En la Unión Soviética el
ajedrez fue impulsado por algunos miembros del circulo de poder supremo, como
Nikolai Krylenko, procurador de justicia de la URSS y el muy cercano
colaborador de Lenin, Iljin Genevsky. Poco a poco el movimiento masivo del ajedrez
en la URSS fue apoyado con fondos más
importantes y surgieron pequeños grupos de poder en muchas de los cientos de
localidades en que los fondos para el ajedrez se otorgaban.
Algunos maestros como
Modell y Zak en Leningrado usaron su influencia como dirigentes del ajedrez
para ayudar a muchos jóvenes prometedores, pero hubo muchos caciques locales
que hicieron pequeñas fortunas con la administración de esos fondos y al ser
descubiertos pagaron con su vida los privilegios que disfrutaron y los que
vendieron. La lista de “purgados” como dirigentes del ajedrez suman centenas
según listas que han sido reveladas a través de los años tras la glasnost (transparencia)
hace casi 25 años iniciará Gorbachov.
Krylenko, motor del
movimiento inicial de ajedrez en la URSS y organizador de los primeros torneos
internacionales de ajedrez en la URSS, fue todopoderoso en el ajedrez, y
bastaba un plumazo de él para hacer la fortuna de un jugador. El decidía quien
representaba a la URSS en los pocos eventos internacionales en que participaban
los soviéticos, así como quien y que sueldos recibían los instructores y
becarios. Dotación de equipo a clubes y centros de enseñanza del ajedrez y
construcción de ámbitos dependían de su criterio. Si de por si como procurador
de justicia tenía enorme poder, al manejar la ocupación social más importante
para la URSS, el ajedrez, su influencia era gigantesca.
Pero donde hay botín tan
enorme, surgen muchos piratas que lo pretenden y finalmente Krylenko terminó en
los paredones secretos de Lyublianka.
Luchas por el poder del
ajedrez en la historia reciente se han visto frecuentemente y aunque abundaron
en los países socialistas en que el ajedrez era importante, en los capitalistas
donde el ajedrez era el patito feo de los deportes, también han existido.
En México llegó a tal grado
que en 1971 había tres federaciones que luchaban por ser reconocidas por el
gobierno para ser receptáculo de los exiguos fondos que estaban presupuestados.
En 1974 por primera vez un equipo olímpico de ajedrez viajó a Europa con todo
pagado, ya que antes, en 1964, 1968, 1970 y 1972 los miembros del equipo tenían
que pagarse sus gastos y esto determinaba la conformación del equipo. Eran
seleccionados los que se podían costear el viaje y hubo casos en que parecía
subasta. En 1970 se hizo un torneo abierto en que la inscripción era alta y los
ganadores obtenían los fondos para viajar a Europa. No faltó uno que recibió el
dinero y se fue a otro lugar más barato de paseo, por lo que fue castigado a no
jugar unos meses el torneo.
Con la evolución del
ajedrez y su importancia dentro de los presupuestos gubernamentales, crecieron
las ambiciones y la lucha del poder.
En los países de la extinta
Unión Soviética se conservó la tradición de dotar de buenos fondos a las
federaciones de ajedrez, aunque no de la magnitud que en tiempos de la URSS, si
lo suficientemente grande para ser objeto de una disputa del botín.
¿Cómo funciona esto en el
siglo XXI en algunas ciudades de las que antes eran parte de la URSS? Se puede
describir lo que pasa en una localidad asiática y que seguramente se repite en
alguna “Banana Republic”.
El organismo del deporte de
la ciudad, digamos del país de Transistán, su capital Tetranse, coloca a un
ajedrecista adecuado para ellos, no se necesita que sepa mucho de ajedrez, sino
tenga ELO simpatía alto con las autoridades y sea buen tiburón, que se moje
pero salpique a algunos ajedrecistas clave.
Ese organismo deportivo pone a un coordinador de ajedrez corrupto, ya que necesita
de alguien que "lave" el dinero, y el coordinador debe ser experto en
eso: Cada vez que adquiere bienes y
servicios, ya sean ajedreces, o autobuses para transortar selecciones, o rentas
de ámbito, pide facturas y recibos por un monto mayor de lo que él paga, y
justifica reembolsos mayores, para asi por cada peso que le da la organización,
separa unos 30 centavos para el funcionario que le concedió el presupuesto. Con
los ajedrecistas a quienes tiene que servir, "compra" a unos
seleccionados, los de mas brillo, o los más ruidosos, enviándoles a torneos al
exterior, invitándoles almuerzos, cenas, o los coloca en los padrones de
becarios para que la organización deportiva como competidores calificados reciban
una pensión, etc. Claro que él sabe de ajedrez se supone y los dirigentes del
deporte no, que solo mirarán la eficacia para hacerles llegar su 30% y
controlar a los grupos y fuerzas vivas de la organización del ajedrez local,
repartiendo favores, aquí y allá. Para eso se rodea de incondicionales, lo más
ruidosos posibles y reparte los pocos empleos, los de árbitros principalmente, a
sus amigos a quienes además coloca como entrenadores, o asistentes en torneos, claro
que también habrá que comprar a ligas o clubes ofreciéndoles material ajedrecístico
con dinero del estado, o les paga el
hotel en algún torneo abierto. Si hay un grupo pesado de padres de familia,
tendrá que darle su maíz al líder.
En la ciudad de Tetranse, no importa tanto que robe, porque todos lo hacen,
`pero al menos esperan " que robe , pero que trabaje", que al menos
trabajen aceptablemente bien.
Si cumple con su 30% el Coordinador de ajedrez tendrá aprobado todo lo que
pida, y así podrá seguir siendo útil para los dirigentes deportivos controlando
a los ajedrecistas con elecciones de padrón inflado con votos de clubes
ficticios y para eso hará su propia campaña con dinero del estado, hará los
torneos regalando camisetas, bolsos, lapiceros, comida, bebida, y con el monto
que cobra por inscripciones aumentará su “polla”. En Tetranse se paga poco al
coordinador de ajedrez, no le alcanza ni para propinas, se queja; pero de los
negocios.
El de Tetranse apoya al presidente de la federación de ajedrez de
Transistán que hace mas o menos lo mismo nacionalmente, pero a mayor nivel que
lo que hace el coordinador de Tetranse, y tiene un arreglo con el local, porque
si no, puede desconocerlo con cualquier pretexto, además, van a ver que toca en
la piñata de las elecciones internacionales.
El problema es que vienen tiempos duros, pues mientras el botín sea
pequeño, los políticos no se interesan, pero cada vez crece el ajedrez y llama
la atención el negocio a los tiburones de grandes ligas. Y amenazarán con
auditorías y ya el de arriba quiere 50%, porque él mismo teme que le quiten su
reino…
Es lo malo de crecer. Cuando eran mil ajedrecistas en Transistán, se podía
manejar el asunto, pero con las escuelas, podrán ser 10 mil niños, y esos son
muchos padres, que preguntarán como está la repartición del pastel y la
invención de facturas se hará cada vez más difícil. El recuerdo de Krylenko en
el paredón no dejará dormir al coordinador de Tetranse…