El 12 de enero de 2008 se cumplen cien años de la muerte de Mikhail Chigorin, padre de la escuela rusa del ajedrez.
Mikhail Ivanovich Chigorin (1850-1908) fue contendiente al Campeonato del Mundo como retador de Emmanuel Lasker y los ajedrecistas rusos se consideran sus herederos creativos y seguidores de los postulados dinámicos de este gran jugador ruso que había sido denominado como neorromántico por naturaleza.
En una época donde se pretendía establecer una escuela “científica” basada en cálculos y evaluaciones estáticas, con reglas deseadas poner como preceptos inamovibles, Chigorin discutió estas dogmáticas prescripciones y buscó su propio camino, dándole importancia a la intuición y a la utilización de métodos que estimularan la creatividad. Poseedor de un pensamiento crítico agudo, apuntó y resaltó en sus escritos en publicaciones diversas, los defectos de la escuela promovida por maestros alemanes y que dominase el ajedrez europeo entre 1866 y 1914; siendo Chigorin el único que no se dejó seducir por los dogmas y mantuvo su mente libre y crítica hasta el momento de su muerte en 1908, cuando regresaba de tener un éxito moderado en un torneo en Lublin, Polonia; en ese tiempo aún parte del Imperio Zarista.
Creo y sostuvo la publicación rusa única de ajedrez en su época, el Shajmatny Listok, donde legó sus enseñanzas a varias generaciones que parten desde la creación del Estado Soviético y llega a nuestros días, lidereadas por las escuelas rusa, ucraniana y belarrusa, que son las que más se acercan en seguir las opiniones, que no postulados, del Maestro Chigorin.
Campeones Mundiales como Alejandro Alekhine, Mikhail Botvinnik y Garry Kasparov, orgullosamente se manifestaron seguidores de las ideas de Chigorin.
Mikhail Ivanovich Chigorin (1850-1908) fue contendiente al Campeonato del Mundo como retador de Emmanuel Lasker y los ajedrecistas rusos se consideran sus herederos creativos y seguidores de los postulados dinámicos de este gran jugador ruso que había sido denominado como neorromántico por naturaleza.
En una época donde se pretendía establecer una escuela “científica” basada en cálculos y evaluaciones estáticas, con reglas deseadas poner como preceptos inamovibles, Chigorin discutió estas dogmáticas prescripciones y buscó su propio camino, dándole importancia a la intuición y a la utilización de métodos que estimularan la creatividad. Poseedor de un pensamiento crítico agudo, apuntó y resaltó en sus escritos en publicaciones diversas, los defectos de la escuela promovida por maestros alemanes y que dominase el ajedrez europeo entre 1866 y 1914; siendo Chigorin el único que no se dejó seducir por los dogmas y mantuvo su mente libre y crítica hasta el momento de su muerte en 1908, cuando regresaba de tener un éxito moderado en un torneo en Lublin, Polonia; en ese tiempo aún parte del Imperio Zarista.
Creo y sostuvo la publicación rusa única de ajedrez en su época, el Shajmatny Listok, donde legó sus enseñanzas a varias generaciones que parten desde la creación del Estado Soviético y llega a nuestros días, lidereadas por las escuelas rusa, ucraniana y belarrusa, que son las que más se acercan en seguir las opiniones, que no postulados, del Maestro Chigorin.
Campeones Mundiales como Alejandro Alekhine, Mikhail Botvinnik y Garry Kasparov, orgullosamente se manifestaron seguidores de las ideas de Chigorin.
