En la Foto: Vega, Salomón, Torre y Arjona.
A pesar de que desde 1972 se le hicieron esporádicos
homenajes y todos recordaban las glorias de sus hazañas de 1924 a 1926, queda
esa triste sensación de que no fue bien tratado en sus últimos años. Cuando en
1974 celebrábamos sus 70 años y tenía un lugar para descansar y se cuidara de
él, sin menoscabarle su libertad, pocos lo visitaban y conversaban con él. En
esos años de 1974 el ajedrez en Yucatán estaba en un descenso después de la
época en que había mucha promoción en esas hermosas tierras entre 1950 y 1964.
Y es que muchas veces el ajedrez en algún lugar depende de un motor y Yucatán
es buena muestra de ello. En los años 50s varios yucatecos entusiastas como
Manuel Vega López de Llergo fundador de FENAMAC y que siendo muy joven con José
Molina y Carlos Mendez, integraron la Asociación de Yucatán en la década del
medio siglo XX. Pero al irse a radicar a la Ciudad de México, pudo Vega fundar
la FENAMAC y contribuir a que finalizara la división entre la Federación
Mexicana de Ajedrez, dirigida por el Lic. Eliseo Aragón y el Maestro Alejandro
Baéz y la Federación Provincial de la República Mexicana dirigida por Arturo Elizondo,
además de grupúsculos disidentes de la Provincial como los encabezados por
algunos capitalinos que deseaban centralizar el ajedrez. El caso es que Vega
con Juan José Arreola lograron unificar las federaciones, que en 1971 ya eran
tres, y la FENAMAC nació con personajes como Baéz, Elizondo y Vega, primero
reunidos con Juan José Arreola y luego ya con Vega de presidente tras la
primera elección.
Pero Yucatán languideció hasta que Carlos Manzur Simón, muy
joven aún, entusiasmado por la visita de Karpov a México en 1972 y luego de
tener contacto con Carlos Torre, inició un renacimiento del ajedrez yucateco
contagiando a su amigo Preve Castro, que ya para 1985 era el motor principal
del ajedrez yucateco. Pero ya desde 1978 a la muerte del maestro Torre, Manzur
y Jose Luis Salomón, con Tufik Bazán y posteriormente con su hermano Ezma,
crearon la iniciativa del Carlos Torre in Memoriam y cinco años después, Preve
Castro le dio un impulso muy fuerte, realizando prácticamente las 15 más
recientes ediciones. Pero algunos olvidan que ese cuarteto de yucatecos de
herencia árabe fueron los creadores: los hermanos Bazan, el Ing. Salomón y
Carlos Manzur Simón.
El caso es que como Torre realmente vivió el 80% de su vida
fuera de Yucatán, no disfrutó de la temporada de auge del ajedrez en Yucatán y
ya mayor de sesenta años regresó a residir a su tierra natal tras casi 50 años
de ausencia y vivió con un familiar hasta que este murió y Torre de pronto se
vio sin casa y sustento a los 69 años. Si no hubiera sido por Manzur y Vega,
hubiera terminado muy mal. Pero se puede decir que de 1974 a 1978 Torre pasó
años felices y con cierto reconocimiento nacional.
Pero a su memoria no se le ha hecho justicia, su verdad
histórica no ha sido rescatada y no se ha hecho una verdadera investigación de
las causas por las que dejó de jugar ajedrez, donde mucho tuvo que ver las
envidias que despertó tras dominar el ajedrez en los Estados Unidos y en que se
enfrentó a grupos de empresarios aficionados al ajedrez que no simpatizaban con
las ideas de Torre., ni la influencia que la viuda de John Reed tenía sobre
Torre y mucho menos las aventuras de Torre en la URSS.
La familia Torre emigró de Yucatán por razones políticas,
incluso el hermano de Carlos Torre, Egidio Torre sentó sus bases en Tamaulipas donde ahora su nieto, Egidio Torre
Cantú es el gobernador constitucional. La vida de Egidio Torre Repetto es como
de novela, viviendo momentos históricos de la lucha política en Yucatán, luego
la vida activa en Nueva Orleans en momentos especiales de los choques entre
masones y políticos republicanos de esa ciudad y luego su actividad en
Tamaulipas.
