13 mar 2014

Las Bibliotecas de Ajedrez, ¿viejos cementerios de elefantes blancos?




Tras ver en un sitio web las fotos de la biblioteca de Raúl Pérez en Güines, Cuba; acompañadas de un comentario de “mucho material que rescatar como un legado para la humanidad”, no pude sino pensar en decenas de bibliotecas que he visto similares en Iberoamérica, que siendo propiedad personal de viejos coleccionistas de libros, corren el peligro de perderse. Historia muy común de colecciones personales de libros de cualquier tema. Libros impresos hace tres o cuatro siglos a veces terminan totalmente arruinados cuando muere su coleccionista y su viuda o familiares no aciertan a colocarlos en algún lugar, ya sea vendidos o donados, donde reciban los necesarios cuidados para preservarlos.
En algunos países se han institucionalizado fondos para rescatar esas bibliotecas, pero siguen siendo insuficientes para rescatar todas las colecciones reunidas por personajes famosos de la literatura y la historia, por lo que poco se puede esperar en lo que toca a los viejos libros de ajedrez.
Los cientos de libros de ajedrez que he tenido he tratado de escanearlos y digitalizarlos, e incluso intercambio los archivos en PDF o Dejavu con decenas de coleccionistas de todos lados, lo que permite que por el trabajo de escanear uno de mis libros, finalmente consiga 20 o 30 adiciones a mi colección de libros digitalizados y así he multiplicado mis archivos rápidamente. Aun me faltan decenas de revistas antiguas de ajedrez, principalmente iberoamericanas, ya que las revistas españolas como 8x8, Peón de Rey, Jaque, y Revista Internacional circulan por la red en numerosos sitios, mientras que la de los países de la America Nuestra no han sido tan profusamente escaneados e intercambiados.
Revistas en ruso de ajedrez se obtienen por toda la red, aunque hay que dedicar muchas horas para localizarlas y descargarlas. No tengo idea cuanto he invertido en ello, pero de esa manera tengo una biblioteca muy completa digitalizada y ya no tengo que andar por la vida con unas toneladas de libros como único recurso para contar con la información para mis proyectos pedagógicos de ajedrez. Pero aún así todavía tengo una cantidad enorme de documentos, principalmente revistas, que si siento que terminarán sin ser escaneadas y perdidas irremediablemente…