El 22 de mayo mientras esperábamos el arranque del Torneo
Interior de la Facultad de Ciencias de la UNAM, jugaba un blitz de 3 minutos
con, Renato Enríquez, uno de los
participantes y en un gambito Göring hice una jugada que condenaba la teoría y
el Maestro Benito Ramírez, quien durante un lustro manejó los eventos de
Ajedrez en Ciudad Universitaria, hoy jubilado, comentó: “Velimirovic jugaba ahí
Db3”
Lejos estábamos de pensar en esos momentos que esa gran
jugador fallecía en Belgrado tras larga enfermedad.
Aunque conocíamos sus partidas y muchos de sus trabajos,
Benito y yo conocimos personalmente al GM Velimirovic en Niza, Francia; en
1974, exactamente unos 40 años. En ese lugar, donde se jugó la Olimpíada
Mundial de Ajedrez, Velimirovic obtuvo dos medallas de plata, la individual y
por equipos, a sólo un año de haber logrado su título de Gran Maestro
Internacional.
Velimirovic fue hijo de la maestra Jovanka Velimirovic, la
primera campeona femenil de Ajedrez de Yugoslavia
y quien falleciera poco tiempo después de ver a su hijo convertido en gran
maestro.
Velimirovic nació en Serbía y desde 1960 vivió en Belgrado,
representando a Yugoslavia en muchas ocasiones hasta que esa nación formada por
diversas repúblicas se desintegró , y luego jugó por Serbia hasta su muerte.
En la sección de aperturas de la principal revista
yugoslava, Sahovski Glasnik, que se denominaba Teoriski Bilten, Velimirovic
publicó muchos análisis sobre el gambito Göring y en los años 1967-1969, yo era
asiduo a estudiar sus notas y lo practique frecuentemente. Claro que al
conocerlo en 1974 no perdí oportunidad de tratar de tomar notas sobre sus ideas
y adquirí un libro sobre matches URSS vs Yugoslavia con muchas notas añadidas
por el gran maestro.
Pero fue a partir de 1987, tras un mundial de cadetes en
Austria donde me encontraba como entrenador que realmente tuve más contacto con
él. Ya muchos maestros de Yugoslavia eran frecuentes competidores en torneos
abiertos en Austria y realmente eran los amos del circuito que no era
frecuentado por la masa de grandes maestros soviéticos.
Después vineron las guerras en los Balcanes tras la
desintegración de Yugoslavia, que era como una Unión de diversas repúblicas de
varias etnias y religiones. Los genocidios estuvieron a la orden del día y
muchas hermosas ciudades de Yugoslavia quedaron semidestruidas por las guerras
de los que antaño eran compatriotas. Los equipos yugoslavos de ajedrez, los
mejores detrás de los soviéticos, sufrieron la diáspora y ahora unos juegan por
Croacia, por Bosnia, Eslovenia, pero Velimirovic siempre se quedó en Serbia,
como Gligoric, y eran la referencia del ajedrez de Belgrado, la otrora gran capital
de Yugoslavia. Para muchos ajedrecistas que crecimos admirando el ajedrez
yugoslavo nos causó pesar los sufrimientos de muchos ajedrecistas que en un
tiempo estaban unidos y ahora militaban en bandos contrarios en donde las
crueldades se dieron al mayor exceso.
Velimirovic fue muy popular, y muy admirado, era el “segundo
Tal”, pero después de 1990, con tanto problema político, los torneos en esa
zona geográfica ya no fueron tan frecuentes y su nombre ya no fue tan
mencionado. Para los nacidos después de la desintegración de Yugoslavia tal vez
sea desconocido, como para muchos lo son los nombres de otros grandes maestros
de ese país, como Boris Kostic, que tantas enseñanzas brindó a México, Milan
Vidmar, Gligoric, al que todos leíamos, Ivkov, Velimirovic, Parma, Trifunovic,
Maric, Marovic, Matanovic, Matulovic, Pirc y tantos otros….