios, incluyendo “La Jornada” de México, con la foto de su violenta detención y despertando comentarios de todo tipo al relacionarse con lo de las “Pussy Riots”. Lo curioso es que no estaba protestando ni apoyando nada, simplemente estaba presenciando lo que sucedía y, como siempre es foco de atención, se vio envuelto de repente. Realmente él no había declarado su posición respecto a los hechos del controvertido grupo, máxime que es un asunto sumamente complicado y el que muchas personas han salido en apoyo de las chicas es básicamente porque representa una represión a la libre expresión. Se puede o no estar de acuerdo con lo que dicen o hacen, pero todos coinciden en que debe permitírsele expresar sus ideas dentro del límite del respeto al derecho ajeno, que es precisamente en lo que se pretende justificar su detención y sentencia: el no haber respetado los derechos de los demás. Kasparov simplemente ha dicho: “Tenemos años diciendo que Putin no respeta la ley, y estas acciones lo evidencian.
Ahora a Kasparov lo acusan de defenderse violentamente de su injusta detención y parece que en la Rusia actual aquello de que “la causa de la causa es la causa de lo causado” no se respeta. Están acusando a Kasparov de morder un dedo de uno de los policías que lo detuvieron violentamente y examinan los peritos si las marcas de la mordida corresponden a la dentadura de Kasparov o al de algunos de los mastines que auxiliaban a los “cancerberos” policiacios que desde ya puede uno decir que son un desdoro para la bandera tricolor, blanco, azul y rojo, que ostentan en la manga de su uniforme.
Otro excampeón mundial, el GM Boris Vasilievisch Spassky, de gran fama mundial desde el encuentro altamente mediatico de 1972, en plena guerra fría, también aparece en varios diarios rusos, relatando extraña historia.
Los antecedentes pueden verse desde un punto de vista reciente o desde un punto de vista que abarca varias décadas.
Los hechos recientes son los siguientes: tras un ataque cardíaco que tuvo en Moscú, fue hospitalizado al principio allá y luego, tras una leve mejora, llevado a Francia, donde reside Spassky con su esposa, aunque de 2005 a la fecha, gran parte del año reside en Rusia. En la mayor parte de 2011 y en lo que llevamos de 2012, era muy difícil comunicarse directamente con Spassky, ya sea por teléfono, email o Skype.  De hecho yo lo intente por septiembre de 2011, buscando que fuese un invitado de honor al evento “GM Carlos Torre in Memoriam” que se realizó en Mérida, Yucatán,  en diciembre de 2011, y en el que formé parte del comité organizador, principalmente en el boletín del torneo y la difusión en medios internacionales. El caso es que las negociaciones no fructificaron pues sólo brevemente parecía haber comunicación directa con él, mientras que todo parecía controlado por otras personas. No se pudo avanzar más porque yo quería tener una comunicación directa de su voz que me expresase la aceptación de la invitación y saber más de su estado de salud en ese entonces, pues el viaje desde Francia a Mérida lo calculábamos en un total de más de 12 horas y Spassky tenía 75 años de edad.
El asunto es que a un importante diario nacional de Rusia, Spassky declara que prácticamente estuvo dos años aislado en su casa en Francia, como “arrestado domiciliariamente” por su esposa.  Que tras el ataque en Moscú no fue atendido sino básicamente con tranquilizantes y que estaba languideciendo en una muerte lenta de la que sabía tenía que escapar. Rogaba inútilmente que lo llevasen a Rusia. Agrega que “verdaderos amigos” posibilitaron su fuga y así finalmente este jueves llegó a Rusia, donde hizo declaraciones al diario y a otros medios sobre la situación en los dos últimos años.  No acusa a nadie, pero da entender muchas cosas.
La esposa, por su parte, se había comunicado con amigos de diversos países, diciendo angustiada que Spassky había desaparecido de su hogar mutuo desde el miércoles. Nadie al parecer sabía su paradero hasta que apareció la entrevista en un diario. Los sitios webs del ajedrez como el del Chessbase escriben ya de la historia.
Si vamos a antecedentes de décadas, pues uno recuerda que Spassky parte a residir a Francia tras su matrimonio con una francesa de ascendencia rusa allá por 1976, y su condición de ex campeón mundial y su presencia mediática de alguna forma le facilitaron el camino al virtual exilio de la URSS, a diferencia de otros grandes maestros como Boris Gulko, excampeón de la URSS, que pasaron verdaderas odiseas para salir de la URSS.
Lo curioso es que después de 1994 Spassky hizo la declaración de que “Si hubiera sabido lo que pasaría en Rusia al caer el socialismo, en lugar de exiliarme en 1976, me hubiera afiliado al Partido Comunista de la URSS”.
Desde 2005 Spassky se la pasaba en Rusia gran parte del tiempo y fue el fundador y dirigente de un club de ajedrez con su nombre. De hecho parecía que Spassky estaba más a gusto en Rusia que en Francia. Pero en muchos eventos por todo el mundo se le veía acompañado por su esposa, pero aparentemente, según afirman varias fuentes, no siempre.
Seguramente tanto de Spassky como de Kasparov tendremos más noticias la siguiente semana. Pero no deja uno de pensar en lo que paso con Fischer y en que los grandes campeones mundiales de ajedrez al ser ya de interés público están sujetos a muchos problemas relacionados con la política y  la opinión pública. Las jóvenes estrellas del ajedrez como Carlsen y la Kosteniuk lo mismo aparecen en comerciales como en filmes, o posando en revistas de modas.
En el segundo de mis libros de la serie ·”Aprendiendo de los Entrenadores” escribo sobre la evolución de las hermanas Polgar para llegar a ser las mejores jugadoras del mundo y aunque trato principalmente de sus entrenadores y los métodos que siguieron, fue imposible no tocar el aspecto de la publicidad y la presencia mediática, ya que jugaron una parte importante del fenómeno “Polgar”.
Es común que ahora los jugadores profesionales de ajedrez tengan contratado un “manager” que les maneja su presencia en medios y su relación con patrocinadores. Basta ver la labor de Danailov con Topalov o los managers de Kasparov. Los campeones mundiales de ajedrez son figuras públicas y a menudo están en las controversias, como Kasparov y Spassky.