En una entrevista de la revista
Spiegel al investigador de la manera en que razonan y juegan los grandes
maestros del ajedrez, Adrian De Groot, se pudo leer:
"SPIEGEL: ¿Son los campeones mundiales y los otros grandes
jugadores de ajedrez tan superior a los otros jugadores debido a que pueden calcular
significativamente mejor y más lejos, cinco o seis, a veces diez o doce jugadas
adelante?
DE GROOT: Indudablemente serio todo más fácil para ellos si fuese
por eso. Pero su éxito está mucho más basado en el hecho de que son más perspicaces
y a saber qué debe ser calculado en una posición específica y qué no necesita
serlo. O para ponerlo en términos más generales: valoran el "Problema en
la posición" mucho más rápidamente y eficientemente.
Un gran jugador sabe inmediatamente qué es lo importante y en qué se
debe pensar. (Darse Cuenta, Nota ROV), No calcula más cantidad que otro
jugador, sino que ve más y ve mejor que otro lo que es esencial.
Tal conocimiento instintivo
no es únicamente el resultado de un don especial, sino viene como consecuencia
del estudio intensivo.
Esto comienza en el principiante con las lecciones iniciales y
conoce los motivos tácticos elementales como, por ejemplo, el doble ataque o el
ataque a la descubierta, pero luego conforme su desarrollo avanza, con la
estrategia y las técnicas de los finales y por supuesto con la experiencia práctica
adquirida en las partidas de torneo.
A partir de cierto punto esto resultará en tal pericia. Esto
sucede no solamente en el ajedrez sino en numerosas profesiones numerosas tanto
de las áreas del conocimiento como las del arte. De cómo la pericia de un gran
maestro de ajedrez puede ser adquirida y qué esfuerzo es requerido ha sido muy
debatido en la ciencia”
(Werner Harenberg, Schachweltmeister, SPIEGEL
– Buch, Hamburgo 1981, p.99ff=
El cómo fue ya señalado por los
autores de la escuela soviética de ajedrez en que apuntaban que la condición
fundamental para elevar la capacidad de un ajedrecista es combinar la teoría
con la práctica.
El estudio por el método problémico,
con el continuo resolver situaciones, para luego ya en las competencias
prácticas tener ya arraigados hábitos de razonamiento ordenado, guiado por
algoritmos, como base orientadora de acción. Estudio activo y luego práctica en
torneos.
El juego práctico por si solo, sin
entrenamiento deliberado, sin el estudio de la teoría
no da resultados satisfactorios.
Incluso el
apasionamiento que se observa algunas veces en la práctica constante de partidas
rápidas puede causar daño irreversible cuando se juega sin la necesaria
atención, sin el razonamiento organizado, y sobre todo sin habituarse al
esfuerzo y con cierta irresponsabilidad.
En el otro
lado de la moneda, profundos estudios de la teoría en que los conocimientos no
encuentran aplicación en la práctica, desmotivarán a la larga y no construirán
los hábitos requeridos, y se alejan de lo que se entiende por un un
entrenamiento sistemático.
El balance
entre entrenamientos con estudio activo y la práctica en torneos bien
dosificada y organizados con la intención de que los competidores puedan elevar
su calidad, son la clave del éxito del ajedrez en la India en el desarrollo de
sus jóvenes promesas.
En la escuela India, se aplican
diversos métodos de actividad para mantener y estimular un verdadero interés
por las distintas facetas de la cultura ajedrecística.
Los jugadores jóvenes indios
participan continuamente en competencias
serias (torneos, matches, partidas en consulta), anotando siempre las partidas
y posteriormente las analizan, ya sea solos, con sus contendientes o con sus
compañeros de estudios y sus entrenadores.
Cuando esto se combina con los
entrenamientos deliberados, en donde se hace un análisis exhaustivo de las más
diversas posiciones, pero seleccionadas cuidadosamente por los entrenadores
para que el estudio tenga efectos remediales sobre deficiencias específicas de
los jugadores identificados en los monitoreos y el análisis de sus propias
partidas.
La política cuidadosa del tipo de bibliografía
proporcionada para sus entrenamientos también ha jugado un papel fundamental.
Es un modelo exitoso, pero fácil de
seguir, siempre que no se haya descuidado la formación de cuadros de
entrenadores y el sistema de enseñanza no esté dirigido por vendedores de
falacias que tienen como objetivo prioritario la mercadotecnia del ajedrez.