El Maestro Abram Yakovlevich Model
nació en Daugavpils, Latvia (Letonia, el lugar de origen de Mikhail Tal, Aaron
Nimzovich, Alexandr Koblentz, los magos de Riga, la gran mayoría de los
geniales jugadores y entrenadores judíos del ajedrez) el 23 de octubre de 1896,
pero muy joven se fue a vivir a
Leningrado, hoy San Petersburgo, donde falleció a los 80 años. Fue campeón de
su ciudad en 1944, pero era destacado jugador y sobre todo entrenador desde
1924. Fue second del campeón mundia, Botvinnik y dirigió el sistema de
enseñanza del ajedrez en la segunda ciudad en importancia de la Unión Soviética
durante 30 años. Por sus actos heroicos en la defensa de su ciudad en la segunda
guerra mundial, recibió varias
condecoraciones y se dice que gracias a él muchos maestros de ajedrez no
perdieron la vida durante el largo sitio de Leningrado.
He escrito mucho sobre Model, o
Modell, como en algunos textos se transcribe su nombre del alfabeto cirílico al
latino, pero en sus escritos al extranjero firmaba como Modell y esta era la
forma escrita del apellido que usaban sus parientes en Europa Oriental.
El caso es que Modell era un
enamorado del ajedrez y se preocupaba de que se enseñará el ajedrez
adecuadamente. Su frase de que el ajedrez era como el ajo, era muy comentada
por sus pupilos que fueron a su vez mentores de muchas generaciones de
jugadores y entrenadores soviéticos. Le decían el maestro de los 300 maestros.
Como sea en México se le conoce en relación a Carlos Torre Repetto, con quien
jugó un Torneo en Leningrado en 1926, y fue promotor de que Torre escribiese el
único libro de su autoría.
Cuando Modell se encontraba en el
grupo de maestros convocados por el Consejo de Ministros de la URSS para
diseñar el movimiento masivo de ajedrez, se debatía entre la manera de difundir
el ajedrez y los textos y modelos para enseñar a jugar el ajedrez de manera
útil a la sociedad y con calidad suficiente para ser bandera de los logros del
socialismo a nivel internacional. “Que el ajedrez llegue a todos los soviéticos
y que los mejores jugadores del mundo sean los soviéticos” era la consigna.
Unos proponían métodos para que
la URSS en 5 años tuviera jugadores a nivel internacional de alto nivel, otros proponían
que en 10 años. Había que estimular a los maestros que se tenían para que se
elevarán a las mayores cimas, incluso se proponía traer maestros de varios países
para que dieran clases, e incluso adoptarlos para que tomarán la nacionalidad
soviética y formarán parte del equipo de la URSS. Incluso hablaron de que en
algunos casos podrían sobornarse a los maestros competidores para que un
soviético ganase torneos de renombre internacional. Había mucho dinero.
Modell argumentaba que lo
principal era tener métodos de enseñanza adecuados, basados en los modelos más
exitosos de los jugadores actuales internacionales, promoción masiva del
ajedrez y conducir todo el proyecto con bases morales socialistas. “Queremos
competidores exitosos, pero antes que eso ciudadanos competentes y sanos”.
Había que promover ajedrecistas con salud mental si, pero también física y
emocional. Maestros que no solo jueguen bien, sino que sean sanos ejemplos de
lo que deber ser un soviético.
La propuesta de Modell era
masividad en el ajedrez, pero que no fuera obligatorio, sino atractivo lo
suficiente. “Obligación no es motivación, convencer y no obligar” No era meter
al ajedrez a la fuerza, o como materia obligatoria en las escuelas, era darlo a
conocer en todos lados y tener los recintos adecuados para que se acerquen al
ajedrez los que quieran. No eran solo clases de ajedrez en las escuelas, sino
organizar clubes en fábricas, en talleres, hacer clubes de obreros, de
militares, de científicos.
“Un buen sistema de detección de
talentos. Y formar soviéticos, no con extranjeros que no creen en nuestro
socialismo” Proponía como modelo a Capablanca, campeón mundial en esos años y
rescatar el modelo de Mikhail Chigorin, de Schiffers, de Petrov, jugadores
destacados del siglo XIX. “Que vengan maestros extranjeros a competir, pero no
a enseñar, pues sus métodos no son adecuados para nuestra sociedad socialista”
El modelo de cómo hacerlo, lo
había mostrado ya Pedro el Grande, cuando atrajo a especialistas extranjeros a
que convivieran con los rusos.
Se hizo una lista que incluía al
campeón mundial de esos años, Capablanca, y al anterior Emanuel Lasker, para
que visitaran y compitieran en la URSS, lo que hicieron entre 1925 y 1936,
cuando finalmente, por un tiempo, el veterano gran maestro alemán de origen
judío, a sus 66 años se convirtió en ciudadano soviético al huir del régimen nazi
que se apoderó de su país y amenazaba su vida.
Los Maestros más relevantes y
talentosos de la tercera década del siglo
XX, como Flohr de Checoeslovaquia, Lilienthal de Hungría y Keres de
Estonia, que habían brillado en torneos internacionales pasaron a ser
ciudadanos soviéticos, pero actuaron solo como jugadores, no se les dieron
tareas de entrenadores, aunque Flohr eventualmente y de forma muy breve actuó
así al final de su vida, que principalmente la dedicó al periodismo.
Modell impuso un sistema muy rígido
y estricto con los ajedrecistas de su ciudad. Los instructores tenían que tomar
cursos muy elaborados donde no solo recibieran instrucción de ajedrez sino del
ser humano de manera integral, antes de tener contacto con niños y jóvenes.
Cada palabra, cada ejercicio que se ponía en clase a los niños era
cuidadosamente seleccionado. Había libertad de cátedra muy limitada, solo a los
que tenían experiencia de mas de 5 años de clase podría separarse “levemente”
del guión. Modell era famoso por emitir orientaciones semanales a los 312
instructores que tenía a su cargo en la ciudad y entrevistar a los otros 320
instructores a su cargo de poblaciones cercanas una vez al mes al menos.
Seguido hablaba de la manera
bohemia de los jugadores occidentales, de sus malos comportamientos, de su
alcoholismo, de sus arreglos y de cómo cortejaban a los mecenas y daban malos
ejemplos. Respetaba sus talentos, pero decía que muchos eran jugadores de
ruleta obsesionados. “No queremos Mieses en la Unión Soviética, ni mercenarios
como los antisemitas Bogoljubov y Alekhine, que abandonan la gran madre patria”.
En 1927 logró conseguir becas amplias a Botvinnik de 17 años, así como a Rauzer de 18 años y recomendó para
ser preparados como instructores superiores a Makogonov de 21 años y a
Perfiliev de 22 años. Se apoyo en maestros como los hermanos Rabinovich y su
asesor principal, al que trataba como si fuera su maestro, fue Piotr
Romanovsky. Modell, ya con más de 50 años cedería su puesto a Vladimir Zak, aunque
seguiría como asesor de este hasta su muerte.
Modell fue criticado por que
afirmaba ya en 1925 que su sistema propuesto daría frutos 20 años después. El
primer campeón mundial soviético logró el titulo en 1948 y fue Botvinnik de
Leningrado, De ahí siguieron hasta 1972, para perderlo y recuperarlo en 1975.
Modell cuando murió en 1976 sabía que el campeón mundial era ruso y había sido
de la escuela de Leningrado.