Carlos Torre regresa de la URSS y se encuentra en su ciudad de
residencia, Nueva York, con una muy fuerte crítica por haber participado en la
URSS, cuando se suponía que participaría solo en Alemania y para ello había
sido patrocinado. En cambio, estaba por ganar el máximo torneo de los Estados
Unidos en 1926, en Chicago, aquel año en que los grandes empresarios se
amafiaban para arreglar series mundiales de beisbol, no iban a ver de nuevo a
Torre vencer a todos los ajedrecistas nativos y wasp, blancos, anglo sajones y
protestantes, como eran los términos en aquel año de 1926 donde el Ku Kux Klan
asesinó a más de 2000 negros en Mississippi. El caso es que contra todo lo que
se esperaba, Torre fue relegado al segundo lugar tras haber lidereado todo el
evento. Fue su último torneo, según unos se volvió loco y lo tuvieron que
controlar. Según otros, se atrevió a reclamar a los organizadores varios hechos
de posibles trampas en contra de Torre, y decidieron controlarlo violentamente
y luego de que las guardias personales de cierto empresario lo golpearon, en
aquel Chicago del San Valentín de Capone, la policía justificó el daño al
famoso jugador de ajedrez, trinufador en Europa y vencedor de los últimos
cuatro torneos más importantes de los Estados Unidos, porque se había vuelto
loco. Había que estar loco para reclamarle a un millonario que tenía una
escolta, y menos en Chicago en 1926, donde los muertos llegaban a cantidades
similares a los de pequeños poblados mexicanos en 2011 en la lucha contra el
crimen organizado.
Simplemente fue sedado para controlarlo, luego de la
golpiza, y expulsado de los Estados Unidos. Torre nunca pudo recordar lo que
pasó en una semana. El caso es que de Chicago a San Luis Potosí, donde residía
uno de sus hermanos, para Torre era una laguna en su mente. Y como decían
estaba mal de los nervios, él se asumió así y así vivió de 1926 a 1978, 52 años
sin saber que pasó aquella semana.
Leyendas se alimentan de calumnias y ya en 1933, se demostró
que si una calumnia se repite muchas veces se vuelve hecho histórico, así que
Torre se desquició, se desnudó en público y arrojó a la calle el dinero que le
dieron en el torneo, policías samaritanos lo controlaron y para que no se
dañara más a si mismo, lo sedaron para entregarlo pacíficamente a sus
familiares a más de 4000 kilometros, en que viajo tranquilamente sujeto por una
prenda de vestir adecuada, y con una mordaza en la boca para que no se mordiera
la lengua y no inquietase a las damas con alguna mala palabra.
Afortunadamente la droga con que lo sedaron, fue prohibida
para su uso por los agentes de Migración de los Estados Unidos en 1936, por las
terribles secuencias que causaba, como perdida de memoria, problemas de habla y
de concentración…
Lo único comprobable son las partidas y la trayectoria de
Torre en tres de los mas grandes e importantes torneos en Europa, así como la
opinión de grandes jugadores como Lasker, Alekhine y Capablanca, con quienes se
enfrentó y salió parejo,. O sea ganó una partida,.perdió una y empató otra.
En 1972 jugaba Carlos Torre blitz y derrotaba con facilidad a maestros
internacionales de Cuba, 30 años menores que él, y uno de ellos era de los que
vencían en blitz a muchos grandes maestros de la época. Como evaluó el MI Jesús
Rodríguez, varias veces campeón de Cuba y en 1972, sin duda, el mejor jugador
de la Isla. “Torre juega a sus 68 años, mejor que la mayoría de los grandes
maestros de no más de 45 años de edad y eso con más de 40 años de no jugar
torneos, sencillamente impresionante”.